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Finalmente regresaron a casa. Dazai había sido llevado con ellos, y ahora tenía una nueva habitación y una cómoda cama donde dormir.

—Esta será tu habitación, mamá Dazai. No tiene muchos muebles todavía pero mañana iré por los demás.

—Está bien, Ryū. La cama y el mueble para la ropa es lo único que necesito. Gracias por darme un techo.

Atsushi y Ryūnosuke le ayudaban a acomodar sus cosas en el mueble, ya que Dazai debía seguir guardando reposo, aun cuando su bebé crece fuera de él en ese vientre artificial.

—Dazai-san, ¿por qué siempre viviste en aquella casita tan vulnerable? Me resulta un poco extraño...

Dazai no tenía una respuesta inmediata para esa pregunta. Prefirió no contestar, y sólo sonreír en silencio. Desempacaba su ropa de las maletas para acomodarla en el mueble.

Ryū-kun, Atsushi-kun, ¿Qué les gustaría que fuera el bebé? ¿Niño o niña?—. Preguntó sonriendo, para cambiar el tema de conversación.

—Si es un niño, podría jugar con Haruo cuando sea un poco mayor.

Opinó Atsushi, imaginando lo lindo que sería.

Yo quiero que sea niña. Me gustaría tener una hermanita para ayudarte a hacerle peinados, ponerle accesorios y que use vestidos.

Ahora fue Ryūnosuke quien habló, con el deseo de convertirse en un hermano mayor para una niña.

Dazai sonreía, hasta que recordó a cierta personita que no se encontraba con ellos en casa.

—Chicos, ¿dónde está Haruo-kun?

La pareja se miró entre sí, con asombro entre ellos. Lo habían olvidado.

I-Iré por él, Atsu.

Akutagawa salió apresurado con destino a la Agencia de Detectives Armados. Se habían concentrado tanto en la salud y el bienestar de Dazai, que olvidaron recoger a su hijo antes de ir a casa.

Al llegar a la Agencia, Kyouka salió con una mochila con las cosas del niño, mientras que Tanizaki, acompañado de Naomi, traían a un dormido Haruo en sus brazos.

—Lo siento. Se nos hizo muy tarde.

—¿Dazai-san está mejor?—. Cuestionaron los tres, casi al mismo tiempo, mientras le entregaban la mochila a Ryū y éste la acomodaba dentro de su auto.

—Lo está. Pero debe guardar reposo suficiente aún cuando mi her... su bebé está creciendo en un vientre artificial ahora.

Respondió serio. Haruo fue puesto en sus brazos, quería besar su frente pero se negaba a demostrar muestras de afecto, amor y cariño frente a los demás. Quería seguir pareciendo un hombre de corazón frío y sin sentimientos.

—Dile que tenga los cuidados necesarios para su recuperación—. Dijo Junichiro.

Iremos a visitarlo pronto—. Añadió Naomi.

—Le diré eso de mi parte.

El azabache recostó al menor en el asiento de atrás, colocando un barandal ensamblable que el mismo vehículo traía, para así evitar que el niño cayera del asiento mientras estaba dormido.

—Bien—. Sacó su billetera para pagar a las chicas por el cuidado de Haruo.

—Gracias por cuidar a Haruo. Me retiro.

♡***☆***♡

Minutos más tarde, al llegar a casa...

Ryūnosuke traía a un dormido Haruo en sus brazos, llegando hasta el dormitorio donde Atsushi ya estaba acomodando la cama del niño.

—¿Y mamá?

—Se quedó dormido, al igual que Haruo.

El mafioso cubría con su cobertor al bebé azabache, y finalmente pudo darle ese beso tierno que estaba pendiente.

—Descansa, mi niño hermoso.

Atsushi sonreía tierno, con un ligero rubor en sus mejillas. Amaba ver a Ryūnosuke siendo un padre y un esposo con personalidad totalmente contraria a la que mostraba a los demás.

Atsu—. Sujetó una de las manos del chico tigre y lo encaminó hacia la puerta de la habitación, caminando un poco más y llegando al cuarto de baño.

—¿Eh?

—Vamos a darnos un baño juntos.

Propuso. Atsushi se sonrojó al instante, era la primera vez que su esposo le proponía algo como eso, y no podía dejar de imaginar algo más allá de un simple baño en pareja.

P-Pero... está helada el agua de la tina.

—Te agradará. Vamos.

Una vez adentro, cerraron la puerta con seguro y entraron a la tina. El agua estaba templada, y Ryūnosuke activó la función de burbujas y espuma en opción lenta.

Ambos estaban sentados uno frente al otro. Hasta que el azabache se aproximó al albino y le sonrió con travesía.

—¿Ryū?

—Nunca lo hemos hecho en la tina ¿verdad? Creo que esta será nuestra tercera vez en general.

El momento pasó de ser tímido a incómodo, a ser apasionado y lleno de amor. De nuevo, se entregaron uno al otro, olvidando todos sus problemas y preocupaciones.

—M-Me tomaré la pastilla más tarde, Ryū...

—¿Y si intentamos darle una hermanita a Haruo?

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⏰ Última actualización: Mar 22 ⏰

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BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora