Rubia

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Las vacaciones de Navidad estaban a una semana y todos estábamos entusiasmados por ellas. Sobre todo porque nos la pasábamos estudiando arduamente para los TIMO'S y necesitábamos urgentemente un descanso. 

Esa mañana me vestí con un abrigo grande y baje al comedor, era un sábado bastante nublado, por lo que chocolate caliente fue lo primero que tome de la mesa. 

Mis amigos aun no habían bajado y la mayoría de mesas estaban vacías, a excepción de unos cuantos estudiantes madrugadores como yo. 

Gire mi vista a la mesa de Gryffindor y pude ver como un pelirrojo no me quitaba la vista de encima.
Le hice un gesto de saludo con la mano y se volteo rápidamente con las mejillas encendidas de la vergüenza.
Su amigo Harry en cambio me regalo una sonrisa y contesto a mi saludo.
Se veían lindos chicos, si no fuera por mi hermano y Draco, quizá pudimos haber sido buenos amigos.

Cuando Theo llegó con Blaise se sentaron a mi lado.
Seguido de Draco frente a mi y Daphne a su lado.
Comenzamos a devorar unas tostadas cuando hicieron su entrada Thimothée y Pansy, quienes se sentaron a unas personas de nosotros.
Llevaban todo el mes juntos, y se decía por ahí que estaban saliendo.
A decir verdad, no tenia ni idea si era cierto.

Draco y yo nos regalamos una sonrisa de complicidad por la situación y continuamos bebiendo jugo de calabaza.

Decidí con mi hermano que pasaríamos la tarde juntos, ya que hacia mucho tiempo no lo hacíamos.
Así que nos dirigimos a los campos de Quidditch con su escoba y una que me había prestado Blaise y nos dispusimos a volar por los campos. 

Teníamos una especie de juego desde pequeños en donde teníamos que esquivarnos al lanzar la bludger, como el juego de "quemados".
Solo que mas sucio, ya que toda la magia estaba permitida y podíamos utilizar los hechizos que quisiéramos para poder ganar. 

—Expeliarmus— grité para tratar de desarmar a mi hermano, pero lo esquivo mientras me lanzaba la bludger.
Con un movimiento rápido di una vuelta, evitando ser golpeada. 

Volé alrededor y atrape la bludger lanzándonos junto con un hechizo
—Accio varita— dije con una sonrisa
El juego acabo, había ganado de nuevo. 

—ERES UNA TRAMPOSA
 Dijo a carcajadas mientras descendíamos.

—Soy mas inteligente que tú y te molesta, ACEPTALO— dije sin poder respirar mientras reía con mucha fuerza.
—Tarada.
—Perdedor—  Contesté al instante, y me dio un pequeño empujonsito. 

Sudados y con un animo increíble regresamos al castillo.
Me di una ducha y tarde una hora decidiéndome si lo que quería hacer era una buena idea, no lo consulte con nadie de mi casa porque sabia por hecho que todos me juzgarían, pero a final de cuentas fui de todos modos.

Estaba afuera de la entrada a los dormitorios de Gryffindor y la señora gorda me veía con muy mala gana, al igual que los estudiantes que entraban y salían.
No traía puesto mi uniforme, pero todos sabían a que casa pertenecía.

Me quede un rato mas ahí de pie, cuando por fin vi a Ron salir.

—¡Ron, hey hola!— Dije asustándole por la fuerza de mis palabras.
Dio un brinco hacia atrás y pareció genuina mente confundido de verme ahí.

—¿Viniste a verme?— preguntó confundido, como si de una acosadora se tratase. 
—Siempre es bueno verte Ron, pero... quería pedirte un favor. ¿Podrías.. ehh... pedirle a Hermione que salga un momento?— dije con las palabras entrecortadas, un poco apenada.
—¿A Hermione?, Ah si claro perdón, vienes a verla a ella.
Se rasco la nuca con nerviosismo y desapareció en el recuadro de nuevo.

Al cabo de unos minutos Hermione salió del recuadro y al verme frunció el seño en una señal de confusión total, lo cual entendí.
Jamás habíamos hablado, al menos no directamente.
Únicamente por temas en algunas clases.

DIRTY SNAKES  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora