𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 27

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En su corta vida jamás había oído una historia tan descabellada cómo la que acababa de escuchar.
Quizás su cabeza no había sanado del todo, o aquel rubio realmente no existe y todo es una imaginación suya, puede que en realidad este en coma y todo sea parte de un mal sueño.

Decir que Jisung, su mejor amigo es un ángel mitad humano y que su extraño nuevo inquilino es en realidad un demonio mitológico que estuvo a punto de matarlos a ambos pero no lo hizo por qué no se le dió la gana y ahora deben robar información ilegal de la policía para salvar la vida de su amigo era un poco difícil de creer.

— Tengo que tomar mis pastillas para la esquizofrenia — susurro.

— Y bien, ¿vas a ayudarnos? — consulto la entidad.

— Tu no eres real — acusó — sal de mi cabeza.

— Se que estás perturbado niño, pero está es la realidad, puedo pellizcarte si quieres — ofreció con gracia.

— Si fueses real podría tocarte, solo eres una fantasía en mi cabeza — intento convencerse.

— Tienes razón, voy a hacer que me toques — afirmó con media sonrisa.

Avanzo hacía el pecoso con lentitud y extendió el brazo en dirección a su muñeca, concentro su mirada en este y sus ojos tomaron un color azul intenso, el menor hipnotizado por esta peculiar atracción, comenzó a sentir un calor intenso en su mano derecha, convirtiéndose ahora en una quemadura de primer grado que ardía como el infierno.
Un grito lastimero salió de sus pulmones y toda su vista se nublo por un instante antes de volver a la normalidad.

— ¿Qué fue lo que me hiciste? — se alarmó, su cuerpo se sentía bastante pesado y la vibración en su cabeza había desaparecido.

— Ahora puedes tocarme — aseguró tomando la mano del contrario con suavidad.

El menor abrió los ojos impactado y comenzó a considerar todo lo que esté le había revelado hace varios minutos.

— Jisung......— mencionó — ¿van a matarlo? — tembló.

— Si quieres que sobreviva tienes que acceder a mis condiciones — afirmó

— H-hare lo que me pidas pero no dejes que le hagan daño — imploró.

— Descuida, el está en buenas manos por ahora.

(.....)

El centro comercial se mantenía ligeramente vacío aquella tarde.
Se disponía a comprar algunos materiales faltantes para la escuela mientras paseaba por el pasillo de plumones.

Los colores pasteles y brillitos llamaron su atención, elegir sus lapiceras y decoraciones era su parte favorita.

Camino por la sección con curiosidad mientras buscaba uno que se acople a sus gustos.

Dentro de un estante casi oculto encontró uno con detalles y estampados de colores, era el último en la caja y se apresuró a tomarlo, sin embargo otra persona se lo arrebato antes de que lo consiguiera.

— Oh disculpa, puedes tenerlo tu — escucho de este.

— Gracias — sonrió amable.

Creyó que se iría después de aquello pero el peligris continúo hablando.

— ¿De compras para la escuela? — pregunto, parecía alguien amable y carismático.

— Si — respondió tímido.

— Yo también — agregó — ¿puedo acompañarte?, Si es que no te molesta, claro, note que tenemos los mismos gustos — sugirió.

El castaño lo pensó por unos segundos antes de asentir junto a una sonrisa, no era bueno haciendo amigos pero el peligris parecía querer ser uno de ellos.

𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗔𝗞𝗟𝗢𝗢 . 𝑀𝒾𝓃𝓈𝓊𝓃𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora