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SUMMER LEBLANC
Ella es de pocas palabras, de humor impredecible, tierna y salvaje; ella es de esas chicas que hace poesía sonriendo. Que te repara la vida con un abrazo. Ella se emociona con detalles tan simples como el aroma del café o el de su flor preferida. Es la chica que da ritmo a la música y que baila para dar vida a los días tristes. Ella es una princesa con alma de guerrera. Es la luna que enamora a la noche.
Así es Madeleine.
Somos seres temporarios prometiendo eternidades.
Era de noche, el cielo estaba repleto de estrellas. Abrazaba el torso de Madeleine con sutileza, ambas estábamos juntas y solas en el grande bosque, disfrutando de un momento hermoso. Un momento único que quedaría grabado en mi mente para el resto de mi vida.
— Mira el cielo — hablé, ella dirigió su mirada al cielo.
— ¿Qué tiene?
— Todas las estrellas tienen una razón, una razón para brillar, tú eres la mía cuando caigo a pedazos.
Sonrió con incredulidad, solté pequeñas risas al captar la situación.
— ¿Fue muy cursi? — pregunté con vergüenza y cubrí mi rostro en el hueco que quedaba.
Madeleine asintió.
— Pero me gusta que seas cursi.
Sonreí.
Sentí como Madeleine quitó lentamente mis brazos de su cuerpo y se levantó, la miré con confusión.
— ¿Qué pasa? — pregunté con el ceño fruncido.
Madeleine no dijo nada y simplemente sonrió, se acercó a su mochila, la cual se encontraba recargada en el otro costado del árbol. De esta sacó su típica cámara y empezó a ajustarla para así poder utilizarla, aún mantenía el ceño fruncido lleno de confusión.
— Ven, levántate — indicó mientras estiraba su brazo izquierdo para que lo tomara.
Sin saber que decir, hice caso, me levanté de la manta que se encontraba sobre la tierra del bosque y me posicioné a su lado.
Madeleine colgó su cámara sobre su cuello y me tomó de los hombros, me iba acomodando en diferentes partes del lugar sin decir palabra alguna.— ¿Ya me vas a decir? — pregunté nuevamente al sentir como quitaba sus manos de mis hombros y tomaba unos cuántos metros de distancia.
— Te voy a tomar fotos, ¿no es obvio? — contestó con un tono de burla.
Claro.
— Oh, cierto — reí entre nervios.
Madeleine es fanática de sacar fotos, realmente le encanta, es una de las cosas que amo de ella. Amo como se apasiona por la fotografía y la forma de ver el mundo, lo hace ver y sentir como algo realmente bueno. Creo que su existencia es lo que alegra mis días en este planeta.
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𝐁𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓 | 𝐌𝐀𝐃𝐄𝐋𝐄𝐈𝐍𝐄 𝐌𝐂𝐆𝐑𝐀𝐖
Fanfiction𝙎𝙐𝙈𝙈𝙀𝙍 𝙇𝙀𝘽𝙇𝘼𝙉𝘾 tiene el mal hábito de mirarla con ojos de amor, de amarla más que como se ama ella misma. Tiene el mal hábito de quererla sabiendo que ella no la mira de la misma forma y saber que aún así seguirá guardandole un gran lug...