En donde Luzu y Quackity van a minar... Y se encuentran con algo muy extraño, sin embargo... Gracias a un descuido Luzu termina en un lugar muy poco... Deseado.
-Se shippean cubitos.
-¡K!Luzu × C!Quackity/K!Quackity!
-Otros leves shipps secundario...
Quackity comía entusiasmado sus hotcakes, asegurándose de parecer lo más serio posible- fallando en el intento-, esto mientras Luzu le veía disimuladamente, se sentía completamente orgulloso, pues, se veía muy... Lindo... Le recordaba a su Quacks... Siempre después de haber comido el dichoso desayuno le decía que le había quedado "de puta madre" al igual que tenía un brillo inocente en sus ojos.
Luzu sin decir nada o hacer nada se intentó retirar del lugar, pues no quería incomodar- y ganarse un problema por ello- al de mayor estatura, sin embargo, cuando terminó de colgar el mandil blanco en donde estaba y estando a punto de salir de la habitación oye una pregunta.
—¿Tú no vas a comer?.
Luzu, extrañado, volteó a verle.
—N-no... No gracias, no tengo hambre.
Dijo, haciendo que Big Q frunciera el seño, abriendo la boca para reclamar, siendo callado de inmediato por un ruido un tanto... Raro.
Luzu estaba que se moría de vergüenza.
Su panza acababa de gruñir.
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Por otro lado, en Karmaland.
Quackity estaba sentado en uno de los bloques del portal apagado, hablando con "Luzu"... O eso queriendo pensar.
Solo había pasado un jodido día y ya sentía tristeza al saber que Luzu no estaba ahí con él.
—Lusu... Vuelve, los niños te extrañan...
Dijo, con una sonrisa... La cual poco a poco se volvió amarga...
Subió ambos pies a el bloque en donde estaba sentado, abrazando los mismos y escondiendo su cabeza entre ellos...
—Pinche Lusu... Te extraño un montón, wey...
Y sin querer lágrimas empezaron a caer.
—Eres bien culero... Tanto que me costó darme cuenta de que me gustas, y justo cuando te iba a pedir ser mi chavo me sales con estas mamadas...
E intentó secarse las lágrimas con la manga de su suéter, pero seguían saliendo.
—Lusu... Dónde sea que estés... No quiero que te hayas muerto, ¿Eh?... Porque si no, sí te parto tu madre... No tienes derecho ni de morirte ni de nada de eso antes de que nos casemos, tengamos una familia de patos y una casita con jardín...
Dijo alzando la vista viendo un poco aquel bloque raro del portal.
Entonces su mente se llenó de determinación. No, no esperaría. Vegetta quiera o no, él haría hasta lo más pendejo por traer de vuelta a Luzu o estar con él.
No podía estarse lamentando todo el tiempo y no hacer nada al respecto, ¿Qué importa si Vegetta se enoja?, De todos modos el único que respetaba las órdenes del triple siete era Luzu.
