KILOMETRAJE (ADAPTACIÓN MARTULI)

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MARTINA POV

- ¿Cómo que "es él"? ¿Quién?

Yo intentaba encontrar la mirada de Lourdes pero ella estaba mirando a todos lados, nerviosa y temblando. Yo no podía procesar lo que sucedía y sólo me limité a intentar calmarla. La abracé fuerte y ella me correspondió hundiendo su rostro en mi cuello y suspirando fuerte.

Lourdes: Cuando yo estaba en aquel feo lugar... - comenzó ella calmadamente - entró a la habitación uno de los que creo era el líder porque daba órdenes y me insultaba, me apuntaba con su arma y me amenazaba con Delfina, contigo, con todos. Su voz... jamás olvidaré su voz. Nunca le vi, Martina. Pero su voz... Es él.

La ira comenzaba a apoderarse de mi nuevamente y aunque ya sabía de quien hablaba, debía ella decírmelo.

- ¿Quién, Lu?

Lourdes: El papá de Patrick, el Sr. Porcella.

Ella volvió a abrazarse a mí y yo la sujeté fuerte mientras acariciaba su cabello. Debíamos hacer algo ahora que sabíamos quien estuvo detrás de toda aquella pesadilla. ¿Pero qué? No teníamos pruebas. El testimonio de Lourdes no bastaría para meterlo en la cárcel pues su abogado podría alegar que sin pruebas, podría ser la voz de cualquiera. Lo primero, sería hablar con Fabián pero el... ¿nos creería? Yo debía proteger a mi familia y ahora que Lourdes estaba temblando en mis brazos sólo quería irme, buscar a Emma y dormir juntas.

Pero jamás imaginé que eso no sucedería.

Lourdes me pidió volver a la mesa y yo jamás solté su mano, pese a que todos nos veían. Todas las personas que trabajaban para Lourdes estaban sobre una gran mesa y, aunque ya sabían la noticia, vernos así supongo que fue diferente. Nos sentamos en la punta, junto a Fabián y a Gaby. Lourdes a mi izquierda y los Porcella frente a nosotras. ¿Cómo pueden ser tan cínicos? ¿Cómo puedo yo estar aquí sin golpearlos? Lourdes tenía sujetada mi mano por debajo de la mesa y Patrick no dejaba de mirarla. La comida se sirvió y, luego de unas palabras alentadoras por parte de Fabián, comenzaron todos a comer. Me acerqué a Lourdes y le susurré un buen provecho, mi vida. Seguido de un corto y casto beso en los labios, como siempre hacíamos cuando íbamos a comer. Al mirar nuevamente al frente los labios de Patrick formaban una delgada línea, lucia molesto y algo le susurró a su padre quién asintió y llamó a uno de sus guardias, susurrándole algo en el oído también para luego irse. Le reste importancia y trate de concentrarme en Lourdes quien se había relajado un poco.

Lourdes: Prueba esto...

Tomó algo con su tenedor y lo llevó hasta mi boca, yo lo comí y sonreí pues estaba delicioso. Le pedí que me sirviera un poco sobre mi plato y ella con gusto lo hizo. Habían varias parejas hablando como nosotras. Fabián con Gaby. Un par de oficinistas. Lara con Paula. Y todos lucían felices. Excepto el chico con cara de modelo frente a mí. Pero no quise darle importancia y dejé de mirarlo. Cuando llegó el postre, Lourdes puso una fresa frente a mis labios y yo la mordí, ella comió la otra mitad. Yo corte un poco del brownie que estaba en mi plato y, junto con helado, lo puse frente a ella, me dedicó una sonrisa hermosa y comió. Como había demasiado para probar, Lourdes comenzó a ligar varios postres y nunca le importó que estuviéramos en público aunque todos estaban en su propio mundo.

Lourdes: Prueba tu primero.

- Vale...

Ella lo puso en mi boca y me miro expectante. Yo asentí y sonreí mientras lo terminaba de comer.

- Está realmente bueno.

Lourdes: ¿En serio?

Yo asentí.

- Me lo diste a mi primero sólo por si sabía mal, ¿cierto?

Lourdes soltó una carcajada y yo le seguí. No había nada mejor que escucharla reír. Al levantar la mirada por detrás de Lourdes, Lara nos veía. Pero al notar mi mirada en ella, volvió a enfocarse en Paula.