_ ¿Qué haremos hoy? _ preguntó el azabache. Habían pedido algo ligero para el almuerzo y ahora estaba tomando su mate, completamente relajado en el sofá, y mirando a Tae que, sentado en la otra punta, no dejaba de trabajar en su laptop.
_ Mm... no lo sé. Estaba pensando que por hoy podríamos quedarnos aquí.
_ Estoy completamente de acuerdo. Nos encerramos aquí todo el día, toda la semana o todo el mes si quieres. Pero primero debo ir a la farmacia.
Taehyung levantó la cabeza y lo miró sin comprender. Jungkook levantó las cejas y lo miró sugestivamente hasta que el castaño comprendió el doble sentido.
_ Kookie!_ lo regañó _ Dije de quedarnos, porque debo trabajar. Tengo material por editar.
_ Ya llevas media mañana y pasado el mediodía en eso. No creo que te falte mucho para terminar.
_ En realidad, no. _ convino el castaño _ Ya colgué material nuevo a la venta. Debí hacerlo anoche pero llegamos tarde y... ya sabes.
Jungkook estaba de buen humor ese día y con plena disposición para molestar a Tae hasta ver sus mejillas como maduras cerezas.
_ Nop, no lo sé. Cuéntame, ¿por qué no cumpliste con tus responsabilidades anoche? _ lo miró divertido _ Dímelo.
_ No. No pienso decir nada solo para que te burles de mi.
_ Si lo dices prometo no burlarme _ pero se lamió los labios de forma sugerente mientras se acomodaba sugerentemente la entrepierna. _ Si no quieres decirlo puedes darme una demostración práctica.
_ ¡Oh, Dios, Jungkook! _ Tae le lanzó un almohadón mientras se ponía rojo.
_ ¡Sí, ya lo recuerdo!. Anoche decías lo mismo. "Oh Dios, Jungkook", y agrégale un jadeo intenso.
El pelinegro comenzó a reír al ver como Taehyung tomaba otro almohadón para taparse la cara. Se estiró para asirlo por las muñecas y tirar de él hasta dejarlo acostado encima de su propio cuerpo. El castaño simuló una protesta pero se dejó hacer.
_ Déjame. Te gusta torturarme, ¿verdad?._ le reclamó haciendo gala de un adorable puchero.
_ Ven aquí. _ atrapó sus labios y lo besó con ternura _ Me encanta ver como se colorean tus mejillas.
_ Eres muy malo, Kookie. _ Jungkook comenzó a besarlo más profundamente, y a acariciar su espalda mientras el castaño hundía sus delicados dedos en sus mechones oscuros. Bajó sus manos hasta las carnosas nalgas y las apretó sobre el jogger. Tae soltó un gemido.
_ Te ves tan inocente, tan adorable, tan cogible.
_ En serio, Jungkook, continuamente haces que mi sangre se instale en mi cara. Va a darme una trombosis.
_ ¡Es lo mismo que tú le causas a mi pene!
_ ¡Kookie!.
_ Anoche cuando te ví de espaldas, desnudo, casi muero de un infarto. Te juro que nunca ví un trasero como el tuyo.
_ Ojalá valoraras mi personalidad de la misma forma que valoras mi trasero. _ bromeó Tae.
_ ¡Adoro tu personalidad! Es tan grandiosa como tus nalgas, bebé, pero si no puedo tocarla pierde puntos._ se rió mientras apretaba sus glúteos.
_ Creo que me gustaba más tu modo "ogro gruñón".
_ Casi olvidaba que me pusiste ese mote, y para colmo, se lo dijiste a tu amigo. _ Jungkook lo miró con picardía _ Aún no me he cobrado esa afrenta. Solo espera que compre los condones y ajustaremos cuentas.
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ENTRE VIÑAS Y CEREZOS 1
Fanfiction1° libro. Jungkook fue criado en una familia tradicional que lo mantuvo oprimido, frustrado, y lo alejó de su primer amor. Dejó su hogar para independizarse del dominio parterno y ahora vive alternando entre Seúl y Dubai. Taehyung se crió en sudamé...