Me sentía demasiado borracha como para saber que me veía patética cantando encima de la mesa junto a las chicas, esa no es la peor parte, si no que yo misma elegí esa canción y la cantaba imaginando a una persona en particular, con cabellos despeinados, ojos hazel, sonrisa perfecta.
-maldito perro- exclamé a través del micrófono como si él fuera a escucharme, Alexa y Andrea se carcajearon con tal intensidad que pensé que se orinarían en sus sillas, Adi estaba parada en la mesa conmigo y dani seguía tomando fotografías que seguramente mañana me darán pena ajena.
-¿por quién lo dices, por Logan o por Henry?- preguntó Adi atropellando las palabras con su lengua y riéndose al mismo tiempo, sus ojos se veían rojos y ella se tambaleaba como yo.
-¿Quiénes son esos?- comenté confundida, esa chica es tan rara, no sé de quién habla, en fin, con ayuda de Alexa bajé de la mesa y me senté a su lado, aún quedaba un poco de mi limonada eléctrica y me la bebí de un trago sin pensarlo dos veces, me sentía tan libre, tan sexy, tan salvaje, quería lanzarme a los brazos de alguien y bailar, o hacer cualquier otra cosa, mis amigas tenían razón y debía salir con alguien de verdad, no solo por contrato, yo no era fea ni tampoco un desperdicio de mujer, tenía lo mío y podría tener a un chico que me quisiera a mi lado sin necesidad de una historia falsa.
-hola hermosas, ¿quieren ir a bailar?- comentaron unos chicos extendiéndonos las manos para que las tomáramos, eran exactamente cinco chicos y todos lindos, Alexa, Andrea y dani se negaron, trío de aburridas, pero se comprende, están ocupadas ya, en cambio Adi y yo si nos pusimos de pie a bailar.
-¿Cómo te llamas?- preguntó aquel muchacho de ojos color avellana, era guapo y mucho, tenía una voz adorable y sexy a la vez que me hizo sentir una corriente eléctrica subir de pies a cabeza por todo el cuerpo.
-__________, ¿y tú?- lo abracé del cuello y comencé a balancear mis caderas de un lado al otro al ritmo de la música.
-lindo nombre, encaja perfecto contigo, hermosa, me llamo Gregg- Gregg, el iba a ser mi salvación hoy, me haría olvidar a alguien a quien se supone no debo recordar y a otro alguien a quien no sé ni si quiera porqué mantengo en mis pensamientos.
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Narra James.
-bien, he ganado, ¿alguna duda de que soy el rey del pool?- Kendall me sacó el dedo y sonrió, todos nos encontrábamos algo pasados de copas, sobre todo Dustin y yo quienes reíamos por cualquier tontería.
-me hinco ante ti o gran sabio- dijo Louis poniéndose de rodillas ante mí, un par de meseras se acercaron a nosotros, aquella pelirroja seguía rondando a Dustinl y a mí la rubia exuberante, ambas eran una obra de arte que podías observar horas y horas sin tener cansancio.
-mi turno casi termina, ¿no quieres ir a algún lado?- me preguntó la rubia sonriéndome insinuante, se había bajado un poco más la blusa y se veía el inicio de su sujetador, era de encaje rojo, mi favorito, tragué saliva y miré al techo, Dustin ya se encontraba abrazado a la pelirroja y Kendall, Carlos y Louis tenían su propio concurso privado de shots en el que cada vez se embriagaban más.
-no lo sé... vengo con mis amigos- en realidad no sabía si ir, no era lo más correcto del mundo, la acabo de conocer, es más ni si quiera la conozco, pero era hermosa, y fue amable conmigo toda la noche, tanto que nos regaló un par de cervezas a mí y a los chicos, se notaba su interés y coqueteo para conmigo, pero cada vez que yo parpadeaba y subía la guardia ahí estaba _______ rondándome la cabeza como si fuera un guardián custodiándome, no sé si habríamos terminado, pero ella no me buscaba y yo estaba dándome por vencido, ya no sería yo el que esta vez diera el primer paso, si quería volver a verme entonces tendría que buscarme, hacer un esfuerzo.
-siempre puedes darte una escapada, prometo que la pasarás muy bien- su voz entró en mis oídos como música suave y sensual, entonces me percaté de que Dustin no estaba y los chicos me miraba con expresiones burlonas, me excusé con la chica y fui a mis amigos.
-¿Dónde está Dustin?- Kendall sonrió con malicia y entendí todo.
-la pelirroja lo raptó, nos dejó su auto y él se fue en taxi, al parecer tú harás lo mismo- Kendall y Carlos sonrieron por el comentario de Carlos, Louis me miraba con una expresión seria y yo sabía porque.
-pensé que estabas muy enamorado- añadió el ojiazul con sarcasmo, sabía que estaba enojado por eso, incluso yo estaba algo enojado por pensar en _________ y en cómo me sentía de culpable por mirar con deseo a la rubia.
-¡cierra la boca Louis!, James es soltero y puede hacer lo que quiera, amigo, el departamento es tuyo por esta noche, diviértete- me dijo Kendall lanzándome las llaves del apartamento, las tomé y me fui ignorando la mirada de Louis. Kendall tenía razón, soy soltero y puedo hacer lo que quiera, _________ me dejó y yo no significo nada para ella.
-¿nos vamos?- le dije al oído a la preciosa chica de cabello dorado, ella me sonrió, se quitó el delantal y caminó conmigo del brazo, ella traía su propio auto, pequeño y viejo pero parecía un clásico, ahora no lo distinguía muy bien porque me encontraba mareado y feliz, pero supongo que mañana lo sabría.
Espero les haya gustado.
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La mejor historia de amor James Maslow y Tu
Romanceesta novela no es mía créditos a la escritora original de esta nove