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Los llantos de recién nacido habían cesado. Atsushi dormía de cansancio sobre una cama de un hospital. Ni siquiera los llantos anteriores pudieron terminar con su calma de lo exhausto que estaba.
A su alrededor, sus compañeros de la Agencia de Detectives, quienes contemplaban al nuevo integrante con cariño, amor y curiosidad.

— Se parece a...

— Akutagawa.

Dazai terminó la frase, mencionando el nombre del padre de la criatura.

El bebé tenía su piel muy blanca, cabellera negra azabache, escaseaba de cejas. Era casi una copia idéntica del joven del Rashōmon. No había duda, el niño era hijo de Akutagawa. Sólo faltaba abrir sus ojos para conocer su color. Fue en ese momento en que los abrió. 

— Es lamentable. Akutagawa lo notará. Son igualitos. Al menos sus ojos son como los de Atsushi-kun.

Murmuró el castaño, contemplando de pies a cabeza al nuevo ser.

— ¡Es un hermoso bebé!

Comentó Kenji.
Kyouka sujetaba al niño cuidadosamente entre sus brazos, hasta que Atsushi despertó con la conmoción.

— ¿Chicos?

Abría sus ojos confundido, recordando el presente: acababa de tener a su bebé, debía conocerlo.

— ¿Mi bebé es ese?

Preguntó tímido, mirando el bulto entre cobertores que el niño rubio cargaba entre sus brazos.

— Sí. ¿Quieres cargarlo?

Respondió Kenji con una sonrisa, acercando al menor a los brazos de Atsushi, quien apenas podía creer la situación, pese a haber estado consciente de su embarazo desde el inicio.

— Sí...

Finalmente lo tenía en sus brazos, era liviano, podía apreciar su carita y esos hermosos orbes bicolor que lo observaban atento. Hizo un par de quejidos acompañados de pucheros y comenzó a llorar.

— ¿Eh? ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Yosano-san? ¿Dazai-san? ¿Kunikida-san?

Cuestionaba con desespero. Quería calmar esos llantos cuánto antes, temiendo que el bebé fuera a enfermar si no lo hacía.

Todos en la agencia rieron con diversión, menos Kunikida. Fue él mismo quien se acercó, tomó al bebé en brazos y comenzó a arrullarlo, mientras decía palabras lindas y a la vez con voz seca para el niño.

— Presta atención, mocoso, que no estaremos siempre cuidando del mocosillo. Tú eres el padre o... La madre, y debes aprender a cuidarlo. Y apresúrate a decirle al perro de la mafia o le diré yo.

— ¡¿Eh?! ¿C-Cómo se supone que le diga a Akutagawa?! Ni siquiera somos amigos...

— Atsushi-kun, yo le dije a Chūya. En este momento, Chūya se encargará.

*★*★*★*

Mientras tanto, en una tienda para bebés...

Chūya le había pedido a Akutagawa a acompañarlo, con el cuento de: un amigo tuvo un bebé y quería llevarle un regalo.

El pelirrojo pedía opiniones de ropa y accesorios para el recién nacido a Akutagawa, quería que participara en las compras de su hijo, aunque no lo supiera.

— Elige una marca de pañales, Akutagawa.

— Chūya-san, ¿por qué debemos de comprarle de todo a ese bebé de tu amigo? ¿Quién es tu amigo y por qué también yo debo pagar la mayoría de las cosas?

— Imagina que son cosas para tu hijo, Akutagawa. Sólo elige lo mejor.

— Es estúpido. No puedo hacer eso ni mucho menos imaginar que tengo un hijo.

Chūya mostró una fotografía a Akutagawa, del bebé.

— ¿Qué es eso?

— Un bebé. Es igualito a tí.

No. No hay manera. S-Soy virgen.

Murmuró esto último cerca del oído de Chūya. El pelirrojo se mantenía serio.

— Él también lo es.

— ¿Él?







PD: No sé cuando haya actualización, pero espero sea pronto! Gracias por leer, votar y comentar <33

BEBÉ DE HABILIDADES [SHIN SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora