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Me encontraba lavando y colgando la ropa de Kris en el pequeño balcón de mi departamento mientras él fumaba sentado en mi sillón y revisaba su teléfono.
El día estaba un poco nublado, pero esperaba que aún así, la ropa fuera capaz de secarse, al menos si llovía tenía un techo que cubría la zona.

Llevábamos una semana con la misma rutina, en donde él llegaba a casa, perdía el tiempo por un rato y luego se iba. Generalmente me ordenaba hacer sus tareas mientras, como lavar su ropa, plancharla, hacer sus informes para Jongin, organizar su droga en distintos paquetes. En fin, más que nada lo hacía para molestarme y porque sabía que así tendría más tiempo para mirarme el culo.

Lo creía completamente innecesario el que tenga que estar conmigo, pero no podía negarme al fin y al cabo.

—Jackson ha vuelto hoy —murmuró Yifan.

Terminé por dejar la ropa lista y regresé hacia su lado, atento.

—¿Él te contó?

—Chanyeol lo hizo. Dice que le han asignado otro trabajo en el equipo. Algo como vigilar las cámaras de seguridad.

—Mierda...

—¿Crees que Jongin sospeche algo?

—No. Él sabe cuando debe joder a una persona, si no lo ha despedido es porque está todo bien. Quizás solo es celoso de que tengas que acudir a él para hacer investigaciones de cualquier tipo. Es un posesivo de mierda.

Él rio, enderezándose en el sillón.

—¿Hay cámaras de seguridad dentro de la casa?

La idea no dejaba de rondar por mi mente.

—Pues claro. Solo no hay en los cuartos, baño y el despacho de Jongin.

Asentí.

—¿Crees que en el estacionamiento haya?

—Sí, pero solo en la entrada.

Suspiré levemente y me senté a su lado.

—¿Si sabías que hay un traidor, verdad? —Su pregunta repentina me obligó a mirarlo con sorpresa, pero nada más me abstuve a asentir un poco—. ¿Por qué Jongin no lo ha atrapado aún?

Fruncí mi ceño.

—¿Qué quieres decir?

—Sigo creyendo que has entrado con demasiada facilidad en este mundo. En menos de dos meses comienzas a salir con el jefe y ya tienes acceso a sus lugares personales. ¿Por qué no te atrapó?

No podía creerlo.

Abrí mi boca ligeramente sin saber exactamente bien qué decir.

—¿Para quién trabajas?

—Estás entendiendo mal las cosas...

—Vamos, no soy idiota. Hasta tienes las agallas para saltarte sus reglas y te evitas una catástrofe con tan solo llamarlo bebé. Diría que te admiro, pero aún no he caído tan bajo.

—Yo no engaño a Jongin.

Bueno, al menos no en su trabajo.

—Me da igual, solo te diré una cosa —se detuvo un momento antes de proseguir—. Jongin lo sabrá. Y cuando lo haga no sólo que te va a hacer mierda a ti, nos va a hacer mierda a todos.

—¡Yo no soy el maldito traidor! —Exclamé—. Apenas puedo manejar un arma.

—Sí, buena estrategia, por cierto.

—¿Sabes? Es inútil seguir con esto. ¿Necesitas otra cosa?

—¿Qué harías si fuera yo?

Lo miré por unos segundos sin saber más qué hacer. Que tampoco era tan idiota como para no desconfiar de Kris alguna vez.

Love Shot / KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora