𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 18

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Se esperaba cualquier cosa menos encontrar al mayor al borde de la ventana, tenía la mirada puesta en las calles, bastante concentrado en algún punto que incluso le dió pena tener de interrumpirlo.

- Eh.....venía a preguntar si quieres algo de cenar - explico, la realidad es que ni siquiera en el almuerzo había salido de la habitación, no comprendía el porque.

- No - respondió sin mirarlo.

- ¿Estás seguro?, No has comido en todo el día - recordó bastante preocupado - ¿Te sucede algo? - el mayor finalmente volteo para verlo con seriedad.

- Nada, regresa con tu amigo, de seguro esta muy hambriento - libero con cierta molestia, el menor asintió rendido y se regresó con tristeza sin notar lo ofendido que sintió en el mayor.

¿Acaba de irse con el?

No comprendía la actitud del azabache pero tampoco quería dejarlo así, tenía que haber alguna razón para que estuviese de esa forma, quizás la presencia del rubio le era incómoda.

- Lix, ¿puedo dejarte solo un momento?, Necesito hablar con Lee - explico al rubio quien se atragantaba con los cupcakes.

- Adelante, pero luego no reclames si te quedas sin postre - se burló - es broma, llévale algunos al mudo, no lo he visto salir de tu habitación en todo el día, ¿de verdad vive contigo?

- Claro que si, me llevaré la caja de brownies - robó el recipiente recibiendo unos regaños del rubio antes de irse.

Tocó unas dos veces antes de entrar, el mayor seguía en el mismo lugar de antes, se preguntaba que tan entretenido era observar las calles.

- Te traje algunos postres, se que dijiste que no querías pero insisto en que pruebes algo - explico recordando lo mal que el se había sentido cuando dejo de comer hace varias semanas, no quería ver al mayor pasar por algo así.

Dejo la caja de postres en el centro de su cama y camino hasta la ventana con algo de nervios para tomar la mano del mayor y llevarlo consigo.
Este se espanto en un inicio pero no puso objeción en ningún momento, conocía lo insistente que era el menor y nada podía hacer al respecto, sin embargo el toque de sus manos volvió a descolocarlo cómo la primera vez, eran tan suaves y cálidas, no iba a admitirlo pero por dentro había estado rogando por tomarlas de nuevo desde la última vez que lo hizo.
Casi inconscientemente entrelazó sus dedos en esta y menor pareció notarlo, sus mejillas coloradas lo delataban.

- ¿Tienes frío? - pregunto el castaño, pues por la temperatura de sus manos podía deducir que llevaba bastante tiempo varado en la ventana abierta.

El mayor nego con la cabeza, aún hechizado en el agarre de sus manos, creyó que al llegar a la litera lo soltaría pero no fue así.

- Prueba esto, son brownies, Lix los hacé mejor pero estos tampoco están tan mal - el mayor rodó los ojos y se soltó de este.

Deja de mencionarlo

- ¿Me contarás que te sucede? - fue al punto.

- Nada, dame eso - arrebato el postre para probarlo.

El castaño sonrió satisfecho de haber logrado que esté comiera.

- Puedes terminarte toda la caja si quieres - explico levantandose con la intención de regresar a la sala pero el mayor fue bastante rápido y sujeto su brazo para volver a sentarlo - ¿N-necesitas algo más? - pregunto bastante sorprendido por su acción.

- Quédate - ordenó sin dirigirle la mirada, el menor asintió aún confundido.

Un silencio se formó después de esto, el sonido de la televisión desde la sala era lo único que se podía oír, el castaño creyó que era un buen momento para iniciar alguna conversación.

- Y tu..

- Minho - interrumpió el mayor.

- ¿Eh?

- Ese es mi nombre - recalcó, el menor lo observo emocionado, puesto que finalmente había conseguido el nombre real del azabache.

- Me encanta, tienes un nombre muy bonito - admitió el castaño sin borrar la sonrisa de su rostro.
Aquello alteró los sentidos del mayor nuevamente, le irritaba tanto no tener el control de si mismo y estaba a un minuto de querer golpearse contra el suelo para dejar de sentirse de esa forma.

- Y Minho, ¿eres de esta zona? - su nombre sonaba demasiado bien en la voz del menor.

- No.

- Lo supuse, ¿Cómo llegaste aquí?.

- En una maleta - el castaño comenzó a reír por la broma.

- No pensé que podías hacer chistes - se recompuso - Supongo que no quieres decirme.

- Aún no - la verdad es que temía por la reacción que tendría el castaño si le contaba la verdad, lo más probable es que se desmayara de la impresión.

- Bueno no importa, entiendo tu situación, yo jamás le conté a nadie que me hacían bulling en el colegio, el único que lo sabe es Lix, y tú - confesó - me siento muy cómodo hablando contigo por qué siempre estás escuchandome, aunque me gustaría que tú también tuvieses esa confianza para hablarme por qué quiero conocer más de ti.

El mayor atendió cada palabra, y si, tenía razón, le parecía demasiado interesante entender y escuchar a Jisung, su rutina y vida eran muy entretenida aunque el intente negarlo.
Pero le preocupaba acostumbrarse a su compañía, o quizás ya lo había hecho, literalmente paso todas estas semanas pegado al menor desde que llegó y la sola aparición de su mejor amigo le causó un malestar muy grande y nada normal en si mismo, no lo podía entender aún, y con el poco control que tenía de sus emociones hacia que sus acciones reflejarán notoriamente su molestia.

















Dos actualizaciones en un día, esto es nuevo xd.
Pregunta del día:

¿Alguna vez se han enamorado sin saberlo?.

No sé preocupen, yo les guardo el secreto 😌

𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗔𝗞𝗟𝗢𝗢 . 𝑀𝒾𝓃𝓈𝓊𝓃𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora