Un aroma dulce de algo recién preparado lo despertó. Miró el lado opuesto de la cama. Estaba solo. Se levantó de inmediato buscando su boxer que había ido a parar cerca del tocador. El que Taehyung no estuviera a su lado lo inquietaba, pero que hubiese olor a comida era señal de que estaba bien. Lo encontró en la cocina.
_ Es la segunda vez que me abandonas en la cama. _ dijo mientras lo abrazaba por detrás y apoyaba la barbilla en su hombro.
_ ¡Aish, Kookie! _ el castaño se sobresaltó y giró para abrazarlo también _ Es la segunda vez que me asustas.
_ Deberías estar descansando. _ lo regañó con cariño _ Aún estás en recuperación, bebé.
_ Esto no es esforzado. _ Taehyung se enterneció al ver su cara hinchada por el sueño y su renegrido cabello todo revuelto _ Además, tú necesitabas dormir más que yo.
_ Pero eres tú el que acaba de salir de estar hospitalizado, amor.
_ Estuve dos días enteros en la cama del hospital, Kookie. _ un lindo puchero se dibujó en su boquita _ Quería hacer algo productivo y no quise despertarte.
_ Eres muy silencioso. Veo que ya te bañaste y ni siquiera escuché la ducha.
_ Dormías como un bebé. _ Tae dejó un besito en su naríz _ Necesitabas descanso urgente.
El pelinegro apretó el abrazo y buscó su boca. Fue un beso, suave y tierno, que contrastó con su siguiente comentario.
_ Te necesitaba a tí. Mi pene tiene frío fuera de tu culito.
_ ¡Jungkook!_ le dió un golpecito en el hombro y volvió a los preparativos del desayuno ocultando el sonrojo que cubrió su cara.
_ ¡Pero es verdad, bebé! Ven y toca para que veas.
_ Ya quisieras _ Taehyung reía de su ocurrencia _ Tendrás que ponerle una bufanda o algo, mi culito y yo estamos ocupados cocinando.
Jungkook miró los recipientes y la bandeja con comida.
_ Eso fue lo que me despertó. Más precisamente mi naríz le avisó a mi cerebro, mi cerebro a mi estómago y mi estómago me gritó que viniera a ver. _ el castaño no dejaba de reír con sus locuras _ ¿Qué es?.
_ Son crepês de mermelada y frutas. Los llevaré al horno para que queden bien crocantes. También hay huevos hervidos con kimchi y arroz.
_ ¡Uh, quiero!_ exclamó el azabache mientras se relamía.
_ Entonces ve a ducharte, cuando termines el desayuno ya estará listo _ y agregó _ Mientras tanto, voy a hacerle una videollamada a Jimin.
Jungkook asintió y como niño obediente se dirigió al baño, no sin antes robarle un beso. Tae lo miró irse. Se veía tan guapo, semi desnudo, con el boxer negro marcándole el trasero, los muslos gruesos y la amplia espalda, donde se podían ver un par de rasguño que él mismo le había hecho.
Sería tan hermoso despertar cada día viéndolo. Amanecer enredado en sus brazos y rodeándolo con sus piernas. Darle los buenos días con un beso.
_ "Sería hermoso, pero es imposible" _ se dijo.
Era mejor no pensar en esas cosas. Alejó los pensamientos utópicos lo más lejos que pudo, considerando que se negaban a irse, y tomó el móvil para llamar a su soulmate.
Jimin había estado esperando el llamado de Taehyung con ansias, por lo que su rostro apareció en pantalla mientras aún daba el primer tono.
_ TaeTae, ¿cómo estás?.
_ Hola Chimchim. Estoy bien, gracias. ¿Y tú?.
_ Pues, bien también, pero tú te ves "muuuuy" bien _ el rubio lo miró sorprendido.
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ENTRE VIÑAS Y CEREZOS 1
Fanfiction1° libro. Jungkook fue criado en una familia tradicional que lo mantuvo oprimido, frustrado, y lo alejó de su primer amor. Dejó su hogar para independizarse del dominio parterno y ahora vive alternando entre Seúl y Dubai. Taehyung se crió en sudamé...