Cuarto año

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El frio viento golpeaba las ventanas del tren mientras recorría su singular travesía por los paisajes multicolor de Escocia. Estábamos cerca de llegar a Howarts y la oscuridad de la noche había caído recordándome lo agotada que me sentia. 

Estire un poco las piernas que se habían dormido por el largo trayecto.  Y comenzó a recorrerme de arriba abajo un cosquilleo molesto.

A mi lado Theo a comenzado a cabecear y se dejo caer en mi hombro. Levante mi mano a su frente y lo empuje sin delicadeza al otro lado.

—A mi no me avientes al bebe dormido—chillo Zabini con media risa burlona asomando su rostro.

—Bastante tengo con soportarlo a todas horas, ¿Me das un respiro?— dije en el tono mas encantador posible al tiempo que abría y cerraba los ojos en un pestañeo coqueto.

Blaise Zabini había sido mi mejor amigo a lo largo de estos cuatro años en Howarts. Pero antes de el había una sola persona siempre a mi lado; Mi hermano gemelo Theo. Con quien solía hacer todo, nadie nos podía separar, eso... hasta que conoció a Malfoy. Lo conoció en primer curso y desde entonces son inseparables. 

Al principio me sentí ofendida por dejarme de lado, pero después entendí lo sociable que podía llegar a ser con el resto del castillo cuando yo no formulaba las palabras por él, cuando no lo controlaba como controlo todo en mi vida. Así que me alegre por el.
Sin mi, el era mas sociable, encantador y risueño. Indudablemente le hice un favor al separarnos un poco, el problema es que el era mi único amigo y a mi no se me daba tanto la parte social.  

En el vagón se encontraba también Astoria y su hermana Daphne.
Por lo que de nuestro grupito ya solo faltaban Draco y Pansy en el vagón. Ellos habían estado juntos desde el curso pasado y eran inseparables desde entonces.

Seguramente debían estar en este momento besándose en algún compartimiento vacío, "que asco", pensé. Aunque sabia que no pensaba eso en realidad.
Trate de imaginar la escena de ella sobre su regazo mientras le acariciaba el cabello entre un dulce beso.
O quizás... ¿será que Draco daba mas bien besos intensos en lugar de unos dulces y tiernos?. 

Me repruebo por siquiera plantearme eso en la cabeza, y me doy cuenta que estoy engañándome de nuevo.
Me gustaría ser yo la que esta con el, descubriendo que tipo de besos da, me gustaría hacerlo desde que iba en primer año. 



Llegamos por fin al colegio y nos dirigimos al gran comedor. Una vez sentados en nuestra casa, me servi una buena cantidad de papas asadas y me dispuse a devorarlas con el hambre que traia.

—Tranquila niña, no desaparecerá la comida— exclamo con sorpresa Daphne, quien estaba sentada frente a mi, seguida de una pequeña carcajada.

—¿No conoces a Blaise?, si no me apresuro se acabara todo— le di un pequeño codazo y me miro con expresión ofendida abriendo los ojos como platos, permaneció así unos segundos y por fin levanto los hombros en señal de rendición. —No te lo dudes ni por un instante Nott—. Reí. 

Dumbledore dio la habitual bienvenida y el sombrero seleccionador eligió a los nuevos alumnos en sus respectivas casas.
Cada que seleccionaban uno en Slytheryn, Blaise, Theo, Draco, Daphne y yo golpeábamos con los puños la mesa y gritábamos entre carcajadas, el triunfo de haber sido seleccionados a la mejor casa. Y recibiendo con ello miradas de todos los demás alumnos en el resto de las mesas. 

Nos encantaba llamar la atención y saber que en su mayoría, caíamos mal a la mitad del colegio. No puedo negarlo, es como si corriera en nuestras arrogantes venas.
Como si el odio social alimentara nuestro egocentrismo a niveles extraordinarios, haciéndonos sentir los reyes del mundo mágico.
Porque en cierta parte lo éramos. Las familias más importantes y ricas se encontraban en nuestra casa, permitiéndonos sentir aires de insoportable suficiencia, como de que éramos intocables.
Bastante estúpido, lo se.

Tan irreverentes en la cena como siempre. Snape nos limitaba a callar cada veinte segundos para permitir al sombrero seleccionador continuar con las selecciones.

Cuando la cena termino, caminamos a nuestros dormitorios con los estómagos llenos y los ojos cansados, siempre se sentía así de pesado el primer día.  Y mientras caminaba a paso adormilado, pude ver por el pasillo  a Thimothee llegando con su padre.
Días atrás había recibido una lechuza de su parte en las vacaciones, diciéndome que llegaría un día después a Howarts debido a que pasaría "las vacaciones en Francia con su familia" y no alcanzaría a llegar a Londres para el primer día de clases. Por lo que no esperaba verlo hasta el día siguiente. 

Sorprendida corrí por todo el pasillo empujando a los estudiantes a mi paso delicadamente y me lance a sus brazos sin aviso. 

—¡Llegaste antes!—. Grite con mis manos alrededor de su cuello sin despegarme del abrazo. 

—Es que no podía pasar un día mas sin verte brujita—. me dijo mientras tomaba mi barbilla y la levantaba quedando a centímetros de mi rostro. Sus facciones eras tan delicadas y definidas.

Había olvidado lo guapo que era. Con su cabello largo y castaño lleno de pequeños mechones rizados que caían por ambos lados de sus orejas. 

Llevábamos saliendo desde que regresamos de vacaciones de Navidad en tercer año, pasamos el resto del curso juntos y de pronto todos sabían que éramos pareja desde entonces.
Siempre íbamos de la mano por toda la escuela, pasábamos bastante tiempo juntos y era habitual encontrarnos como tortolitos empalagosos entre clases.  
Era como el amigo que siempre necesite, me entendía completamente y como plus era muy atractivo, por lo que besarlo era mi segunda actividad favorita. (Después de comer claro). 

Me dio un tierno beso y paso su lengua por mi labio inferior. 

—Iugh, podrían al menos esperar a llegar a su dormitorio— escuche la voz de mi hermano que pasaba por nuestro lado. 

—O en la sala común, ya que no les importa incomodar los ojos de los demás magos— dijo Draco a su lado con su voz ronca y fuerte. Siempre hablando de esa manera a todos, como demostrando los aires de superioridad y seguridad que venían en el paquete Malfoy.

—Ay vamos, solo fue una vez—dije apenada recordando nuestro intenso beso antes de salir de vacaciones el año pasado. Se me enrojecieron las mejillas al recordar como nos encontraron en una posición comprometedora y mi falda levantada sobre los muslos.
Draco resoplo desinteresado y siguió su camino.

Tim y yo caminamos de la mano directo a la sala común, me despedí de él con un dulce beso y me dirigí a mi habitación.
Mi cama estaba junto a la de Pansy Parkinson, quien aún no había acomodado sus cosas.
Nunca entablamos una amistad en particular ella y yo, por lo que no tenia ni idea si llegaría a dormir o no. Me recosté en la cama y deje que los pensamientos del horrible verano que pase en casa se desvanecieran poco a poco, porque al fin y al cabo me encontraba ya en mi verdadero hogar. 



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Hola hola!!!
Esta novela se pondrá muy intensa, es mi primera obra así que espero la disfruten mucho.

Los comentarios me ayudan a saber lo que piensan de como se va desarrollando.

Besitooooos, xx.

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DIRTY SNAKES  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora