𝙎𝙐𝙈𝙈𝙀𝙍 𝙇𝙀𝘽𝙇𝘼𝙉𝘾 tiene el mal hábito de mirarla con ojos de amor, de amarla más que como se ama ella misma. Tiene el mal hábito de quererla sabiendo que ella no la mira de la misma forma y saber que aún así seguirá guardandole un gran lug...
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Una de las cosas favoritas de Summer es apreciar las bellas facciones de Madeleine, ama poder verla y sentirla cerca de ella sin incomodidades.
Summer siempre ha sido una chica bastante discreta — según ella — al momento de mirar a la gente, siempre ha sido una chica bastante pacífica y bastante reservada. Pero el mirar a Madeleine le resultaba bastante hermoso de hacer, lo difícil era quitarle su mirada de encima. Summer se concentraba bastante en memorizar cualquier facción de Madeleine, sus lunares, sus ojos, sus pestañas, sus cejas, su nariz y por último sus labios.
Le encantaba mirar sus labios.
Por un momento deseaba poder estar cerca de ella, a tal punto de juntar sus labios. Era algo que anhelaba, pero que jamás pondría en práctica si Madeleine no lo permitía.
Madeleine describiría a Summer como la mejor persona del mundo.
Para Madeleine, Summer es una hermosa chica con una belleza irracional, al igual que su preciosa personalidad. Summer le ha demostrado que las cosas siempre tienen una solución para todo, y que apesar de los malos momentos que Madeleine pase, Summer siempre estará para ella. Summer le transmitía confianza a Madeleine, desde el primer día que la vio lo supo. Pudo notar lo noble que era y lo respetuosa que se comportaba con los demás. Summer es el tipo de chica que no le importa lo que los demás le digan, siempre los ignora y se concentra en si misma. Summer ama darle de comer a los animales de la calle, animales que no tienen dueño y fueron abandonados de una manera horripilante.
Si Summer fuera un chico, Madeleine podría decir que está enamorada de ella a simple vista.
— ¿Entonces? — preguntó Miguel sentado en el suelo con su espalda recargada en el borde de la cama.
— ¿Qué cosa? — Summer se levantó de su silla giratoria, había terminado finalmente su tarea de química. Tomó el vaso de jugo que había traído de la cocina antes de hacer su tarea y empezó a tomar de este, poniéndose enfrente de Miguel con su cadera recargada en su pierna derecha.
Miguel hacía expresiones raras, intentando dar a entender su respuesta. Summer no entendió nada y ladeó su cabeza hacia un lado, Miguel suspiró rendido.
— Por dios, eres muy tonta — reclamó — Me refiero a que si ya le dijiste a Madeleine que te gusta.
Summer abrió sus ojos de par en par por la repentina pregunta y empezó a toser, debido a que se había atragantado con el jugo.
— Qué asco — exclamó molesta mientras limpiaba el resto de líquido de su cara con su mano — No, no se lo he dicho y tampoco se lo diré — miró a Miguel de mala forma.
