Sentir el contacto de su piel con el frío suelo y el sonido de pasos acercarse a su dirección fue lo que hizo que finalmente abriese los ojos. Sentía dolor horrible en la zona posterior de su cabeza y un mareo insoportable. La voz de un adulto llamó su atención, iluminado por una linterna, se vio encarando a uno de los guardias nocturnos de aquel recinto en el que asistía a clases. Estaba totalmente desorientado, ¿qué había pasado? Miró a su alrededor para intentar descubrirlo. Se encontraba en uno de los tantos pasillos de la escuela, mirando por la ventana luego de que su vista mejorase tras haber despertado, pudo notar que se hallaba en el segundo piso. El guardia pronto se agachó para estar a su altura y le hizo un breve interrogatorio que él respondió con algunos problemas. Con la compañía del sujeto, se encaminó a la salida de la edificación. Era casi medianoche, ¿por cuánto tiempo estuvo inconsciente? Lo mejor sería llamar a su tío, sabiendo que aún estaría en horas de trabajo, podría ir a recogerle cuando hiciese su recorrido camino a casa. Su móvil no estaba, como se esperaba ya después de analizar un poco su situación actual, así que tendría que usar el teléfono público más cercano. Afortunadamente solo había una calle de diferencia entre él y dicho aparato.
-¿Bueno? _escuchó la voz de su tío a través del altavoz_ Habla el detective Saihara.
-Ya lo sé, tío. _respondió mientras se llevaba una mano a la nunca y sobaba la zona con la vaga esperanza de que dicha acción ayudase a aminorar el dolor que sentía_
-Ah, eres tú, Shuichi. Me extraña que no me llames desde casa o desde tu móvil como siempre. ¿Estás fuera? _preguntó el mayor_
-Efectivamente. Verás, acabo de salir de la escuela, por muy estúpido que suene. No hace mucho que desperté y aparentemente estuve inconsciente en uno de los pasillos por sabrá Dios cuántas horas.
-¿Qué?
-No sé. Hace unos minutos me encontró uno de los guardias nocturnos en uno de los pasillos del segundo piso. Siento un dolor de cabeza horrible. _explicó nuevamente mientras una mueca de dolor se asentaba en su rostro_
-Quédate donde estás, iré a buscarte ahora mismo y me explicas todo con algo más de calma.
Su tío colgó poco después. Viendo que no había ni una sola persona por los alrededores decidió permanecer dentro de aquella cabina a la espera de que su tío se mostrase. Se sentía observado, aunque estuviese totalmente rodeado de pura oscuridad. Sentía como si de esas zonas en total penumbra fuese a saltar algo directamente hacia él. ¿Qué podría esperar de su situación actual? Probablemente ya estaba delirando debido al dolor que sentía. Lo único que se le podía ocurrir era que alguien le había golpeado y dejado inconsciente mientras caminaba por dicho pasillo durante el horario de clases. ¿Qué ganaría esa persona atacándole a él de los cientos de estudiantes que había en el lugar? ¿Cómo es que nadie notó su ausencia repentina luego de haber estado inconsciente dentro del campus por más de 12 horas? Bueno, a lo mejor le metieron dentro de algún casillero o algo similar, mucho no logró ver desde que el guardia creyó una buena idea alumbrarle con la luz de la linterna en toda la cara, cegándolo casi por completo. Mientras su mirada estaba fija en la oscura calle, notó como esta era iluminada tenuemente por alguna fuente de luz lejana. Ladeando su cabeza pudo observar dos puntos brillantes acercarse en la distancia. Claro, su tío vendría a por él, ese debía ser. Y no se equivocaba.
Disculpándose por la tardanza, el mayor abrió la puerta del asiento de copiloto para el de orbes ambarinos. Entablaron una conversación casual mientras se dirigían a su respectivo hogar. Al mayor le preocupaba el hecho de que su sobrino le hubiese llamado a tales horas diciendo que había despertado en uno de los pasillos de la escuela. Con toda la situación actual, ya no sabía qué creerle a quién. Llegado a casa, lo primero que notaron fue el olor a té de manzanilla que inundaba el lugar. El mayor inmediatamente sacó el arma que solo usaba para casos importantes y colocó a su sobrino detrás suya. Si se suponía que él estaba trabajando y su sobrino estuvo todo el rato inconsciente en su escuela, ¿quién había estado haciendo té dentro de su casa? Pasos resonaron por el piso superior. Avanzando lentamente, ambos hicieron su camino en total silencio hasta las escaleras y comenzaron pronto su ascenso. Por cada escalón que ascendían era un sonido nuevo que sus oídos captaban, esta vez era alguien hablando, riendo de vez en cuando y algunos ruidos sordos como si estuviese dejando caer algunas cosas al suelo. No provenía de la habitación del mayor ni del estudio que quedaba frente a esta, así que solamente pudo venir de la habitación del fondo: la habitación de Shuichi. No faltaba poco para estar frente a frente con aquella puerta cuando ambos se detuvieron con la sorpresa adornando su rostro. Quien sea que estaba del otro lado no parecía saber de la presencia de ambos en la casa. Otro ruido sordo hizo acto de presencia. Lo aterrador era el tono de su voz. Si no le tuviera acompañándole en esos momentos, el mayor juraría que se trataba de su propio sobrino dentro de su habitación.
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Silhouette [An "Usaihara's Comic" Fanfiction]
Fanfiction|| Advertencia || Esta obra, a pesar de ser una creación original mía, pertenece a la Editorial Despair. _______________________________ La vida de Kagehara Shuichi, un estudiante de preparatoria común y corriente, pronto tiene un inesperado giro de...