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Su madre toma lugar al lado de él con Blasty en el regazo, hace media hora que Bakugo se fue y él ya lo echa muchísimo de menos, aunque no tampoco es que pueda soportar por más tiempo su presencia. Está asustado, vulnerable y enojado, quiere salir corriendo al karaoke y cantar canciones de The Hu con el fin de dañarse la garganta con la excusa de ser fan de su música.

Hay cosas que ni siquiera ha podido digerir tal cual debido al poco tiempo que le han dado para darle una sorpresa más, es muy poco lo que le dan para procesar los detalles y lo que puede eso significar para el futuro, el cómo piensa solucionar si es que se presenta un problema respecto a ese tema... No es capaz de alterarse más, los medicamentos vuelven a desconectarlo y la calma vuelve a invadirlo.

Odia estar medicado.

Toma del regazo de su madre a Blasty, acariciando a su armiño albino, el cual se remueve y le mordisquea los dedos, claramente enojado por no haberlo visto por dos días.

Se siente mal por eso.

— Lamento haberme emocionado por tener un nieto —la disculpa de su madre lo agarra por sorpresa. Voltea a verla y ella frunce los labios, antes de soltar un suspiro—. Tu padre y yo por muchos años hemos querido una familia grande, ya que tus abuelitos paternos ya no están con nosotros y porque mis padres... bueno, no existimos para ellos.

— Mamá, por mucho tiempo yo me culpe por la distancia de los abuelos y tuya —confiesa, recordando el desagradable momento que vivió en una de las fiestas de los Todoroki, donde nació su inseguridad hacia su dentadura—, tal vez si yo no hubiera nacido, ellos no te habrían exiliado.

— Tus abuelos me dejaron fuera desde que yo fui tras tu padre, ellos se lo pierden. Mis dos hombres son encantadores, hermosos y respetuosos... ¿Has cambiado el tema apropósito?

— Tal vez.

— Bebé, no tienes qué hacerlo. Solo di que no quieres hablar del tema y lo pasamos.

— Es que me siento raro diciendo "mi hijo".

— No lo digas así entonces; llámalo Yoichi, ese es su nombre y puedes usarlo, porque estoy segura que no quieres llamarlo "mi hijo" debido a que no lo sientes así y es entendible, te has enterado hoy de algo que ocurrió hace siete años. Es aterrador.

— Lo es.

— Pero es lindo.

— Sí —sonríe, negando con la cabeza—, es muy lindo. Amigable, social y, bueno, creo que se nota que fue educado por Touya.

— Sin duda es una gran mamá.

— ¿Realmente qué piensas de Bakugo? —pregunta después de unos segundos en silencio, echando la cabeza hacia atrás para apoyarla en el respaldo del sillón— Sé que no es delicado cuando habla, tampoco es muy hablador de todas maneras.

— Pensé que no ibas a notarlo.

— Soy consciente.

— Y aun así estás hablando de él con una sonrisa en los labios —comenta su madre, pellizcándole la mejilla. Le libera un par de segundos después, apoyando la cabeza en su hombro—. Es guapo, tiene una estatura atractiva y sus ojos son muy bonitos, su lengua es mordaz, pero sus gestos contigo son dulces. Te ha estado cuidando, ¿verdad?

— Sí, él ha sido muy atento conmigo —suspira—. Se supone que yo debía de cuidarlo y resultó ser al revés.

— ¿Cómo?

— Un acosador estaba tras Bakugo, por su trabajo de fotógrafo y fue Shoto junto con el detective Midoriya quienes me pidieron cuidarlo, ellos dijeron que necesitaban algo llamativo para que se acercara a atacar y pudieran atraparlo —voltea a ver a su madre, quien no ha dicho palabra alguna por más de un minuto, y ella se encuentra con el ceño fruncido—. ¿Qué pasa?

Un Alfa Para Ti (KiriBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora