chapter sixteen.

654 45 170
                                    

➤; La playa.↶

SUMMER LEBLANC

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SUMMER LEBLANC

Miguel y Mason corrían de un lado a otro, algunas veces era imposible ver en que momento llegaban a la orilla del mar, pero parecían divertirse demasiado.

Brooke y Becca estaban tomando el sol, mientras que Maddy y yo escuchábamos música con nuestras manos entrelazadas bajo la sombrilla que Miguel había empacado en la maleta.

— ¿Girl in red? — pregunté, o más bien, sugerí esperando una respuesta positiva por su parte.

— ¿Esto es una indirecta lésbica? Porque si es así, acepto — dijo, reí ante su respuesta.

— Bueno, tal vez sea para poner el ambiente más bonito — presioné el botón y la melodía de “We fall in love in october” empezó a resonar por mi oído, ya que el otro auricular lo estaba utilizando mi querida novia.

La canción es hermosa, una de mis favoritas de esta excelente artista.

Maddy es como una canción de girl in red.

My girl, my girl, my girl — comencé a tararear la canción — You will be my girl, my girl, my girl, my girl.

Pude escuchar una pequeña risa por parte de la bella chica que se encontraba a mi lado, la miré con curiosidad.

— ¿Qué pasa? — pregunté con el ceño levemente fruncido, ella me miró con una sonrisa.

Aún así no dijo nada por unos segundos.

Redirigí mi mirada al frente, pude divisar las siluetas de Miguel y Mason adentrandose al mar mientras se salpicaban con el agua, sonreí al verlos de esa forma, verlos felices me hace feliz a mí aunque no parezca.

Desde que conocí a Madeleine mi vida se empezó a sentir como un sueño, gracias a ello conocí a más personas geniales como Mason, Becca, Brooke, Tristan, Brady y Jacob, aunque casi no me hable con los últimos nombrados.

Mi vida se sintió fabulosa, tener unos muy buenos amigos, buena compañía, una madre maravillosa, un mejor amigo que hace mis días felices y claro, una novia que siempre ha estado para mí en las buenas y en las malas, ella me hace sentir como en un sueño.

Y no sé, quizás si esté en uno, pero se siente tan real que a veces pienso que todo está pasándome.

Madeleine me llena de felicidad, sus inocentes ojos mirando a los míos es lo que ocasiona mis vellos del brazo erizados, su sonrisa refresca un momento como si fuera la solución del mundo, su carisma, su amabilidad, su forma de respetar, su forma de ser, todo de ella es como si no fuera de este mundo.

𝐁𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓 | 𝐌𝐀𝐃𝐄𝐋𝐄𝐈𝐍𝐄 𝐌𝐂𝐆𝐑𝐀𝐖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora