Ha trabajado por muchos años como agente de UVE, algo que mantiene en secreto a su madre, y en lo que lleva nunca se había topado con algo tan llamativo. Sí, ha tenido que enfrentarse a pedófilos, asesinos seriales, madres enloquecidas o amigos con mucha envidia a otro, victimas con Estocolmo y niños tan crueles como un adulto, pero nada de eso puede compararlo con el chico que posa en la fotografía que sostiene.
Eijiro Kirishima es a quien tienen como principal sospechoso del ataque a dos jóvenes en el extranjero, y sí, al principio tenía dudas, pero es que ahora tiene miles.
Mucho antes de señalar al joven Kirishima como sospechoso, tuvieron un sinfín de paredes con las cuales chocar y fue gracias a Bakugo Katsuki, el detective privado al cual recurrieron por ayuda, que lograron dar con Eijiro, pero él no puede creer que ese chico de radiante sonrisa y cariñosa familia pudiera hacer algo como aquello.
Los altos edificios, las bulliciosas calles y el sinfín de diferentes etnias lo hace aferrarse a la solapa de su mochila, es tan extraño ver tanto movimiento caótico cuando se encuentra acostumbrado a Tokio.
Se encuentra en Los Ángeles debido a un caso muy particular, el cual tiene que ver con una joven alfa de origen japonés. Tiene entendido que debido a las lesiones y hematomas que tiene en el rostro, el cual se encuentra sumamente inflamado, ha sido imposible usar las aplicaciones de reconocimiento facial. En el callejón donde fue encontrada no hubo rastro de identificación o pertenencia alguna.
Espera que sea un caso que no los lleve tan lejos.
Al investigar las fechas que fueron ocurridos los ataques, ambos concordaron con los viajes fuera del país del chico, lamentablemente no se pudo seguir sus pasos debido a que todo lo pagó en efectivo. Dejando de lado que en donde fueron encontrados los cuerpos no había cámara de seguridad alguna que lograse captar lo sucedido, es por ello por lo que detesta muchísimo las normas en ZM y ZV.
Realmente espera que aquello termine rápido, más por lo incomodo que se ha vuelto el tener que verse con quien sabe de la investigación.
— Midoriya —la voz de su capitán, Aizawa, lo hace salir de su ensimismamiento. Aparta la mirada de la fotografía y la coloca a ciegas nuevamente en el escritorio, voltea a ver a su capitán y este le observa desde el umbral de la oficina—, el joven Todoroki se encuentra en la entrada del edificio.
— ¿De nuevo?
— ¿Le has dicho que deje de venir? —hace una mueca— Creo que no.
— Él solo está preocupado por su mejor amigo.
— Sí, lo sé, pero es imprudencial que lo haga —Aizawa suspira, se lleva ambas manos a la cabeza y se sujeta el cabello en una coleta baja, usando la liga que mantenía en la muñeca izquierda—. Ve con él y díselo.
— Sí, lo haré.
Desliza un poco la silla hacia atrás para poder ponerse de pie sin ocasionar un caos con ella, organiza de forma rápida los papeles y fotografías sobre su escritorio, y toma la bufanda color blanca que descansaba en el respaldo de su asiento. No es que haga mucho frio en marzo ni mucho menos, pero suele haber momentos en donde los vientos traicionan y traen consigo una helada que hace enfermar a cualquiera.
Cuando las puertas del ascensor se abren, la primera imagen que le muestran es a Shoto Todoroki con dos vasos desechables que humean, uno en cada mano; viste de camisa color lila y pantalón de mezclilla negra, uno que se ajusta muy bien en la parte de los muslos, pero suelta en las pantorrillas y, bueno, se ve bien.
Demasiado.
— Buenos días, Midoriya —saluda Shoto, extendiéndole uno de los vasos cuando se coloca frente suyo—, espero le guste.
ESTÁS LEYENDO
Un Alfa Para Ti (KiriBaku)
FanfictionEn los barrios bajos todo puede ocurrir, desde un amor entre un detective y un bailarín exótico hasta los asesinatos más despiadados y turbios que alguna vez la ciudad escuchó hablar, sin embargo, esta historia no se enfoca ahí. Todo empieza en los...