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MARTINA POV

El amor se trata de luchar constantemente por la persona que amas. Se trata de caer y levantarte. Se trata de esquivar obstáculos y éste es solo uno más. Cuando uno ama realmente a una persona no importa que tan difícil se vuelva tu camino, tú sigues andando porque sabes que vale la pena.

Lourdes para mí no sólo era mi novia, era mi prometida y era la madre de mis hijos, esto no podría quedarse así simplemente por un beso el cual yo ni siquiera seguí.

Al caminar por aquellas calles vacías yo sólo tenía una cosa en mente: conquistar nuevamente a Lourdes.

Para mi suerte, un taxi pasó, yo me subí a él dándole la dirección de la casa de mi madre. Será extraño cuando me vean llegar y me pregunten qué ha pasado, pero no tengo otra opción, mi dinero lo he dejado en mi bolso, en mi casa, con mi familia. Solo tengo unos cuántos dólares en mis bolsillos... suspiro y miro por la ventana. El camino se hace más corto de lo que quería, mi mamá y mis hermanos se han mudado a la casa que les regalé y no queda muy lejos de la mía. Agradezco y pago, el taxista alejándose. Tomo un gran respiro y toco el timbre, minutos después la puerta se abre y Tami, con una taza en su mano, me mira extrañada.

Tami: Hermanita.... ¿Qué haces por aquí?

- Es un gusto verte también, Tami.

Ella ríe.

Tami : No me malinterpretes, sólo que normalmente estás en tu casa. ¿Y Lourdes?

- ¿Puedo pasar?

Tami: Claro, disculpa...

Le sonrío pero puedo apostar que esa sonrisa no llegó a mis ojos.

- ¿Y mamá?

Tami: Está en su habitación.

- Subiré a verla... Ya regreso.

Beso su frente y subo las escaleras de dos en dos, apurando mi paso. Toco su puerta y ella dice - adelante - sonrío y abro, encontrándome con ella acostada.

- Hola mamá - susurro.

Chivin: Hija... - se incorpora y me mira - ¿Qué sucede?

Puedo sentir todo el aire desapareciendo de mis pulmones y las lágrimas acumularse en mis ojos. Puedo romperme, con mi mamá puedo hacerlo. Dejo que las primeras lágrimas caigan y rápidamente ella se acerca a mí, cierra la puerta y me vuelve en un abrazo. En su pecho, me siento una niña de diez años nuevamente y dejo que mis barreras caigan, llorando con ella. Me sostengo de su cintura y ella, tiernamente, acaricia mi espalda y me deja desahogarme. Minutos después me arrastra a la cama y yo me recuesto en sus piernas, ella acaricia mi cabello y yo me siento un poco mejor.

Chivin: ¿Quieres contarme que sucede hija? - pregunta bajo.

- Lourdes... - susurro - Lo he jodido todo...

Chivin: ¿por qué?

- Su mejor amiga me vio besándome con Guada...

Chivin: ¿Qué hacías besándote con ella?

- No fue exactamente un beso... Ella me besó, yo me congele y luego la aparté. No quería. Pero su amiga sólo vio el beso y le contó a Lourdes haciendo que me botara de casa.

Mi mama suspiró.

Chivin: Debes entender a Lourdes, hija... Ella te ama, y recibir una noticia así es bastante molesto. Más en su estado, está sensible y quizás no supo cómo manejar.

- Lo sé... Pero yo no quiero perderla.

Tapé mi rostro con ambas manos y suspiré.

Chivin: ¿Qué harás para recuperarla?

KILOMETRAJE (ADAPTACIÓN MARTULI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora