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La familia fue de visita a la cabaña, el hogar de la abuela de Ryū, para escuchar esa solución tan mencionada de la que hablaba. Una solución que evitaría la creación de bebés después de fusionar las habilidades de Rashōmon y el Tigre Lunar en misiones de la Port Mafia y la Agencia de Detectives Armados.

Haruo se entretenía mirando el lago al exterior de la cabaña, no muy alejado de sus padres.

— ¡Bienvenidos, mis amores! Han crecido mucho. El bebé ya camina también.

Saludó felizmente. Atsushi sonrió tímido, recordando que la última vez que él y Akutagawa fueron a visitar a la abuela, Haruo se había quedado en la Agencia de Detectives, y no pudo ir con ellos.

— Haruo tiene un año y medio, abuela. Haruo, salúdala. Es mi abuela, y tu abuela también.

Akutagawa dió un pequeño empujón al niño, acercándolo hacia su abuela para que pudiera saludarlo.

— Papi, ella... ¿Mi abela?

Preguntó dudoso, él jamás tuvo una abuela, ni siquiera sabía qué era tener una abuela. El mafioso se agachó un poco para levantar al menor en brazos y así, evitar que la anciana se agachara.

— Sí, Haruo. También es tu abuela.

— Ahora sí puedes responderme aquella pregunta, Ryū-chan—. La anciana tomó al niño en brazos y besó una de sus mejillas con mucho cariño. Haruo no apartaba su vista de sus padres, sobretodo de Atsushi.
Hace tiempo te pregunté: ¿Cómo serías si fueras padre? No pudiste responderme. Solo me dijiste que no estaba en tus planes y...

Lo recuerdo. No hace falta mencionarlo.

Atsushi podía apreciar ese ligero rubor en las mejillas de Ryū, era tan lindo para él. Recordaba la noche anterior y la primera vez, después de casi dos años, donde pudieron disfrutar de momentos amorosos y apasionados. Su nerviosismo fue disminuyendo conforme se iba dejando llevar.

Estaba perdido en sus pensamientos y sonrojado cuando...

— Jinko. La abuela dijo que cuidaría a Haruo mientras nosotros tenemos un momento a solas.

La voz de Akutagawa lo sacó de sus pensamientos, y más, al sentir que el mafioso tomó una de sus manos y entrelazaron dedos.

— ¡¿Ehh?! ¡¿C-Cuándo?!

Respondió nervioso. Su corazón se aceleró. Tenía pensamientos extraños. Desde esta mañana, había estado más callado de lo normal, al no saber qué decir o hacer frente a Akutagawa después de lo sucedido anoche.

— Vayan, Jinko-chan, Ryū-chan. Ustedes necesitan su tiempo de pareja también. Puedo cuidar a Haruo-chan mientras regresan.

Se ofreció amable. El bebé azabache ya se encontraba en brazos de su abuela, más tranquilo que antes.

— N-No se preocupe, seguramente Akutagawa no querrá ir conmigo a...

— Sí quiero, Jinko. Te llevaré a mi único lugar favorito de mi infancia. Es aquí cerca.

Contestó serio. Estaban por retirarse, cuando la anciana recordó a lo que habían ido.

— Chicos, estos brazaletes son los que impedirán embarazos al fusionar sus habilidades. Son cien por ciento efectivos, sólo no olviden usarlos siempre.

Se los entregó a ambos. Los brazaletes poseían un diamante que se iluminaba cuando las habilidades de Rashōmon y el Tigre Lunar iban a fusionarse.

— Gracias, abuela. Y estos... ¿También impedirán embarazos en caso de relaciones?

Preguntó avergonzado, pero se mantenía con una actitud seria e indiferente.

— Ryū, eso entre ustedes es imposible. No debes preocuparte.

*★*★*★*

Habían ido a un lugar solitario, pero con hermoso paisaje lleno de naturaleza. Estaba rodeado de arbustos que impedía la vista hacia afuera.

La abuela de Ryū los llevaba a él y a Gin cuando eran unos niños, hacían picnics y se divertían mucho.

— Este lugar es hermoso, Ryū. Debimos traer a Haruo...

— Lo traeremos después, Atsu.

El azabache se situó frente a él, y posó ambas manos sobre los hombros de Atsushi, mirándolo fijamente a sus ojos.

— Te amo, Jinko.

Se acercó lentamente, al mismo tiempo en que ambos cerraban sus ojos hasta juntar sus labios. Era un beso tierno, que comenzaba a volverse apasionado.

Se separaron.

— Atsu, ¿lo hacemos aquí?

— ¿Eh? S-Suena riesgoso... ¿Y si alguien nos ve?

— Nadie conoce este lugar y no hay nadie detrás de los arbustos. Será una nueva experiencia.

BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora