LA CASA DE LOS RECUERDOS OLVIDADOS.....(Traducción Supercorp)

XXIX

 ESTE CAPITULO SE LO DEDICO A @MORGANAPENDRAGON25, UNA FIEL SEGUIDORA DE LA HISTORA.

DISFRUTEN ESTE CAPITULO, Y ESTAMOS A 2 DE TERMINAR ESTA HISTORIA SUPERCORP.

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En general, nada cambió. Lena hizo una llamada telefónica en voz baja a sus abogados para disolver los papeles del divorcio y hubo un alivio palpable entre ella y Kara, y parte de la tensión se desvaneció a medida que superaban el obstáculo más grande. Por supuesto, eso no significaba que todo estuviera bien . Las cosas no solo se enderezaron mágicamente debido a que finalmente fueron honestos, sino que se volvió más fácil.

Fue más fácil en la forma en que Kara no mantuvo esa brecha entre ellos, el divorcio inminente que la había llevado a la autoconservación ahora había desaparecido, lo que le permitió cerrar la brecha tentativamente. Sus sonrisas eran más genuinas, parecía estar más relajada, como si se hubiera quitado un peso de los hombros, y Lena no encontró tan insoportable para ellos estar uno al lado del otro, ya no tratando activamente de evitar tocarse.

Nadie habló al respecto. No hubo comentarios directos de Alex, Kelly o Eliza, aunque Lena sabía a ciencia cierta que Alex habría acorralado a su hermana en el primer momento posible y transmitido el mensaje. Fue ignorado a favor de fingir que las cosas eran como de costumbre, sin presión añadida para los dos mientras luchaban a tientas durante los días siguientes, Kal en un colchón hinchable entre ellos mientras Alex y Kelly ocupaban la cama doble, los tres de ellos durmiendo inquietos, la tensión tan densa que Lena sintió que el más mínimo empujón podría deshacerla.

Sin embargo, sobrevivieron la Navidad sin incidentes, envolviendo apresuradamente algunos regalos más en la sala de estar mientras susurraban entre ellos, Kal dormía arriba, aunque Kara le informó a Lena que no estaba dormido , pero jugando Crash Bandicoot en su Switch, mientras Kara sumergió las galletas en la leche que le había dejado a 'Santa', ambos kryptonianos fingiendo ser ignorantes, y bebieron ponche de huevo con el resto de su familia una vez que terminaron. La casa olía a agujas de pino y al pan de jengibre que Eliza había horneado con Alex y Kal esa mañana y Lena se quedó dormida en el sofá cerca de la medianoche, apenas moviéndose cuando Kara la llevó arriba.

La mañana fue un desastre de coloridos envoltorios de regalo y un niño de nueve años mimado mientras todos lo complacían en las vacaciones. Era una fiesta extranjera para los kryptonianos, pero Kara se había tomado la Navidad con el regocijo infantil de alguien que creía en Santa, y todos los años se habían vuelto un poco locos con Kal. Este año fue más tranquilo, más íntimo con solo ellos seis en la casa de Eliza, pero eso no impidió que tuvieran una pequeña montaña de regalos y una mañana para ordenar, jugar y tratar de preparar la cena.

A las dos en punto, Lena estaba tomando una copa de vino mientras observaba a Eliza rociar su pavo, un montón de papas peladas y zanahorias en varias ollas, la cocina estaba demasiado llena para que todos estuvieran allí. A pesar de todo el desorden y los golpes, Lena se quedó con su suegra mientras bebía su vino y ayudaba cuando Eliza se lo permitía, encontrando paz con ella mientras los demás se esfumaban y jugaban afuera con pistolas Nerf.

Con las rodillas pegadas al pecho mientras se acurrucaba en una silla, Lena sorbió su merlot y consideró la cuestión del crucigrama que estaba completando. Un libro de acertijos y acertijos variados fue el regalo de Kara para ella, ambos tenían una regla acordada para un pequeño regalo: Lena le había comprado a Kara un nuevo diario, debido al próximo año nuevo, y se preguntaba cuándo sería la última vez que Kara había escrito sus pensamientos era - y estaba agradecida por la fácil distracción que le ofrecían mientras escribía una respuesta.