𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 38

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Nota: Pónganse una musiquita bien triste 🥺




Minho retrocedió junto a Jeongin y observo al peliplateado por un fragmento de segundos.

— Cierra los ojos, esto te va doler — advirtió al mas menor y este asintió asustado.

Y como una escena en cámara lenta el azabache coloco la mano abierta sobre el pecho del menor e impulso con tanta fuerza que esté salió disparado en dirección a la puerta, dónde hyunjin logro atrapar antes de que chocará con la pared y desapareció con este en manos.

Jisung estaba tan perdido y asombrado a la vez, todo esto parecía una especie de sueño del que definitivamente quería despertar.

— Traigan al ángel — ordenó el superior y el azabache reacciono confundido.

Jisung fue arrastrado hasta el hombre alto y obligado a arrodillarse con la vista al frente, otro sujeto se presentó con una daga bastante filosa que se le fue entregada al hombre detrás de el.

— ¡¿Qué haces?! — solto Minho alterado.

— Regrésame al chico y no mataré a tú ángel, así de simple — propuso.

El menor sintió el filo de la espada pasar por su espalda, el miedo comenzaba a llenarlo, no entendía nada de lo que estaba sucediendo, aún así rogaba que Minho lograra salvarlo está vez.

— No lo harás, lo necesitas con vida — reafirmó inquieto por ver la espada sobre el menor.

Sálvame por favor

— De que me sirve el poder de este chico si no puedo renacer sobre mi hijo — manifestó — ¡¿Dime dónde está?! — presionó la daga y el menor soltó algunos quejidos.

— ¡No lo se! — artículo rápidamente — ellos no venían conmigo, no se a donde lo llevaron — se estaba desesperando.

— Creería en ti, pero me has traicionado y debes pagar por ello — formuló antes de levantar al menor por la fuerza e incrustar la daga en su estómago.

— ¡No! — levantó la mano sin saber cómo reaccionar.
Intuitivamente Jisung cayó rendido y sin fuerzas en el suelo.

— ¿Creiste que no note lo importante que es este chico para ti? — sonrió perversamente antes de sacar la espada del cuerpo herido en el suelo — que tú estadía sea miserable eternamente es más satisfactorio que enviarte al infierno — sonrió nuevamente — Quiero que todos queden advertidos de lo que sucedera si rompen las reglas — se acercó hasta quedar en frente de Minho — me has decepcionado — susurro — ¡Quiero a todos buscando al chico ahora mismo! — ordenó antes de desvanecerse en el aire.

Minho aún seguía parado, sin poder entender lo que había ocurrido, sus pies comenzaron a avanzar finalmente, Jisung abrió los ojos con lentitud y esto provoco que el mayor reaccionara y se colocará de rodillas para socorrerlo.

— Minho — llamó con dificultad.

— Jisung, te llevaré con un médico, estarás bien — aseguró tomando al castaño con sus brazos, desafortunadamente este se quejó de dolor al ser removido y no le quedó de otra que regresarlo al suelo — Tienes que aguantar, ¿Está bien? — intento nuevamente pero el castaño se negó.

— N-no Minho, no llegaré a tiempo — aseguró con la voz baja.

— Nonono, no digas eso — rogó angustiado, sintió su rostro arder de repente, lágrimas dolorosas caían de sus ojos, no recordaba la última vez que había llorado, quizás por qué solo lo había hecho una vez cuando aún vivía.

— No llores, te lastimas — pidió el castaño débilmente.

— Acabo de llamar a una ambulancia — avisó el agente luego de haber presenciado toda la escena.

— Resiste Jisung — imploró, sus manos temblaban inevitablemente al ver la sangre escurrirse en cantidad sobre el suelo.

El castaño comenzó a respirar con más lentitud y esto alarmo a Minho.

— No, no puedes irte — tomo una de sus manos y la coloco suavemente sobre su herida con la esperanza de que esté pudiese sanarse.

— No funciona así Minho, el puede sanar a su entorno pero no a si mismo — explico el agente — lo lamento.

— Hay a-algo que quisiera saber antes de irme — manifestó con suavidad.

— No pude decírtelo por qué no me gustas Jisung, es más fuerte que eso, puede que no lo entiendas pero nunca he sentido algo tan fuerte como lo que siento ahora — declaró finalmente y con total sinceridad.

— Es amor — aseguro con una pequeña sonrisa mientras sus párpados comenzaban a hacerse más pesados.

— No lo logrará Minho — predijo el agente igual de afectado.

— ¡Lárgate! — le gruño y este obedeció comprensivo.

— Ti-iene razon — afirmó el castaño cada vez más bajo.

— Lo harás, vas a vivir, te quedarás conmigo.

— Me quedaré contigo — sonrió ligeramente.

El mayor tomo de sus mejillas con suavidad para depositarle un beso que Jisung correspondió con sus últimos suspiros.
Minho sintió el cuerpo del castaño perder fuerza hasta finalmente desvanecerse en el aire.
Las lágrimas comenzaron a llenarlo con más intensidad, no le importaba si esto quemaba su piel, sentía merecer todo aquello.

— Lo lamento mucho Minho — reapareció el agente luego de haber visto desaparecer al castaño — el ahora está en paz y con los suyos — intento alentar.

— Quiero estar solo — se abrazo a si mismo.

— Te necesitamos, se que es difícil, pero no podremos sin ti — suplico.

— ¡LÁRGATE! — exploto con furia.

El agente asintió triste y se retiró del lugar dejando a Minho en completa agonía y soledad.

(......)

— Ellos están siguiendome y Jeongin no podrá resistir otro viaje, necesitamos un transporte — le explicó al pecoso.

— Le rogare a Changbin.

— Date prisa, no tenemos tiempo — manifestó chan desesperado.

A Felix no le fue difícil convencer al pelinegro luego de mencionar que una brigada de demonios vendrían por todos ellos.
Hyunjin se apresuró a meter al menor al vehículo y cerro la puerta.

— Voy a hacerles algo de tiempo, quiero que conduzcan sin parar, Seungmin y los demás se encuentran en el convento, pasen por ellos antes de irse — ordenó para luego desaparecer.

El conductor acelero a toda prisa y llegó al templo donde un Seungmin cabizbajo esperaba su llegada.

— ¿Dónde está Jisung? — fue lo primero que pregunto el rubio menor.

— Lo siento Felix, no pudimos salvarlo — explico el agente.

— ¿Que quieres decir? — pregunto temeroso.

— El murió, lo lamento.

— N-no, eso no es cierto — soltó tembloroso.

— Lo siento Felix — consoló el ente rubio sin éxito.

El conductor se sintió bastante conmovido con la escena, sin embargo todo el momento fue interrumpido al percatarse de varios vehículos detrás de ellos.

— ¿Debería preocuparme de eso? — señalo.

— Nos vienen siguiendo, ¡acelera!.

















🌧️🌧️🌧️
Aquí el cap de hoy 👉👈

𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗔𝗞𝗟𝗢𝗢 . 𝑀𝒾𝓃𝓈𝓊𝓃𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora