Quackity From Karmaland.

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—Está... ¿Cerrado?-

Dijo el castaño, a la par que veía a el casino con una mueca de confusión muy expresiva. 

—¿No sé supone que es de día aún?... Incluso a penas va a anochecer... ¿Por qué cerraría el casino antes?.-

Se preguntaba mientras se dirigía a la puerta trasera del establecimiento, esperando que esta esté abierta, pues... No tiene ni alguna llave ni alguna forma para comunicarse con Big Q... Y hablando de él.

—¡Puta madre!.-

Gritó para luego patear, exagerando un poco la fuerza, una silla de madera que se encontraba por ahí, tirándole y mandándole un poco lejos de su lugar original.

Pero, ¿Por qué estaba enojado?. Es fácil. Quackity From Las Nevadas había descubierto algo...

Por mera casualidad había ido a ver el portal, esto al sentirse amenazado por el chico de extraña máscara, el cuál obviamente no era Mexican Dream, encontrándose con la  sorpresa de que, el portal el cuál debería estar desactivado, por dónde llegó Luzu a su mundo, estaba encendido, solo habiendo una explicación para ello.

Quackity De Karmaland había logrado ingresar a su mundo.

No sabe cómo logró hacer que Karl le diera los bloques restantes del portal, ni siquiera sabe cómo fue que él se dio cuenta de que faltaban dos bloques ¡O de la simple y mísera existencia de Karl Jacobs en su mundo!. Lo único que sabe es que no le gusta para nada esto.

Big Q había dado por tonto a su contraparte, pensando que era un niño tontito que solo buscaba ser una zorra y divertirse poniendo minas... ¡O simplemente es mucha la casualidad!

—Pero no puede ser... ¡Son demasiadas cosas como para ser una casualidad!.-

Desesperado gritó, daba gracias de que todas las paredes de su casino eran Anti ruido, por así llamarles.

Y si se preguntaban, ¿El portal seguía abierto? La respuesta es sí. Definitivamente el portal seguiría abierto, o por lo menos hasta que el azabache más alto esté seguro de que su contraparte más idiota-no lo es- regresé a su dimensión... Dejándole aquí al castaño.

—Entonces prácticamente secuestré indirectamente a un chico, mismo que tenía una tonta parejita, la cual me parecía estúpida, pero no, ¡Que sorpresa! Resultó que su noviecito tiene una inteligencia mayor a la que aparenta y ha venido en busca de mi Luzu, para llevárselo y dejándome solo otra vez. ¡Para siempre!. ¡Y a parte de eso ganó en mi casino mucho dinero!-

Exageró un poco sus palabras, aunque en sí la mayoría era verdad... Esto mientras un tic en sus dedos de mano derecha aparecía... En serio estaba enojado.

Y nadie quiere ver a Big Q enojado.

Por otro lado Luzu suspiraba aliviado, la puerta trasera estaba abierta, junto a ella una nota que decía.

"Cuando regreses cierra con seguro.

-ordenes de Big Q"

Y bueno, así lo hizo.

Subió las escaleras hasta el último piso, pues en realidad tenía adrenalina en el cuerpo y quería gastar lo más rápido posible la misma.

Subiendo corriendo rápido llegó, sin embargo... Al estar a punto de entrar a su habitación escuchó un pequeño ruido seguido de un grito de furia, podía distinguir.

El sonido no fue muy fuerte, pero si audible... O por lo menos para Luzu, quien poseía la mayoría de sus sentidos agudizados, por no decir que todos.

En Otro Universo || Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora