Capítulo 27

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_ ¡KOOKIE!!!

El grito desgarrador de Taehyung rugió lastimándole la garganta luego de tantas horas amordazado, aunque él ni cuenta se dió. Sus piernas volvieron a debilitarse. Todo su cuerpo regresó al estado de temblor e inestabilidad. Más allá de los golpes, el castaño llevaba casi dos días sin comer. Estaba famélico y deshidratado. Pero eso no le impidió correr y caer de rodillas al lado del pelinegro que yacía inconsciente. Le levantó apenas la cabeza y cruzó su brazo por detrás para sostenerlo en su regazo.

_ ¡DÍOS MÍO, NO!¡KOOKIE, NO TE VAYAS, POR FAVOR! _ el castaño levantó sus ojos al cielo y en medio del llanto le pidió a sus ángeles _ ¡No, por favor! ¡No dejen que pierda a mi Kookie también! ¡Ayúdenme, por favor, no nos abandonen!

El pánico invadió su mente y no podía dejar de mirar a Jungkook con terror. La sangre seguía manando de su pecho y la palidez de su rostro no auguraba nada bueno. Tae, con todo cuidado, y sin reparar siquiera en que sus manos estaban muy lastimadas, puso una de ellas sobre la herida haciendo presión para detener la hemorragia. No sabía qué hacer. No podía dejarlo ahí solo para ir a pedir ayuda pues se desangraría. Tampoco podía arriesgarse a moverlo porque podía ser contraproducente.

_ ¡MAMÁ, PAPÁ, AYÚDENME! _ gritó con su voz totalmente rota _ ¡No dejen que muera! ¡Por favor, por favor!.

Taehyung seguía llorando angustiosamente, con Jungkook inerte en sus brazos. Lo abrazaba contra sí como si de esa manera no pudiera quitárselo nadie. Ni siquiera la muerte. No, ni Dios ni la muerte podían quitarle a su Kookie. Él no los dejaría.

La puerta de entrada volvió a abrirse con fuerza, dejando ver a un desencajado peligris, que no podía dar crédito a lo que veía. De inmediato, Min logró recomponerse y se postró junto a la pareja.

_ ¡¿Qué le pasó?! Tae, mírame, Tae _ el castaño parecía ido. Lloraba inconteniblemente, mientras acunaba a Jungkook entre sus brazos sin quitar la mano de la herida _ ¡Tae!. Necesito que reacciones, Taehyung. Necesito que te calmes para poder ayudarte.

El castaño lo miró y tardó en encontrarle sentido a las palabras del peligris. Luego pareció despertar.

_ ¡Yoongi, Yoongi! ¡Le disparó! ¡El hijo de puta le disparó a Jungkook! _ Tae gritaba fuera de sí mientras señalaba hacia Do Yun con la cabeza.

Min volteó a mirar hacia donde el castaño había señalado y pudo ver el cadáver, boca abajo, totalmente ensangrentado y con el cuchillo aún clavado en su espalda.

_ ¡Llama una ambulancia! _ TaeTae seguía gritando sin percatarse que la policía ya entraba al lugar y comenzaba a registrar las habitaciones _ ¡Jungkook se muere, Yoongi! ¡Llama una maldita ambulancia!

_ ¡Ya viene, Tae, cálmate! _ habló a su vez Min _ La policía ya la llamó.

_ ¡Se muere, carajo! ¡Mi Kookie se muere!.

Taehyung lloraba, desde el centro mismo de su alma. El pavor que lo dominaba se esparcía por sus venas como lava, quemando, dejando en carne viva su corazón. Las lágrimas bañaban su rostro lastimado y le hacían arder los cortes. Aunque eso tampoco lo notaba. Sus ojos estaban fijos en la herida sangrante de su pelinegro.

_ ¡No morirá, Tae, no lo hará! ¡Cálmate!.

Yoongi se quitó la chaqueta y con cuidado lo cubrió con ella, mientras con sus manos intentaba calentar las de su amigo.

El inspector Bae se acercó y revisó los signos vitales de Jungkook.

_ Al parecer ha perdido mucha sangre. Pero tiene pulso y la ambulancia ya está en camino _ miró a Taehyung y con sumo cuidado le inquirió _ ¿Tú estás bien?.

ENTRE VIÑAS Y CEREZOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora