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Akutagawa llenaba más de una canasta con accesorios, pañales, ropa y cosas para bebé, por órdenes de Chūya. No comprendía bien la situación, ni mucho menos sabía porqué ese bebé se parecía tanto a él, y porqué presentía que tenían algo que ver.

— Te ves muy emocionado, Akutagawa. Llevas tres paquetes de pañales, cinco trajes miniatura, catorce pares de calcetines, siete pares de guantes, cinco botes de leche en polvo, tres biberones... Hmm, te tomaste muy enserio el papel de padre.

Decía Chūya, sonriendo con diversión. Notaba lo concentrado que estaba el azabache eligiendo las mejores cosas para ese desconocido bebé.

— Chūya-san, ya dime. ¿Qué tiene que ver ese niño conmigo y quién es "él" virgen?

Cuestionó serio. Chūya carraspeó un poco y posó una de sus manos sobre un hombro de Akutagawa, mirándolo a los ojos. Algo estaba o no estaba bien, Ryūnosuke podía notarlo.

— ¿Qué sucede?

— Akutagawa, lo que te voy a decir es serio y es real.

— Estoy listo para escucharlo.

Hubo un silencio de segundos, hasta que Chūya se atrevió a proseguir con la conversación, teniendo la autorización de los miembros de la agencia y de Atsushi.

— Tu habilidad y la habilidad del Tigre Lunar de Atsushi Nakajima, son muy especiales. Verás, son capaces de hacer de las suyas al ser fusionadas y... Cómo resultado, hay un bebé de por medio. Un hijo tuyo y del chico tigre, Akutagawa. Un bebé que no necesitó de sexo para que sus padres lo engendraran.

Akutagawa sintió cómo su corazón se detuvo durante segundos. Tuvo un ataque de tos con sangre, acompañados de fuertes mareos. Por suerte, pudo detenerse con un estante de al lado y Chūya también lo auxiliaba.

— Oye, no es tan grave... Sé que te gusta el chico tigre y tú le gustas a él...

— ¿Le gusto a Jinko? ¿Yo?

Estaba confundido, jamás pensó escuchar eso. Ahora quería saber más. Por alguna razón, le agradaba saber que Atsushi gustaba de él.

— ¿D-Dónde está Jinko y ese bebé en este momento, Chūya-san? Si ese niño es hijo de dos habilidades, su habilidad será la mejor de todas.

— Calma, Akutagawa... No podemos precipitarnos a ir. La agencia está...

— ¿Qué dirá Gin? ¿Qué dirá mi abuela y todos en la Port Mafia? Yo... No quiero que nadie se entere de que tengo un hijo y mucho menos con Jinko, Chūya-san.

Tranquilo. Sólo los de la agencia son los únicos en saberlo y no lo dirán. Sería problemático para la mafia que uno de sus ejecutivos sea padre, pues la mafia suele estar en problemas y podrían usar al niño para atacarnos con mayor debilidad.

★*★*★

Akutagawa pidió ir a ver a su hijo una vez que Atsushi se había quedado solo, sin ninguna compañía que no fuera Dazai y el bebé.

Entró con todas las bolsas de las compras y las dejó sobre el suelo, caminando avergonzado y con gestos de frialdad hacia la cama.

— ¿A-Akutagawa? ¿Qué haces aquí?

— Vine a ver a mi hijo y a hacerme una prueba de paternidad con él.

Al descubrir el rostro del niño y parte de su cabello, su idea sobre la prueba de paternidad se había ido. Aún le era difícil de creer lo de la fusión de habilidades, pero ¿De qué otra manera pudo haber Sido? Si nunca tuvieron relaciones sexuales.

— Se llamará Haruo. ¿Te gusta?

Akutagawa no dejaba de revisar al recién nacido, por si le encontraba un defecto que podría arreglar a tiempo.

— No es feo. Jinko.

— ¿Si?

— Vamos a casarnos mañana.

— ¡¿Ehhh?!



BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora