Capitulo 9- Confusión.
El celular de Giane vibró sobre su mano, en la pantalla se iluminó el nombre de Francois. Ella seguía en la barra con Vhali, hablaban plácidamente.
—Dame un momento...
Contestó la llamada—. Hola precioso—un tono coqueto salió de ella con naturalidad.
—Linda, ¿dónde estás?
A pesar de la música alta podían oírse a la perfección. Francois la había estado buscando por varios minutos sin dar con ella. No quería perderla vista en un lugar como ese tanto tiempo.
—En la barra.
Un chico se acercó a su amiga invitándola a bailar, Vhali la miró preguntándole con un gesto si podía dejarla sola, Giane le sonrió. La universitaria de pelo corto se levantó sonriente aceptando la mano del atractivo desconocido.
Giane no deseaba quedarse sola por mucho tiempo. Mordió su labio, traviesa antes de volver a hablar.
—Estoy sola y un chico me está viendo ¿debería bailar con él?—bromeó, no había ningún chico. Francois se lo creyó con mucha facilidad, su Giane era hermosa y no dudaba que varias miradas descaradas estuvieran sobre ella. Su humor cambió de un segundo a otro.
—Giane...—su voz soñó algo fuerte, el enojo se notó.
—Es lindo...—continuó molestándolo.
—Estoy llegando a la barra.
Colgó, en el camino a la barra empujó a algunas personas. En menos de un minuto ya se encontraba cerca, divisó a Giane de espaldas bebiendo su trago sin ningún chico cerca. Disminuyó la distancia y se hizo notar besando su cuello.
Dio un respingo sin alterarse, sabía que era Francios.
—Tardaste demasiado— se giró mirándolo mientras mordía su labio.
—¿Y el chico? —la tomó de la barbilla para mirar sus ojos, los labios rojizos de Giane se veían tentadores.
—Te mentí, quería que vinieras rápido—alzó los hombros mirándolo coqueta. El mayor de los Clifton también sonrió, era perfecta para él. No se había equivocado en elegirla, desde la primera vez que la vio supo que su nueva vecina era la indicada para...
—Quiero que conozcas a mis amigos.
Extendió su mano para ayudarla a levantarse. Una vez de pie besó su mano, eso hizo suspirar a Giane, Clifton era un cielo. Dieron unos pasos antes de que ella hablara:
—Yo quiero que bailemos...
Se detuvieron, pasó sus manos detrás de la nuca del castaño, podía conocer a sus amigos luego. En ese momento solo quería estar con su novio, bailando.
—¿Qué me das a cambio? —la jaló de la cintura pegándola a él, la embriaguez de Giane la llevó a decir algo muy atrevido.
—Puedes quitarme este vestido después.
Impresionante como sus ojos miel se veían tan inocentes mientras hacia una propuesta tan indecorosa, Francios se imaginó a Giane debajo de él siendo arremetida, mirándolo con sus ojos llenos de estasis, su cabello claro despeinado y su respiración hecha un caos.
Gimiendo su nombre.
—Me estas tentando y no sabes lo que eso significa...
Si lo hubiese sabido jamás lo habría dicho, con cada segundo el peligro aumentaba. Pronto conocería el otro lado de Clifton. Giane soltó una risilla, se acercó al oído de Francios para replicarle.
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La obsesión de los Clifton ©
HorrorSalió de su hogar apenas pudo, escapó. Encontró un departamento en otra ciudad, pero también se encontró con ellos: los Clifton, dos hermanos que terminarían obsesionados con ella... Pero ya sabes lo que dicen, nadie puede escapar de los Clifton, nu...