KILOMETRAJE (ADAPTACIÓN MARTULI)

37

Narrador Omnisciente

Angie se acercó a Martina luego de ver como se desplomó en el piso llorando, la abrazó la ayudó a levantarse pues podría resultar un poco extraño la manera en la que les estaba afectando aquello frente a sus padres, juntas se dirigieron a uno de los baños de aquella mansión.

Angie: Tranquila, Martina...

Martina: Cómo... Si a ella... Secues... Yo... Amo... Es m... Vida... Tengo mie... Ang... Ella... No quie... nada... pase...

Angie: A ver, Martina, no te estoy entendiendo nada. Respira, intenta calmarte, todos estamos muy asustados pero debemos mantener la calma ¿sí?

Martina asintió.

Angie: ¿Estás segura que no viste nada extraño cuando saliste?

Martina: No... Yo salí... Molesta y entonces... No vi nada, Angie, lo juro... Ella estaba... Dentro de la casa... No debió salir sola.

Angie: Ella no sabía qué le iba a pasar aquello, seguramente no quería hablar con nadie y decidió salir a caminar.

Martina: Es mi culpa, yo no debí...

Angie: No es tu culpa, Martina.

Martina solo pudo recostarse en el pecho de Angie y llorar, desahogarse. Cuando por fin logró calmarse un poco, decidieron salir e ir hasta donde estaban todos reunidos.

El celular de Fabián sonó, alertándolos a todos, él lo colocó en altavoz y descolgó.

Fabián: ¿Diga?

Lourdes: ¡PAPÁ AYUDAME, PAPÁ ESTOY EN L...

El sonido de una bofetada se escuchó seguido de un grito de dolor por parte de Lourdes.

Martina apretó sus puños mientras su corazón caía.

Fabián: ¡NO LA TOQUES!

XX: - el rió - No te imaginas lo bien que me la estoy pasando, y cuando comiences a pagar, la pasaré mucho mejor.

El comandante le pedía a Fabián alargar la llamada para así poderla rastrear.

Fabián: Dime qué quieres, cuanto quieres y dónde.

Xx: Por ahora, sólo quiero hacerte sufrir.

Colgó. El comandante agachó la mirada pues el tiempo no había sido suficiente, Fabián golpeó la pared con un puño, Gaby se abrazó a Delfi mientras las lágrimas la invadían, Brisa abrazó a Sele y Angie abrazó a Martina.

Fabián: ¡Quiero esta maldita ciudad patas arriba! - miró al policía - Quiero que revisen barrio por barrio, casa por casa, que la busquen por mar, por tierra y por aire.

Policía: Hemos desplegado cincuenta patrullas por toda la ciudad, tengo a todos los hombres bajo mi cargo trabajando en esto señor Gonzalez.

Fabián: ¡NO ES SUFICIENTE! - le puso un sobre lleno de dinero en el pecho - ¡Quiero cien patrullas más, quiero helicópteros volando la ciudad, quiero que la busquen hasta debajo del agua, ¿entendió?!

Policía: Haré lo posible y créame que la voy a conseguir.

El salió de la casa directo a la comisaría. Fabián caminaba desesperado de un lugar a otro en aquella sala.

Fabián: Kenny...

Kenny: ¿Dígame señor? 

Fabián: Busca hombres de tu confianza, gente que se meta en donde a los policías les faltan cojones para entrar, gente de barrio ¿entiendes? Diles que le pagaré muy bien al que me traiga a mi hija sana y salva.