𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 42

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2 meses después

Muy independientemente de como se tenía planeado, nadie tomo el reino del infierno y todo quedó bajo la división de los de alto rango, quienes ahora organizaban a los seres desde abajo.

Minho, quien había decidido abandonar aquello hace tiempo, decía haber hecho la mejor elección de toda su existencia, aún si esto reprimía todo lo que algún día fue, ahora solo era recordado como "el Demonio que traicionó a su creador por amor".

— Estaré esperandote — corto la llamada.

— ¿Quién era? — consulto, aún sabiendo perfectamente de quien se trataba.

— Era Lixie, tenemos un trabajo en grupo para el viernes y tiene que venir a hacer el trabajo está tarde — respondió Jisung concentrado en su escritorio — ¿podrías encender la ventilación?, Tengo demasiada calor aquí — admitió aireandose con sus manos.

Minho no quitó la vista de sus clavículas y las gotas de sudor que resbalaban por su piel.

— Llevas todo el día en ese escritorio — avanzo hasta el.

— Talvez mañana salgamos a algún sitio, hoy estoy muy ocupado.

— Podrías dejarlo para mañana y salir hoy — insistió, le molestaba que esté no le prestase atención, llevaba una semana dedicandole más tiempo a esas inútiles tareas que a su relación, y porsupuesto que no iba a permitir que continúe de esa forma.

— Lo se, pero tengo demasiada tarea, los problemas matemáticos son mi peor pesadilla, no se cómo resolverlos — comento estresado.

— Por que no mejor resuelves esto — ordenó antes de girar sorpresivamente su silla y colocar ambos brazos en los costados.

— Minho, en verdad estoy muy atareado — se quejó — saldremos mañana, lo prometo.

— Hacer esto no te va a tomar más de una hora — insistió antes de acercarse a unos centímetros de su cuello y repartir algunos besos por la zona.

El castaño estaba acostumbrado a las sugerentes ofertas de Minho, era una especie de juego del que siempre lograba escapar.

— Tengo que acabar esto, porfavor — intento alejarse.

— Te ayudaré a terminarlo luego — volvió a insistir.

— Tu no sabes nada sobre álgebra

— Puedo desaparecer a tu maestro, no me agrada la forma en la que te mira.

— ¡Minho!, ¿Estuviste espiando otra vez? — regaño, nunca sabía a ciencia cierta si sus comentarios eran reales o solo una simple broma.

— No puedes envitar que lo haga — aseguro sin dejar de lado su notable adicción con la piel del castaño.

— Podrían descubrirte y me meterias en problemas — los besos del mayor en su cuello comenzaban a intensificarse — Minho, ¿me estás escuchando?

— Jisung — se detuvo tan repentinamente que el mencionado reacciono sorprendido — ven conmigo — sujeto de su muñeca y lo llevo hasta su habitación.

— Minho, ya te lo dije, tengo mucha tar- los dedos del mayor se posaron en sus labios para silenciarlo.

— Quédate así — ordenó antes de pasar sus manos por su cintura — me gusta verte en silencio — declaró — me he aprendido cada expresión y costumbre tuya......pero hay algo más que necesito conocer de tí.

Jisung sentía el rubor acumularse en sus mejillas y el corazón acelerarse a mil por hora, afortunadamente el timbre del departamento interrumpió aquel caluroso momento.

— ¡El timbre! — reacciono — a de ser Lixie, por lo del trabajo — huyó entre tropezones.

— Jisung, ¡soy yo! — se escuchó al rubio del otro lado.

Tu amiguito no lo arruinara otra vez

El castaño se apresuró a llegar a la puerta y tomo la perilla con la intención de abrirla pero está se negó a girar en el sentido.

— Minho tu-

Volteó encontrando al mayor detrás de el, sus brazos golpearon sorpresivamente la madera a sus costados limitando sus movimientos, su rostro se hundió lentamente sobre su cuello y la respiración sobre su piel le erizo todo el cuerpo.

— Dile que regrese — susurró.

— ¡¿Jisung?! — se escucho del otro lado — ¿Te caiste?, ¿Estás bien?.

— ¡E-estoy bien! — respondió con dificultad — ¡solo resbale co- ah~ — sintió el ardor en su piel, Minho lo había mordido, solo esperaba que su pequeño quejido no haya sido escuchado por el pecoso.

— Haz que se vaya — volvió a susurrar luego de esto.

— Minho, no puedo — aseguro — tengo que hacer el trabajo — muy independientemente de esto, era alguien bastante inseguro con su cuerpo, no se sentía preparado para dar este paso, y eso Minho lo tenía en cuenta, pero su intención era ayudar al castaño a entender que para el era alguien más que perfecto.

— Tienes un trabajo más importante aquí conmigo.

— ¿Jisung?, No te oyes bien, abre la puerta — reclamó el rubio.

— Dile que estás bien y que regrese mañana — ordenó seductoramente mientras paseaba sus manos por el abdomen del más bajo.

— Estoy bien Lix, sucede que no encuentro mis llaves, ¿Podrías regresar mas tarde? — excusó en voz alta.

— ¿Tus llaves?, ¿No quieres que vaya a recepción para que te traigan una copia? — sugirió.

— No hace falta, la encontraré yo mismo — soltó antes de caer en cuenta que los botones de su camiseta estaban desprendidos, con las mejillas completamente sonrojadas se apresuró a cubrirse el torso mientras sentía la mirada de Minho recorrerle sin vergüenza.

— No te cubras, quiero verte — tomo de sus muñecas con delicadeza y las deslizó hasta atraparlas por detrás de su espalda, comenzó a repartir besos por toda la piel expuesta y se detuvo en sus pezones dónde mordisqueo ligeramente provocando que el menor arqueara la espalda, al parecer era bastante sensible.

Ligeros suspiros y quejidos comenzaron a escucharse del castaño, Minho aprovecho su distracción para cargar una de sus temblorosas piernas y así realizar un vaivén suave, simulando estocadas sobre la tela.

— Jisung, acabo de ir con la recepcionista pero no sé encuentra ahora, solo está el guardia — explico el pecoso.

Finalmente el azabache perdió la paciencia y salió al pasillo para enfrentar al rubio.

— Jisung no está disponible ahora, largo - ordenó antes de cerrarle la puerta con notable molestia, el castaño estaba bastante sorprendido y petrificado en su sitio — ven aquí — dirigió a su habitación.























Imagínense siglos de abstinencia 😳.
Xdddd
Bueno perdón por perderme tanto tiempo, anduve un poco ocupada.

𝗘𝗟 𝗣𝗥𝗔𝗞𝗟𝗢𝗢 . 𝑀𝒾𝓃𝓈𝓊𝓃𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora