-sí, mi error, eso quise decir, por favor no te enojes, sal conmigo, ¿sí?- sus facciones se suavizaron y subió a la motocicleta sin problema alguno, se puso el casco y no volvió a hablar en todo el camino, me gustaba sentir como sus manos se abrazaban a mi torso tan fuerte, y su cabeza recargada en mi espalda, podría quedarme todo el día ahí, pero sé que ella odia todo esto, incluso comienzo a pensar que me odia a mí también.
-¿Dónde estamos?- la había llevado a una bodega en un barrio tranquilo y un tanto abandonado, ahí impartían clases para hacer gimnasia acrobática, estábamos cerca de la playa y el sonido de las olas rompiendo en tierra firme era más notable.
-es una sorpresa, ven- le tomé de la mano y la llevé dentro, estaban varios chicos de mi clase de expresión corporal, mi profesor, Frederick West se acercó a mí.
-qué bueno que llegan, ¿listos?- _________ frunció el ceño y me miró sin entender nada, no hable solo la guié hasta los baños y le pasé una mochila con ropa para que se cambiara.
-¿Qué es esto?- preguntó viéndome con desconfianza, le sonreí para ver si así se aminoraba un poco la tensión que comenzaba a generarse.
-es ropa, cámbiate, no puedes hacer gimnasia acrobática con ese vestido- a ________ el rostro se le desencajó, ahora viene la parte en que ella dice que no y yo la convenzo, siempre sucede de ese modo, parece que con nosotros no hay más.
-¿Qué yo voy a hacer qué?, ¿de cuál te fumaste James?- su comentario me dio risa, pero no quité el dedo del renglón, seguía extendiéndole la mochila con delicadeza, puse mi mejor mirada para tratar de persuadirla sin palabras, tomó la mochila, me sacó su dedo medio y se adentró en el baño. Se pondría un leotardo con mallas, justo la imagen que yo necesitaba en mi cabeza para torturarme más durante las noches pensando en lo perfecta que ella es para mí.
-listo, ¿contento?- la miré de arriba abajo sintiendo como se me secaba la boca, ya no tenía más baba que derramar, ella en todos los sentidos me quitaba el aliento y muchas cosas más, no mentiré, tal vez no sea noventa sesenta noventa, pero no está nada mal, su cabello aún no llevaba suelto y despeinado tanto que quise pasar mis manos por él y acomodarlo un poco pero se veía muy molesta y en cualquier momento podría atacarme, era como una leona enjaulada.
-te ves hermosa, si estoy contento, ¿vamos?- yo llevaba pantalón deportivo y una camiseta blanca, no necesitaba cambiarme, por lo que me ahorre ese tiempo y caminé hacia mi profesor.
-James... esta cosa me aprieta- otra vez llamando "cosa" a todo lo que tiene que ver conmigo, creo que es su palabra favorita, la tomé de la mano y la hice caminar, no me iba a poner a discutir con ella delante de tantas personas y en este día en que comienza mi plan de conquista.
-muy bien, comencemos con los ejercicios de estiramiento, formemos parejas, vamos- los demás chicos ya se habían emparejado, era obvio que yo iba con _______, ella después de todo no tenía otra opción, luego la clase comenzó a hacer los ejercicios, consistía en sentare frente a tu pareja mientras esta estaba de pie y te abría las piernas lo más que podía, ________ se sentó frente a mí y yo me posicioné en medio de sus piernas estando de pie , comencé a abrir mis piernas y por ende empujaba las de ella, vi que hacía una mueca de dolor cuando yo ni si quiera había terminado de estirarme.
-me duele, ¿Cómo es que a ti no?- me encogí de hombros, desde que comencé mis estudios en artes escénicas he llevado estos tipos de talleres y tengo bastante elasticidad, supongo que para ella es difícil.
-estoy acostumbrado, ¿no haces Split?- ________ negó horrorizada, sonreí y me abrí un poco más causándole algo de dolor, ella golpeó una de mis pantorrillas y yo la miré ofendido.
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La mejor historia de amor James Maslow y Tu
Romanceesta novela no es mía créditos a la escritora original de esta nove