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Al terminar de quitarse las pesadas botas, se deja caer en la silla blanca vistiendo únicamente el calzoncillo blanco y suspira cansado, voltea a ver a sus compañeros y si de ellos sigue saliendo humo, seguramente de él también. Ha sido un incendio muy aparatoso dentro de una maquila, algo que raramente ocurre en la ciudad y es por esa razón que encontraron muchas cosas que los hicieron enojar.

Las puertas de salida de emergencia estaban bloqueadas con materiales y basura, los extinguidores no estaban a la vista y ningún trabajador estaba enterado en lo más mínimo de qué hacer en caso de un incendio. Tetsu estuvo a punto de romperle la nariz al jefe.

¿Alguien está interesado en beber? —la pregunta hecha por el capitán los hace enderezarse y voltear a verlo, luce enojado— Vamos, son jóvenes, espero un sí al menos para usarlo como excusa.

Yo —Shinji levanta el brazo, haciendo una mueca—, solo si me permite llegar tarde mañana.

Concedido. Vámonos.

¿Y mi papá? —pregunta, poniéndose de pie y caminando hacia el armario donde guarda sus ropas.

Tranquilo, Eijiro, nosotros vamos también —su padre ingresa al lugar cargando a la tortuga de la estación, la cual parece cómoda al ser sostenida correctamente—. Ya va siendo hora de que tú y yo bebamos juntos.

Amaría que mi padre me dijera eso —señala el peliplateado de filosa dentadura.

El bar a donde suelen ir cuando el capitán tiene un pésimo día se llama "BlackHorse", la música que suena es coutry y como atracción principal un toro mecánico se encuentra en el medio, rodeado de mesas altas de madera y paja. Es muy ¿rancho? ¿feria de pueblo?

Él adora muchísimo ir ahí, dejando de lado la convivencia con sus compañeros, capitán y padre, sé considera muy bueno montando el toro mecánico, ya que cuando van no es raro que suba hasta tres veces.

Suelta la carcajada al ver a Tetsu caer al suelo en un brusco movimiento hecho por el juego mecánico, levantando tierra y heno colocado en un área prudente para suavizar el golpe.

¿Nunca se rinde? —el capitán niega con la cabeza— Yo ya no juego a eso, mi cadera ya no está para esos juegos.

Le tengo tanta lástima a tu esposa —el comentario de Shoji hace reír a su padre y él niega con la cabeza, tomando la botella de cerveza oscura—, aunque es un poco hipócrita de tu parte decir eso cuando eres el capitán que levanta bases de cama o escombros como si no pesaran nada en absoluto.

Eso es diferente. La adrenalina del momento hace a uno hacer cosas asombrosas, pero cuando se acaba, Dios, qué dolor más insoportable.

Totalmente de acuerdo contigo —Lev choca el tarro lleno de cerveza con el del capitán, haciendo reír al hombre.

Vamos, Eijiro —Tetsu se encamina a ellos, pasando el brazo derecho por los hombros—; te trajimos a beber y solamente la estás calentando.

Hace una mueca ante eso, ha sido descubierto; él pensando que estaba logrando salirse con la suya. Suspira y da trago a la oscura cerveza, una que se mantiene fría gracias al tarro, ya que, en vez de usar hielos, los de BlackHorse prefieren meter en heladeras los envases. La burbujeante bebida hace hacer una mueca, la sensación que crea contra su lengua, pasando por su garganta es sumamente extraña.

No se parece a nada que haya tomado, ni siquiera al agua mineral.

Al alejar el tarro de su boca, empieza a toser y eso hace reír a sus acompañantes, más a su papá, quien le palmea animadamente la espalda.

Un Alfa Para Ti (KiriBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora