chapter thirteen.

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➤; Mamá.↶

SUMMER LEBLANC

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SUMMER LEBLANC

— Jamás entendí como es que Summer sabe hablar español — escuché decir a Becca, estábamos todos sentados en forma de circulo. No hacíamos nada en realidad, simplemente charlabamos de cualquier tema al azar, era divertido escuchar las anécdotas de los demás.

Reí burlonamente — Es necesario saberlo si tienes a Miguel como mejor amigo.

Pude escuchar como Miguel, a mi lado, reía con superioridad.

— Por supuesto, debes saber español si eso demuestra tu amor hacia mí — su tono grave estaba presente.

— Cállate, esa ni siquiera es tu voz real — ataqué.

Su semblante pasó de uno victorioso a uno serio, era gracioso ver como cambiaba sus expresiones de la nada.

— ¿Y a ti qué? Vieja chismosa.

Abrí la boca fingiendo ofensa, entrecerré los ojos — ¿Ah, sí? Pues, pues... — piensa summer, piensa — ¡Ah! Pues tú eres más chismoso que yo, tanto hasta el punto de ir a contarle a los vecinos verduleros mis tragedias. No sabes lo que es la privacidad, Miguel Ángel — simulé limpiar una lágrima falsa.

— En mi defensa, todos merecemos saber de un buen chisme — excusó fingiendo inocencia, tomó su vaso de jugo y le dio un sorbo — Aparte, todos merecían saber la estupidez que hiciste con aquel ratón.

Maldito seas.

— ¿De que ratón habla? — preguntó Madeleine curiosa, me miró esperando una respuesta.

Suspiré rendida.

— ¡No! — exclamé al ver como Miguel iba a empezar a hablar — Mínimo deja que yo lo cuente, te estás robando mis anécdotas, sapo.

Ti istis ribindi mis inicditis — musitó en voz baja y le volvió a dar un sorbo a su jugo.

Rodé los ojos divertida.

— Pasa que hace un tiempo yo me encontraba despierta en plena madrugada, mamá estaba dormida y yo veía vídeos de cualquier cosa — empecé a explicar, hacía señas raras con mis manos y todos me miraban con atención — Pero me dieron ganas de hacer del baño, entonces salí de mi habitación para dirigirme al baño y de repente escuché un sonido. A este paso, mi mamá había puesto una trampa para ratones ya que se habían aparecido algunos últimamente cerca de la casa — hice una pequeña pausa, podía sentir la mirada curiosa de Madeleine, tragué saliva — Entonces, miré hacia donde se escuchaba el sonido y me encontré con un ratón pegado en la trampa, de esas que tienen mucho pegamento y hacen que se queden ahí atascados. Bueno, la cuestión es que me dio mucha pena verlo ahí desesperado y saber que en la mañana mi mamá lo mataría — mi tono de voz cambiaba a uno de tristeza fingida, realmente por como todos me miraban atentamente.

𝐁𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓 | 𝐌𝐀𝐃𝐄𝐋𝐄𝐈𝐍𝐄 𝐌𝐂𝐆𝐑𝐀𝐖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora