BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]

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Al día siguiente y después de saber la nueva noticia, Dazai había ido a la sede de la Port Mafia a molestar a Chūya. Tenía la necesidad de contarle sobre el bebé de Atsushi y Akutagawa, y pedirle sus consejos sobre decirle o no al padre del bebé.

Que la Port Mafia se enterara de la existencia de un bebé de ambas organizaciones sería un gran problema, pero para Dazai, Akutagawa tenía derecho de saberlo, aún cuando se niegue a aceptarlo y hacerse cargo de él, ya que no fue algo planeado por ninguno de los dos, sino, el producto de la fusión de habilidades.

— Chūya.

— ¿A qué vienes? Sabes que no eres bienvenido en este lugar, Dazai.

Respondió frío y cortante, viendo cómo Dazai caminaba hacia él con toda la confianza del mundo, como si estuviera en su propia casa.

— Tenemos un pequeño y gran problema en la Agencia.

— ¿Y eso me importa?

— Chūya, escucha esto. El problema también es de la Port Mafia. Rashōmon y el Tigre Lunar de Atsushi-kun se fusionaron unas veces en las misiones pasadas. Ellos trabajaron juntos, ¿lo recuerdas?

— Sí. ¿Y qué con eso? ¿Vas a decirme ya, sino para dejar de perder el tiempo contigo?

Chūya no tenía una misión o algo que hacer en ese momento, pero la presencia de Dazai le incomodaba al punto en que quería tenerlo alejado de él, lo más posible. Lo amaba y admiraba en secreto, pero no quería demostrarlo por orgullo. Lo mejor sería evitarlo.

— Las habilidades... Dieron frutos.

— ¿Eh?

El castaño se aproximó un poco más a uno de los oídos de Chūya para decirlo en voz baja.

— Atsushi-kun está embarazado siendo virgen. Por culpa de la fusión. Akutagawa es el padre del bebé. Nos lo dijo un especialista en habilidades fusionadas. El Tigre Lunar y Rashōmon son las únicas habilidades que, juntas, pueden lograr un bebé. ¿Qué hacemos, Chūya? ¿Debería decirle a Akutagawa?

— ¡No! Akutagawa no debe enterarse... Ni la Port Mafia. Al menos no por ahora. Es ridículo, es absurdo lo que dices. Es difícil de creer.

— No miento. Incluso traigo las pruebas de Atsushi-kun.

★*★*★

Mientras tanto, en la Agencia de Detectives Armados...

Kyouka, Yosano, Kenji y Naomi, atendían en excelencia a Atsushi, como si se tratara de un enfermo. El albino se sentía extraño con tanta atención.

Kyouka le llevó galletas, cuidando
que Ranpo no se las comiera antes de decorarlas.

Naomi acondicionaba el lugar para un mejor ambiente, creyéndolo el hogar de Atsushi.

Yosano le daba sus recomendaciones médicas y cuidados especiales.

Kenji le llevaba bocadillos para compartir.

— Chicos... Estoy bien. Sólo... Me gustaría saber dónde está Dazai-san.

En ese momento, Junichiro entra asombrado a la habitación donde Atsushi descansaba.

— A-Atsushi... A-Akutagawa está aquí. Dice que tiene un asunto pendiente contigo.

Todos voltearon sorprendidos, notando el ligero sonrojo en las mejillas de Atsushi, quien se sentía nervioso por no saber a qué se refería Akutagawa.

— ¿A-Akutagawa?

— Sí. Él se ve molesto.