Capítulo 16

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Mientras en el laboratorio continuaban con las pruebas y análisis del cuerpo encontrado, el detective Saihara se hallaba frente a su escritorio, intentando comprender la compleja situación actual. Había puesto en marcha algunas unidades para comenzar la búsqueda del adolescente desaparecido. Rebuscaba en su mente alguna explicación para lo ocurrido, el hecho de que Kiibo fuese capaz de alejarse de la escena del crimen sin ser visto siquiera era un tanto raro. ¿O acaso había preparado todo de tal modo que el cuerpo fuese encontrado incluso después de que se esfumase? Dudaba que un adolescente bajo el dominio de pensamientos homicidas y un cargo de consciencia semejante fuese capaz de pensar hasta ese punto. En todo caso, daba fe ciega a que el chico seguía por las cercanías del lugar de los hechos y debían dar con él lo antes posible. Le pesaba además pensar que tendrían que imponerle un cargo por homicidio, pero un crimen es un crimen sin importar la finalidad que pueda tener, así funcionaba el sentido común de la sociedad y él debía ceñirse al mismo. Leves toques en la puerta captaron su atención, y lo agradecía, pues de seguir con aquella cadena deprimente de pensamientos pronto no llegaría a su cabeza alguna idea coherente.

-Adelante… _dijo sin muchos ánimos, uno de sus compañeros de trabajo ingresó en la sala_

-¿Por qué esos ánimos tan bajos, tío? _cuestionó el recién llegado_ Deberías alegrarte más, finalmente ha terminado el famoso caso del asesino en masa que tanto nos preocupaba. El chico aparecerá pronto, solo es cuestión de tiempo.

-Ya lo sé… Pero para todo el maldito trabajo que hicimos por culpa de ese bastardo, no se siente nada gratificante.

-… Puede ser, sí… Admito que fueron los peores días del año…

-De toda mi carrera, te digo. _bufó el detective con notable molestia_

-¿Y cómo se lo está tomando el pequeño Shuichi?

-Dijo que iría con los pocos compañeros que le quedan para averiguar algo de ese chiquillo desaparecido.

-La debe estar pasando fatal… Mira que tener que investigar las muertes de tus propios compañeros…

-Y murieron 6 de ellos en solo 2 semanas…

Shuichi y Rantaro se encontraban en esos instantes más preocupados de la situación de Kokichi que de las pérdidas acumuladas hasta el momento. Llamaron al resto del grupo, pero nadie pudo decirles nada útil sobre el posible paradero del de hebras moradas. Donde sea que hubiese ido, no podía estar tan lejos si hasta hacía poco estuvo con el apellidado Amami. Decidieron preguntar a las personas de los alrededores, pero nadie había visto al chico. Por otro lado e increíblemente, al ser llamado a su celular, respondió en un tiempo muy corto, bastante confundido por las voces agitadas de ambos compañeros suyos. El chico, con toda la naturalidad del mundo, dijo que había ido a una tienda de conveniencia a por algunas cosas que necesitaba y que había ido a la casa de Rantaro antes porque le quedaba de paso y que igualmente pudo hacerlo en el camino de regreso. Mucho no duró la preocupación, pero Shuichi terminó disculpándose con el peliverde por haberle asustado de esa manera. El contrario no le dio importancia siquiera. Shuichi seguía realmente tenso tras tanto estrés por el reciente caso que aparentemente había llegado a su final. No se sentía especialmente bien al pensar que por su incompetencia había perdido a tantos de sus compañeros, a pesar de que nadie le culpaba realmente. Sentía cierta responsabilidad tras saber que aquel tipo les estaba asesinando por venganza, todo por un caso de hacía años. Al final, decidió que hablaría con Kokichi en otro momento, él también merecía un descanso siendo quien soportó peores escenarios. Gracias al trabajo de su tío, él estaba acostumbrado a crímenes como aquellos –aunque no se trataba de casos que involucrasen a sus compañeros–. Se despidió del de hebras verdosas y emprendió el camino de regreso a casa sin muchos ánimos. Una vez allí y repentinamente, recibió una llamada de su tío.

Silhouette [An "Usaihara's Comic" Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora