CAPÍTULO 28

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Setenta y dos horas después de despertar, Jungkook fue trasladado al mismo piso que Taehyung en cuidados intermedios y al fin pudo tener visitas. Gracias a sus influencias, Min les había conseguido una habitación doble. Así que, con sus camas una a la par de la otra, estaban todo el tiempo juntos. Rodeados por Yoongi, Hoseok y Jimin, tanto Tae como Jungkook parecían estar más que felices a pesar de todo. Aún así, intentaban hablar lo menos posible de lo ocurrido, y compartir solo detalles triviales que no afectaran el ánimo de nadie.

_ No quería volver a Gongju sin verte, bro _ dijo Hobi _ Esta tarde cuando me vaya, me iré feliz sabiendo que estás mucho mejor.

_ Gracias, hyung.

_ ¡Casi me olvido, Tae! _ Hoseok se palmeó la frente _ Bo Gum no pudo venir a verte porque tenía un compromiso laboral en Osaka, pero te manda muchos saludos y sus mejores deseos.

_ ¡Oh, pero qué tristeza! _ ironizó el azabache, con la voz aún rasposa como secuela del tubo del respirador..

_ No seas malo, Kookie _ le reprochó el castaño y le hizo un cómico pucherito _ Dale las gracias de mi parte, Hobi. Jiminie me contó que nos ayudó mucho.

_ Es cierto _ coincidió el pelinegro _ Yo también le agradezco por su ayuda. Él me dió la pista sobre Lalisa _ y por lo bajo agregó _ Pero igual lo quiero lejos de Tae.

El humor de todos estaba retornando. Taehyung y Jungkook, de a poco iban recobrando color y fuerza. El tratamiento médico de ambos estaba dando frutos. Aunque, y según el criterio del pelinegro, su mejora era pura y exclusivamente mérito del dulce castaño que ahora, sentado a su lado, lo miraba con amor.

_ La verdad, es sorprendente tu recuperación, bro _ el sonriente platino al fin podía derrochar sus luminosas sonrisas de nuevo _ Tu excelente estado físico fue una bendición.

_ No me sentiría tan bien si no fuese porque Tae está conmigo _ aseguró el azabache _ Él es mi mejor y más dulce medicina.

_ ¡Ah, JK! _ Hobi seguía riendo a sus anchas _ Estás hecho todo un poeta.

_ Es que mi Kookie es muy talentoso _ aseguró el castaño dándole a su novio un pequeño besito en la naríz _ Estoy feliz de que estés mejorando.

_ Y me sentiré mucho mejor cuando me quiten todos estos cables y pueda tenerte aquí en la cama conmigo, Bebé.

_ ¡Kookie! _ Tae se puso rojo.

_ Kim Taehyung _ reclamó el rubio _ Ponle un alto a tu novio.

_ No te enojes, Jimin _ pidió el pelinegro _ Solo quiero poder abrazarlo y dormir juntitos.

_ Pues ten un poco de decencia y recuerda que estás en un hospital. No es lugar para andar ni abrazándose ni durmiendo juntos.

_ ¡Mira quién lo dice! _ se burló el castaño _ ¿Acaso crees que me olvidé que el otro día, tú y Yoongi amanecieron en el sofá más enredados que luces navideñas?.

La cara de tomate del rubio fue gloriosa. Por su parte, el peligris no mostró ningún tipo de reacción.

_ ¡¿Quéee?! _ gritó Hoseok y comenzó a reír.

Jungkook casi se ahoga y Tae tuvo que darle una suave palmadita en la espalda.

_ ¿En serio, Min? _ dijo cuando se hubo aclarado la garganta _ Lo siento mucho, Jimin. Mi amigo a veces no conoce los límites. Te pido disculpas en su nombre.

_ ¿En mi nombre? Vete a la mierda Jeon _ Yoongi se alzó de hombros _ El señorito "Un Poco de Decencia" fue quien se me pegó como chicle.

_ ¡Claro que no! _ Jimin no daba crédito _ Yo... yo no...

ENTRE VIÑAS Y CEREZOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora