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MARTINA POV

Se van a casar. Mi mente estaba perdida, ¿Lu sabía esto? , ¿Ella había dicho "Si acepto"? Mi corazón latía rápidamente y, a este punto, creo que ni siquiera yo estaba respirando. La miré y mi corazón terminó por romperse. Ella se había puesto de pie y estaba sonriendo mientras el orgulloso la sostenía de la cintura, todos aplaudieron a la feliz pareja, yo me obligué a aplaudir también.

- ¿Puedes sacarme de aquí, por favor? - le susurré a Angie al oído.

Angie: Si nos vamos ahora será extraño, solo... Espera que terminen todos de comer y entonces nos iremos, respira.

Yo asentí y clavé la mirada en mi plato, escuchaba murmuros y gente hablando pero sinceramente todo a mí alrededor se había desvanecido, mi mundo colapsó en cuestión de segundos, quería llorar, quería gritar y quería golpear en toda su perfecta y asquerosa cara a Patrick. Pero no hice nada, ahí estaba yo, como una estúpida sentada frente a ellos tratando de calmar mi respiración, ni siquiera podía elevar la mirada y verla. Estaba rota, completamente rota...

LOURDES POV

Traté con todas mis fuerzas forzar una sonrisa para continuar con este engaño frente al verdadero amor de mi vida. ¿Cómo se le ocurre anunciar que nos vamos a casar cuando yo ni siquiera estaba enterada? Luego de levantarme y que todos aplaudieron, incluida Martina, nos sentamos y me acerqué a su oído...

- ¿Qué mierda es esto?

Patrick: ¿Qué cosa?

- ¿Tu y yo desde cuando estamos comprometidos?

Patrick: Cariño, le he preguntado a tu padre y ha dicho que tengo su bendición para llevarte al altar. ¿No es genial?

Lo miré seriamente pero no dije más nada pues, el señor que estaba a su otro costado llamó su atención. Fijé mi mirada en Martina y vi como ésta le decía algo a Angie en el odio, mi amiga le respondió y Martina asintió mirando su plato y jugando con su comida, miré a Angie y me lanzó una mirada de reproche. Volví a ver a Martina y noté lo tensa que ella estaba, mi corazón latía rápido y solo pedía que ella me abrazara, sólo pedía que me mirara aunque sea un segundo porque si lo hacía ella entendería que yo no sabía nada de esto y quería estar segura que esta noche, volvería a dormir entre sus brazos... Pero eso no pasó.

MARTINA POV

La cena terminó luego de que sirvieran un postre que claramente tampoco comí. Alejandro se levantó y seguido su esposa, yo me pare de golpe y comencé a caminar a la salida, pero unas manos sujetando mi brazo me detuvieron.

Angie: Martina espera...

- Me quiero ir, Angie, lo siento de verdad.

Angie: Lo sé pero tienes que saber que debe haber una explicación para todo esto, yo conozco a Lourdes y sé qu...

- La única explicación es que se va a casar, yo no tengo nada más que hacer... Duele Angie, ¿entiendes? - ella asintió mirando el suelo - debo irme.

Angie: Ten cuidado, por favor.

- Gracias, adiós.

Seguí mi camino y a los segundos ya estaba en la entrada, busqué mi auto con la mirada y tuve que pestañear un par de veces, pues las lágrimas se comenzaron a acumular en mis ojos, cuando lo miré, caminé hasta el, pero nuevamente interrumpieron mi paso.

Xx: Martina, espera...

- Maldición - pensé. Sequé mis lágrimas rápidamente y me quedé en mi posición, de espaldas a aquella voz.

- ¿Qué quieres, Lourdes?

Lourdes: ¿Irás a casa hoy? Necesitamos hablar.

- ¿Hablar? - reí irónica - Habla con tu prometido.

Comencé a caminar hasta llegar a mi auto, ella me tomó del brazo y me hizo voltear a verla.

Lourdes: No te vayas así, por favor... Yo no sabía nada de esto, debes creerme.

- Ya no sé si estás fingiendo con él o estás fingiendo conmigo, Lourdes.

Lourdes: Contigo jamás he fingido por favor, amor yo...

- No me llames así.

Lourdes: Martina no hagas esto, yo te necesito... - dijo con lágrimas en los ojos.

- Si me necesitas tanto, si me quieres a mí, súbete al auto...

Lourdes: ¿Q...Qué?

- ¿Dejarías todo eso que está ahí dentro por mí? - tomé sus mejillas con ambas manos - Súbete a mi auto, escápate, vámonos...

Algo dentro de mí me decía que si ella de subía a ese auto me demostraría cuanto me ama y que podríamos funcionar juntas, como siempre quisimos y yo, yo lucharía con ella.

Lourdes: N-No puedo... Martina yo...

Agaché la mirada y mis manos cayeron a mis costados. Las lágrimas se acumularon en mis ojos, metí mi mano en el bolsillo y saqué aquellas llaves que ella me había dado, tomé su mano y se las dejé ahí mientras las lágrimas ya salían sin permiso alguno...

- Yo sí te amé, Lu... 

Abrí la puerta sin esperar alguna respuesta y me subí, apenas encendió salí de aquella casa. Ella me había roto, dos veces, primero al aceptar casarse con él. Y segundo, al rechazar cuando quise, aún dolida, jugármela por ella. Sentada en aquel asiento y con el volante en la mano lloré desconsolada, ella se había convertido en tanto para mí, algo dentro de mí siempre me dijo que lo de nosotras nunca iba a ser, pero yo me empeñaba en luchar por ella, por lo nuestro, creí que el amor que ella me tenía era igual de fuerte que el mío, pero me equivoqué. 

El amor es así, por la mañana te das cuenta que amas a una persona con todo tu ser, que amas cada detalle, cada gesto, cada caricia, amas todo, amas hasta los defectos y sus malas manías, amas inclusive que tengas que esperar horas en la cama sola porque ella está trabajando hasta altas horas de la noche, amas hasta su mal humor y sus arranques de frustración cuando algo no le sale bien, pero amas también su risa, su sonrisa, amas cada acaricia que ella hace en ti, amas su pasión por las cosas, amas su voz y amas cada virtud que tiene, esas que sabes que si las cuentas, no terminarías jamás, amas que ella sea perfecta para ti. Pero entonces sucede, por la noche te das cuenta que te has caído al fondo y en picada de aquella nube en la que estabas, y que el golpe duele, duele como la mierda, duele más que el peor dolor que se inventó. Que ya nada te queda, que tu corazón se hizo añicos en un par de segundos por culpa de aquella persona a quien amaste esa mañana, que te es imposible hasta respirar. Y el puto amor es el que te hace recordar, recuerdas cada segundo que pasaste a su lado, cada vez que le hice el amor, cada vez que corrimos por la casa jugando como niñas, cada beso y cada sonrisa contra tus labios, cada carcajada en mitad de una película y cada lágrima en mitad de una historia. Sientes que duele, el amor duele.

Aprieto el acelerador, pero no veo nada por las lágrimas, solo veo pequeñas luces borrosas. No sé a qué velocidad voy pero sé que es demasiada... De pronto y de golpe, me detengo.

LOURDES POV 

Ver salir aquel auto hizo que mi cuerpo se desvaneciera y cayera contra el suelo, pero sabía que podían verme así que camine hasta alejarme de la casa y entonces lloré, lloré como jamás había llorado antes porque sabía que la había perdido, por idiota la perdí, ¿por qué tuve que tener miedo de subirme al auto? Aprieto las llaves que están en mi mano y el aire se contrae en mi pecho, me abrazo a mis piernas y cierro los ojos, recuerdo su risa, su manera de quererme, de hacerme el amor, su pasión, ella... Ella es el amor de mi vida y yo solo la dejé ir. 

Me falta el aire, me sobran lágrimas, elevo mi mirada y un hombre que no conozco está frente a mí, antes de poder hacer algo, veo como su puño se acerca a mí y luego, luego no veo nada.

KILOMETRAJE (ADAPTACIÓN MARTULI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora