𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 13

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No recordaba la última vez que le prestó atención al hermoso paisaje de cada atardecer, era simplemente magnífico, fue buena idea salir a despejarse un poco, el silencio era bastante cómodo y podía notar que el mayor también se sentía igual por la forma en la que observaba las calles tan relajado.

Las hojas de los árboles se movían al ritmo de la brisa y las aves comenzaban a esconderse en sus nidos.
El mayor podía sentir la paz y el silencio que se había formado, veía al castaño tan sumido en sus pensamientos, su vista se perdía en los árboles y tenía el semblante relajado dándole un aspecto que no podía describir.

¿lindo?

Quizás estaba empezando a delirar.

— Está anocheciendo, creo que debemos volver — opinó el castaño tomando su abrigo

Era el momento ideal para regresar ya que las calles no eran muy iluminadas en la noche.
La oscuridad los había alcanzado incluso cuando sus pasos eran rápidos pero por alguna razón el ambiente se mantenía agradable. Poco duro aquel momento cuando unas voces lograron escucharse desde uno de los callejones de las calles, el menor retrocedió al reconocer la voz de una mujer en peligro, suponía que la razón era un atraco o unos vándalos queriendo aprovecharse del más débil, dudo por varios segundos antes de lanzarse sin más al rescaté, no creía ser de gran ayuda pero tampoco podía quedarse de brazos cruzados.

Comenzaba a arrepentirse de no haber traído su celular para pedir ayuda.
En el fondo de la calle observo a dos hombres fornidos manoseando descaradamente a una joven indefensa.
Sus pies tambalearon inconscientemente, no estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero aún así continúo hasta llegar a los malhechores.

— ¡Sueltenla! — se arrepintió inmediatamente al ver la expresión de burla de éstos, en verdad estaba temblando de miedo pero no quería demostrarlo, incluso se sorprendió de no haber tartamudeado sus palabras.

— ¿Y si no que? niño— amenazaron ambos sujetos avanzando hasta el castaño.
Este se sentía demasiado intimidado, los hombres eran más altos y el doble de grandes que el, ¿En dónde se había metido?.

— V-voy a llamar a la policía — avisó maldiciendose por haber sonado tan débil pues los hombres parecían estar divirtiéndose con su intento de valentía.

Su vista recorrió todo el callejón en busca de alguna señal del azabache, no estaba seguro si este lo ayudaría pero de verdad lo necesitaba más que nunca.

— Tu no vas a llamar a nadie — ordenó el sujeto arrojando a la mujer al suelo para acercarse al castaño de forma amenazante, este realmente temió por su vida.
Volvió a girar su vista fuera del callejón, fuera de este se encontraba el mayor apoyado en uno de los muros sin intenciones de acercarse.

Por favor Lee.

Esto hizo que sus alarmas crecieran aún mas, entendía que el mayor no quisiese meterse en problemas por ayudarlo, no pedía demasiado, solo que llamara a la policía o lo que esté a su alcance para salir de este lío, pero este no parecía estar interesado en ayudarlo.

La joven aprovecho su liberación para esconderse detrás del menor con la esperanza de que esté pueda de alguna forma salvarlos a ambos.

— Corra señorita, yo los distraigo — recomendo el menor con algo de valentía.
La mujer dudo por unos segundos y finalmente comenzó a correr, uno de los sujetos intento alcanzarla pero el castaño se sujeto a este con todas sus fuerzas para evitarlo, ambos hombres se mostraron muy enfurecidos y Jisung sabía que esto le iba a costar caro.

— ¡Maldito niño! — rugió el sujeto empujando al castaño hacía el piso, el otro hombre comenzó a patearle el abdomen mientras esté se retorcía de dolor, ya lo veía venir, pero dolía como el infierno, todos sus sentidos comenzaron a fallarle cuando las gruesas suelas de zapato impactaron en su cabeza y esto lo dejo demasiado aturdido.
Los golpes habían parado pero no por una buena causa, el hombre sujeto al menor de la camiseta para levantarlo, su vista se encontraba nublada y no podía distinguir lo que sucedía pero fácilmente pudo deducir que esté golpe sería el que lo dejaría inconsciente.
Cerro los ojos esperando el impacto pero en lugar de eso cayó al suelo después de que el hombre fuese atacado sorpresivamente por otro sujeto.

Gritos y golpes era lo único que podía escuchar, por más que intentaba su vista no podía enfocar la escena, una de las patadas que recibió había llegado a una zona sensible de la cabeza y esto le nublo la vista.

Los golpes habían parado y ahora solo podía escuchar las respiración agitada de un sujeto, con dificultad logro visualizar la silueta borrosa de un hombre arrodillado en el suelo.

¿Ese es Lee?

Hizo el intento de colocarse de pie y se acercó hasta la escena entre tambaleos, estaba casi seguro de que ese era Lee.

— ¡No vengas! — reclamó este asustando al menor.

— Eres tu — confirmo el castaño sin detener su paso.

— ¡Quédate ahí Jisung! — ordenó pero este no se detuvo, estaba enfurecido, pero no quería hacerle daño, no aún, no se imaginaba haciéndolo en este momento, no después de haber literalmente despedazado a dos humanos sin piedad, no podía controlar su furia ahora, nunca ha tenido la necesidad de hacerlo, pero justo ahora lo estaba intentando con todas sus fuerzas aunque no parecía estar funcionando y el hecho de que Jisung continúe acercándose no ayudaba para nada — ¡Maldita sea quédate ahí!.

El menor se asusto por la reacción, no entendía muy bien lo que estaba sucediendo pero confiaba en Lee así que no dudo ni un según en inclinarse y rodearlo con sus brazos, se notaba demasiado tenso con su acción pero eso no lo detuvo, estaba muy aterrado por todo lo sucedido así que solo siguió sus instintos y se aferró al mayor con algunas lágrimas, definitivamente extrañaba demasiado a su madre y Lee fue lo más cercano a la protección que está le brindó desde su niñez.

El mayor se tomó la libertad de relajar sus músculos ante el toque del castaño, su cuerpo era cálido y desprendía un aroma muy placentero, sin darse cuenta había logrado controlar su irá y dejarse llevar por aquella sensación que tanto estaba reteniendo, sus latidos eran más fuertes y no era desagradable, el tiempo pareció ir más lento en ese instante, incluso creía que se había detenido.

Poco después recordó toda la escena a su alrededor y el shock que iba a tener el menor al ver este desastre.

— Vámonos — ordenó alejando al castaño.

— Aún no puedo ver bien — admitió el menor tallando sus ojos.

— Voy a cargarte — advirtió el mayor antes de tomar al castaño de las piernas y subirlo a su espalda.
Estaba agradecido de saber que el menor no había visto nada de la reciente masacre o quedaría traumado de por vida.

Piensa bien lo que haces

















Se viene comeback!!!!!!!.
No puedo con la emoción 7_7.

𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗔𝗞𝗟𝗢𝗢 . 𝑀𝒾𝓃𝓈𝓊𝓃𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora