Charlie.

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Luzu estaba más que atónito... Para luego sonreír. ¡Su Quacks está aquí!

El castaño estaba a nada de salir corriendo hacia su cuarto, por su mochila, sin embargo una pequeña pulsación de dolor en su pecho le hizo parar, indicándole que algo olvidaba... Y para su sorpresa reaccionó más rápido de lo esperado, volteando a ver directamente al híbrido que sentó en su silla y recargó en su escritorio, mismo que estaba dormido.

-Ya que...

Dijo "quejándose" a la par que se acercaba al chico, para luego, a cómo pudo, recargarlo en su espalda, y llevarlo hacia su habitación... Pues aún no sabía dónde es que se encontraba el cuarto se Big Q.

Llegó y dejó al menor acostado en su cama, no pudiendo evitar como este seguía dormido... De cierta manera le recordaba a su Quackity, ambos tenían el sueño muy pesado, y no se diga ahora... Con esa poción que le ha dado puede incluso no despertar en seis horas... Pero si Big Q es como su Quackity no despertará hasta en diez.

Le miró dormir... Jamás había visto a Big Q con un rostro tan pacífico... Incluso le transmitía calma.

Luzu sonrió, no podía evitar el encariñarse con en azabache... Después de todo, es su Quackity... Y a el híbrido una vez juró quererle cómo sea que fuera... Esto en el momento en que Quackity De Karmaland le mostró por primera vez su rostro, dejándole ver aquella cicatriz que tanta inseguridad le causa al mexicano... Y el pensaba cumplir su juramento.

Con una sonrisa plasmada en su rostro, Borja, se acercó un poco a Big Q y depositó un pequeño beso en la frente del mismo, no sin antes acomodar unos pequeños cabellos rebeldes que se hacían en la frente del chico... Para luego darse cuenta de algo.

Big Q seguía llevando aquel baeni en su cabeza... Una mueca se hizo presente en su rostro.

Sí, era muy importante tomar el comunicador de su mochila y ver si servía, esto al saber que Quackity De Karmaland se encuentra en la misma dimensión que él... Pero, por otra parte... Quackity jamás le dejó ver su cabello... O por lo menos no por completo.

Y ahí estaba, intentando decidir... Ver el cabello de Quackity, o por lo menos de un Quackity... O ir a tratar comunicarse con el otro híbrido.

—"... Supongo que ver el cabello no será... Tardado."-

Pensó, viendo la cabeza del otro... Acercando un poco su mano... Esto hasta llegar al lugar mencionado... Sintiendo la tela del gorro en las yemas de sus dedos... Para luego tomar la misma entre ellas... Quitando poco a poco aquello que le impedía conocer el resto de los mechones del otro...

Sonriendo ampliamente y sus ojos pasando a ser un color azul al ver el resultado... No entiende porque el chico tiene una obsesión por no dejarle ver aquella parte de él...

E iba a seguir admirando aquello, incluso pensó en acostarse con su Quacks para dormir a su lado, no pudiendo, pues, recibió un golpe mental por parte de si mismo, regresando a la realidad de golpe... Cómo si de un momento a otro le hubieran vaciado encima una cubeta llena de agua helada.

Sus ojos nuevamente eran rojos.

—"debo investigar porque mierda pasa esto."

"Enlistó"  mentalmente para luego bajar de la cama y salir del cuarto, no sin antes ver de reojo al chico dormido en su cama.

Con una última sonrisa Se dirigió hacia la oficina de Big Q, en donde había dejado su mochila...

La buscó con la mirada, encontrandola y de inmediato llendo hacia ella.

En Otro Universo || Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora