Capítulo 12

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Después de aquella llamada, Maki y Tenko se apresuraron a dirigirse a la comisaría. No podían ni querían perder ni un segundo más. Llegadas allí encontraron a todos los pfocials ajetreados con múltiples tareas: corriendo de un lado a otro, llevando y haciendo papeleo, respondiendo llamadas, etc. Se excusaron para poder pasar a través del caos que abundaba solo en la primera sala y procedieron a buscar por la oficina perteneciente al tío de su compañero de salón. Hallaron la puerta abierta, el mayor había regresado recién de obtener una nueva taza de café, la cual bebía con toda la calma del mundo. Shuichi, por otro lado, se encontraba aún frente al escritorio, mirando fijamente aquel los papeles delante suyo en la búsqueda de algún pequeño detalle que pudiese estar pasando por alto. Sin embargo, fue interrumpido por ambas féminas, en lo que una llamaba a la puerta y la otra entraba sin siquiera pedir permiso. Estaban agitadas, Tenko más que Maki. En la mano de la primera había una memoria USB que ofreció sin dudarlo al de orbes ambarinos. Shuichi tomó el objeto y miró preocupado a Tenko, aunque aquello solo duró meros instantes.

Usaron el ordenador del detective Saihara para revisar el contenido de la USB. Maki pronto indicó que archivo debía buscar y Shuichi no tuvo problemas en hallarl en solo unos segundos. Ahí estaba el vídeo, una copia total de una grabación del incidente que había acontecido horas antes en una calle ajena al conocimiento de los 4 que se encontraban en la sala. Tenko enseguida dijo que pausasne el vídeo y ampliase la imagen para observar algo en específico. La reacción de Shuichi, así como la de su tío, era completamente diferente a la que tuvieron ambas chixas. Ellas se sorprendieron y confundieron en demasía, en cambio, ellos parecían demostrar que ya tenían una idea de que aquello podía estar pasando.

-¿Qué tipo de reacción es esa, Shuichi? _preguntó Tenko, exasperada_

-En cierto modo, ya nos esperábamos algo como esto. _respondió el aludido cerrando la ventana del vídeo_ La policía ha buscado en toda la ciudad y realiza actualmente una guardia exhaustiva en todas las salidas de la misma. No se ha avistado al objetivo a pesar de todo, y tampoco se ha encontrado una pista sobre el paradero de Himiko a pesar de saber que no fue la víctima asesinada aquella noche y no se ha encontrado a otra persona que comparta sus características.

-¡¿Y por qué no lo dijeron antes?! ¡¿Tienes idea del asco que sentí cuando supe que estaba con ese...?! ¡Esa rata asquerosa! _espetó la de hebras verdosas, a la par que azotaba la mesa con ambas manos, haciendo saltar a Maki en un acto reflejo por el susto proporcionado_

-Tenko, por mucho que te altere no podemos hacer nada de momento. Está viva y está bien, eso es lo que importa. _intervino el detective tras beber un sorbo de su café_ Sabiendo eso tenemos la vaga esperanza de poder rescatarle antes de que ocurran más incidentes en los cuales pueda verse implicada.

-Si todo va acorde a lo que Rantaro dijo el otro día, es probable que Himiko esté jugando el papel de cómplice para ese sujeto. Si con el paso de los días hasta hoy sigue en perfecto estado, no es muy alocado asumir que está jugando bien sus cartas. _explicó Shuichi a la par que se hallaba pensativo con sus propias palabras_

-¿Q-Qué quieres decir? _inquirió Maki, algo preocupada por el bienestar de Himiko_

-Himiko consiguió, de alguna forma, burlar su muerte aquella noche cuando estaba en evidente peligro –aunque no sabemos cuál exactamente–. De algún modo logró ocupar el lugar de la previa cómplice que el sujeto tuvo antes y cambió por Himiko. Me hace pensar que pudo tener en mente algun a idea lo suficientemente buena como para convencerle de no matarla a pesar de saber que forma parte de sus objetivos. Después de todo, aclaró muy bien a Rantaro que, entre nosotros, existen algunos que están, literalmente, sentenciados a muerte y no piensa cambiarlos por nada. Pero por algún motivo dejó vivir a Himiko.

Silhouette [An "Usaihara's Comic" Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora