Retrocediendo algunas horas, las autoridades se encontraban consternadas debido a la desaparición de cierto adolescente de quien hasta ahora se había tenido vigilancia estricta. Según los padres del chico, este no dejaba su habitación para absolutamente nada, no comprendían a qué se debía su repentina desaparición, pero lo que más les preocupaba era el hecho de saber que a una de sus compañeras de salón le había ocurrido algo similar no hacía mucho. Era obvio que había salido de casa por su propia voluntad, pero el que no dijese ni una palabra a sus padres era lo que les preocupaba en demasía. La policía llegó tan pronto fue alertada de este hecho y dispersaron sus grupos por el área en un intento desesperado de averiguar a dónde pudo haber ido el adolescente, pero no hubo suerte. ¿Justamente tenía que desaparecer cuando un asesino serial podría estarle asechando? Para una vez que el susodicho se mantenía tranquilo después de haberse cobrado a su última víctima, ahora eran los objetivos los que se movían y causaban el desorden. Aún estaban teniendo problemas para controlar los chismes que volaban en las redes y se expandían como plagas gracias a las palabras de cierta peliazul, de quien se supo que fue selecta para una entrevista en vivo siendo que era el único medio de información viable para la prensa al saberse que las autoridades censuraban la gran mayoría de los sucesos que acontecían recientemente. Ya era notorio para muchos que la muerte consecutiva de tantos adolescentes en la ciudad no era una casualidad y algo pasaba. El detective Saihara acababa de ser notificado de la desaparición de Kiibo mientras se encontraba en su casa, descansando del intento fallido por salvar la vida de Iruma, La tensión le había pasado factura siendo que, de por sí, su trabajo actual le sometía a un inmenso estrés.
-Ese sujeto tiene la suerte del diablo… _musitó el mayor a su sobrino, quien le miraba de reojo al estar previamente centrado en algunas notas hechas por sí mismo_ Cuando no es él quien caza a su presa, ellas, de un modo bastante idiota, van hacia él como polillas hacia la llama de una vela.
-¿Piensas que Kiibo fue por su propio pie a saldar cuentas con él por haber matado a Miu? _cuestionó Shuichi, no poniendo demasiadas dudas en sus propias palabas_
-Es lo más factible, de lo contrario, ¿qué otro motivo tendría para salir de su casa sin siquiera avisar a sus padres?
-Dudo que alguien con dos dedos de frente se atreva a ir tras un asesino serial de quien es objetivo. En todo caso sería un claro suicidio. _dijo el de hebras oscuras ante las palabras de mayor_ No me parece que Kiibo sea tan ingenuo.
-Aún así, el hecho es que ha desaparecido y es necesario encontrarlo antes de que ocurra lo peor.
-¿Qué piensas hacer en ese caso?
-Ese es el problema… Con cierto descerebrado suelto ya podemos esperarnos lo peor…
-Yo prefiero pensar que todavía hay tiempo y lo estás tirando por la borda _dijo Shuichi a la par que dejaba las notas que previamente leía_
-Dame un respiro, me han tirado a mí toda la responsabilidad de este caso y estoy lidiando con un asesino demasiado astuto para ser cierto. En toda mi carrera no me había topado con una rata tan escurridiza. Supongo que hay quien tiene razón cuando dicen que siempre habrá alguien mejor que tú.-¿Qué pensarían en la comisaría si te escuchase alguien diciendo eso?
-Que el detective Saihara no puede con la situación y deberían proveerle de todo el apoyo posible para lidiar con el caso, no tirárselo todo encima y que se las arregle como pueda. _respondió el mayor, a lo que su sobrino dejó salir un largo y pesado suspiro _
-Bien, ya entendí, no tenías que ponerte tan dramático. Iremos a su casa a investigar un poco.
-Los sujetos dijeron que no hay mucho que ver allí…
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Silhouette [An "Usaihara's Comic" Fanfiction]
Fanfiction|| Advertencia || Esta obra, a pesar de ser una creación original mía, pertenece a la Editorial Despair. _______________________________ La vida de Kagehara Shuichi, un estudiante de preparatoria común y corriente, pronto tiene un inesperado giro de...