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Mientras tanto, en la agencia todos estaban preocupados. Atsushi no regresaba, se había ido con Akutagawa y sin llevar su celular.

Dazai regresó a la agencia y con una actitud de confianza. Sabía que todo estaría bien, pues Chūya, le contó de los planes de Akutagawa y no eran nada malos. Al contrario, si Akutagawa se reunía con Atsushi, las posibilidades de criar al bebé juntos eran cada vez más altas, las mismas que de terminar enamorados.

— Dazai-san, Akutagawa se llevó a Atsushi-san hace un rato.

Informó Kenji con temor. El castaño sonrió y tomó un lugar en el sofá donde acostumbraba a recostarse.

— ¡Oye! ¡Acabas de llegar y ya vas de holgazán, Dazai!

Gritó Kuninida, golpeando la cabeza de Osamu con un periódico. Estaba harto con la actitud de Dazai, y estresado con sólo pensar en que un bebé estaría en la agencia dentro de unos meses, llorando y ensuciando pañales.

— Calma, Kunikida-kun. Necesito descansar. ¿Sabes? No podré descansar más adelante cuando nazca mi nieto. Me iré a vivir con Atsushi-kun si el padre no se hace responsable de algo que... No es responsable en realidad.

— ¡¿Cuál nieto, idiota?! ¡El hijo del mocoso no será tu nieto!

— Lo será. Veo a Atsushi-kun como mi hijo y Chūya a Akutagawa. Así que ambos seremos los abuelos amorosos del bebé. Se llamará...

— ¡¡DAZAI!!

— ¡Me gusta ese nombre! Aunque es apellido...

De nuevo, molestando al rubio de los ideales con su presencia.

★*★*★*★

Mientras tanto, en la cabaña...

El tan amado Chazuke le había ocasionado náuseas al final, cuando estaba por terminarlo. Sentía asco y muchas ganas de vomitar, así que, se levantó de su asiento y salió un poco al exterior de la cabaña, en un lugar adecuado donde deshacerse de su molestia.

— Abuela, Jinko es un maleducado. Le gusta el Chazuke, pero no sé porqué va a vomitar.

Dijo con preocupación, mirando desde lo lejos que Atsushi tenía dificultades allá afuera.

— Cosas de la vida, hijo.

Dijo la abuela con una sonrisa tierna.

— Ryū-chan, ¿cómo serías si fueras un papá?

La pregunta lo sorprendió bastante. ¿Por qué en ese momento su abuela le preguntaba algo tan inusual?

— No puedo saberlo, abuela. No quiero hijos.

— ¿Enserio? Yo creo que serás el mejor papá que un niño pudiera tener.

La manera en que la anciana lo afirmaba, le asustaba un poco, estaba confundido. Atsushi regresó a su asiento sintiendo malestares, pero hacía intentos por controlarlos.

— Jinko. ¿Te sientes muy mal? Estás muy pálido. Mi abuela sabe remedios para cualquier síntoma que tengas.

— Sólo... Son mareos. Pero Yosano-san ya me está dando medicamentos.

Rió nervioso. Todo en su vista comenzó a dar vueltas y a volverse de color negro, hasta quedar inconsciente.

— ¡¡Jinko!!

★*★*★*★

Al despertar, se encontraba sobre un futón en el suelo, dentro de una habitación desconocida. Cubierto con un cobertor suave.

A escasos dos metros de él, un joven azabache durmiendo en el suelo, sobre un cartón y sin ningún cobertor encima.

— ¿Akutagawa?

El mencionado volteó de inmediato.

— Jinko. Afuera está lloviendo mucho, estamos en la casa de la abuela. Si no te duermes otra vez, voy a quitarte el futón que la abuela tiene para mí.

"Akutagawa no es tan mala persona como demuestra ser..."

— ¡Gracias! Pero tú tienes frío...

— Eso no te importa.

"Bebé... Tu papá es una persona difícil... Pero comienza a gustarme".

Pensó.

— ¿Qué tanto me miras? ¿Me transformé en algo?

— Akutagawa. Tú... ¿Sabes algo sobre mí?

— No me interesa.


BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora