KILOMETRAJE (ADAPTACIÓN MARTULI)

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MARTINA POV

Aquellas palabras habían salido de mi boca sin haberlo pensando mucho. Y ella me miraba, y yo me ponía nerviosa. ¿Realmente quería pasar el resto de mi vida con Lourdes? La respuesta llegó a mi mente y era muy sencilla: sí.

- Escucha... - la hice sentar a horcadas sobre mí y tomé sus mejillas - No te estoy pidiendo que nos casemos mañana, o pasado. Incluso creo que deberíamos esperar hasta que yo esté bien, no quiero que te cases conmigo estando en una silla de ruedas. La boda puede esperar si así lo deseas... Pero te estoy pidiendo que seas mía, que cada mañana te bese, que cada desayuno sea compartido, que cada alegría sea vivida juntas. Y cada lágrima sea en el hombro de la otra. Quiero besarte antes de irme a dormir y quiero también que Emma se nos meta en la cama porque tiene miedo. Quiero que Emma lleve nuestros apellidos. Quiero verla crecer junto a ti. Quiero ayudarte cuando lo necesites y que me ayudes. Quiero poder presentarte a mis amigos como la mujer que amo y me ama. Quiero pasar los domingos viendo películas animadas hasta que Emma se duerma y, entonces, ver una romántica. Quiero hacerte el amor, cada noche, cada día. Quiero que nos mudemos a una casa, nuestra casa, en la que Emma tenga un jardín donde jugar y tengamos un perrito. Quiero una familia contigo, Lu. Quizás estoy pidiendo demasiado pero es lo único que imagino cuando estoy contigo... Un futuro. Por favor, dime que sí, yo no puedo imaginar vivir sin ti, no puedo imaginar besar otros labios que no sean los tuyos, no puedo imaginarte abrazando a otra persona que no sea yo, por favor, Lu, cásate conmigo...

No había dejado de mirar sus ojos en ningún momento mientras hablé, se habían cristalizado y no podía hacer más que acariciar sus mejillas suavemente con mi pulgar. De pronto, sentí sus labios chocar con los míos, cerré los ojos y disfruté de su beso...

Lourdes: Iba a decirte que sí incluso antes del primer por favor. Incluso antes de que comenzaras a hablar ya tenía mi respuesta.

Sonreí contra sus labios y ella besó mi sonrisa. No podíamos besarnos porque las sonrisas no nos dejaban... pero podía abrazarla, fuerte.

- Sé que no tengo un anillo ahora mismo, y que esto no es como en las películas o como en los libros de tus autores favoritos, sé que quizás tu pedías un príncipe azul, pero te prometo que jamás nadie te ha amado ni te amará como yo, ni la mejor película del mundo podría recrear un amor como el nuestro.

Lourdes: No llegó un príncipe azul, pero llegó una princesa mucho más sexy - reí - y yo no quiero un amor de película porque a las dos horas acaba... Tu amor es mucho mejor que el de libros porque lo estoy viviendo, tú me haces sentir cosas que jamás pensé sentir. Tú estás ahí para mi incluso cuando hago las cosas mal. Me cuidas, me proteges. Amas a Emma y me amas a mí... La mayoría de las personas dejan pasar amores así porque les aterra sentir pero yo no quiero ser así, yo quiero vivir contigo, quiero que seas mi principio y mi fin. Te amo, Martina Benza, te amo - me besó - te amo - beso - te amo - beso - te amo.

Yo sonreía y creo que jamás había sonreído tanto en la vida. Jamás había estado tan feliz como ahora. La tomé de las mejillas y la besé, su lengua rozó la mía y todo dentro de mí se encendió. Llevé mi mano hasta su nuca y la junté más a mí, profundizando el beso. La manera en la que su lengua y la mía luchaban entre sí solo me hacía desear más. Mordí su labio inferior y succione a mi gusto, ella jadeo y yo apreté su cintura con mi mano libre. Volví a besarla y mis manos se fueron a su blusa, comencé a desabrochar botón por botón y su mirada se clavó en la mía, miré el sujetador que llevaba y sonreí, era negro y le quedaba perfecto... ella tomó mi labio inferior entre los suyos y lo jaló...

Emma: ¿Mama?

Lourdes se salió de encima de mí en cuestión de segundos mientras volvía a ponerse rápidamente su blusa. Yo volteé y vi a Emma de pie, apretando su ojito izquierdo con su mano y en la otra sostenía un peluche...