Silhouette [An "Usaihara's Comic" Fanfiction]

Capítulo 3

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas con contenido no apto para personas sensibles o menores de edad. Se recomienda discreción al respecto. Si crees no soportar leer este contenido, te recomiendo cesar tu lectura a partir del aviso que será dado momentos antes de comenzar dicha narración.

Kaito seguía sin decir una sola palabra que sirviera de algo para Shuichi y esto comenzaba a ponerle de los nervios. Había estado toda la noche interrogándole y el contrario no hacía más que maldecirle. Se encontraba ahora bebiendo una taza de café caliente mientras pensaba qué hacer con el pelimagenta. Si seguía tardándose en obtener la información que quería, o bien su tío llegaría y haría las cosas más difíciles, o bien alguien vendría a por Kaito y tal vez no lo contaría si eso ocurría. Pero le convenía más la segunda opción que la primera, aquel era su caso y no quería que la policía arruinase todo con sus métodos poco convencionales, pues el chantaje usando familiares o el soborno con reducir la condena era algo que no iba a servir para nada con Momota, a quien nada le importa más que sí mismo. Tampoco podía arriesgarse a asistir a clases y dejarle solo en su casa sanbiendo que alguien podría venir a por él, pero sería sospechoso que faltase a clases al igual que el propio Kaito. ¿Debería dejarle encerrado en el sótano o algo parecido? No creía que sirviera de mucho. Recientemente alguien había entrado en su habitación sin ser notado y ese mismo alguien bien podría ser la persona que le acosaba día sí y día también sin ser visto por su objetivo. Tal vez podría hacer algunas trampas para que quien sea que intentase llegar hasta Kaito también cayese en sus manos.

Mientras pensaba en algo útil para la ocasión, cerró todas las cortinas y se llevó al de hebras magentas, quien se había quedado dormido, al sótano, al cual solo se podía acceder desde el interior de la casa. Tomó del mismo sitio un gran carrete de hilo de pescar, y algunas herramientas para confeccionar su pequeña treta. Le tomó muy poco tiempo colocar un pequeño e imperceptible mecanismo en la puerta del sótano, pero, no conforme, también comenzó a expandir su plan por todo el pasillo. La ventaja a su favor era que dicho pasillo no contaba con iluminación, por lo que cualquier cosa que montase en él sería difícil de evitar si era, de por sí, casi imperceptible a simple vista y a la luz del día. Lo tomó poco más de dos horas, tenía ya 10 minutos de tardanza en su asistencia a las clases, así que se apresuró a tomar un rápido baño y cambiar sus ropas por su uniforme, guardó incluso todo lo que utilizó para su trampa en la mochila, no quería que el futuro intruso sospechara que había algo preparado para él. Corrió a clases y procuró mantener no mentar nada sospechoso sobre los eventos de la noche anterior. Como era de esperarse, su profesor le llamó la atención por la llegada tardía, pero Shuichi solamente se disculpó y se incorporó al grupo para recibir sus materias.

El día era sumamente aburrido si solo podía escuchar las palabras de sus profesores en sus aborrecibles clases. Los murmuros de quienes no prestaban atención no le interesaban en lo absoluto, tampoco le importaba que estuviesen molestándole de vez en cuando, solo quería regresar por el mismo camino por el que había llegado y salir de aquel recinto. En el recreo recibió una llamada de su tío, quien le avisaba que al parecer regresaría tarde, pues había ocurrido un asesinato en un sitio que menos le pudo importar. Le parecía perfecto, su tío no estaría para molestar si algo ocurría mientras él estaba solo en casa. Para su gran sorpresa, mientras vagaba por los pasillos, Kirumi Tojo se acercó a él y preguntó si había visto a Momota de camino. Shuichi se pensó muy bien si decirle que Momota seguía en su casa o que no le había visto más después del intento de homicidio que este había hecho en su contra. Sin embargo, se decantó por decirle que le importaba un comino lo que pasara con Momota y Tojo le fulminó con la mirada para luego seguir con su camino. A pesar de estar implicada también en el asunto, Kirumi no tenía conocimiento del paradero de Kaito, eso quería decir que aquel desconocido tras los acontecimientos  no le había dicho absolutamente nada de la noche anterior.