San Valentín

62 4 0
                                    

Nos encontrábamos en Honeydukes pidiendo unos dulces en forma de corazones por motivo de celebración de San Valentín, todo el colegio había acudido en parejas y yo... Me encontraba de mal tercio entre Blaise y Daphne que me habían dejado unirme a su plan.

Caminaban de la mano por todo el pueblo y yo solo podía sentirme mas incomoda cuando los veía darse una que otra demostración de amor. 

—Saben que, deberían tomarse un te en aquel lugar— dije señalando la casa del té frente a nosotros llena de querubines y adornos.
—No nos molesta que vengas con nosotros.
Me tomo Daphne del brazo pero negué dando un paso hacía atrás.
—De verdad, no pasa nada los veo en un rato, quiero dar un paseo.
Y me aleje de ellos dando brinquitos por la nieve. 

Decidí ir a la taberna donde sabría no me encontraría con nadie.
Así que entre a toda prisa a cabeza de puerco y vi sentados a Harry y Hermione al fondo, me senté en la barra sin que me vieran y pedí una cerveza de mantequilla.
—¿Cho lloró? Igual que el otro día que la besaste— escuché decir a Hermione atrás y mis ojos se abrieron como platos.
—Si— Respondió Harry en un suspiro.
—Dijo que esta saliendo con alguien, y que iba enserio, pero no me quiso decir quien— replicó con una voz triste.
—Imposible, si saliera con alguien nos daríamos cuenta, todo el tiempo estamos o en clases, o en el ED— dijo Hermione en susurros.

Que demonios era ED. ¿Por qué hablaban en clave?.
Seguramente es lo que me menciono Theo sobre lo que hacían a espaldas de la profesora Umbridge.
Decidí no meterme mas, salí de la cantina sin ser vista y camine hasta el camino que daba a la casa de los gritos.

Ahí sentado en la nieve, estaba Draco, contemplando la nieve caer.
Me acerque y antes de que pudiera mencionar algo de lo que había pasado en el bosque nos interrumpió mi hermano.
—Hermanita, ¿y tu novio Blaise donde esta?— Me dijo alborotando mi cabello.
—Por ahí.
 Trate de no echar de cabeza su ahora relación (ya no tan secreta) entre Daphne y él.

Astoria se nos unió después de unos minutos, y ahí sentados en la nieve con vista a la casa de los gritos pude ver como le acariciaba el hombro a Draco y tomaba una de sus manos.
El volteo a verme y arquee una ceja, sin decir nada.
No éramos nada, pero tampoco fingiría que no me importaba.

Me respondió con un gesto levantando los hombros, pero no aparte mi mirada.
Seguí viéndolo con una expresión de espera, a ver como reaccionaba.
Finalmente me sonrió divertido y aparto a Astoria del brazo. Se levanto y rodeo a Theo, sentándose del otro lado.
No es como que me importara que anduvieran, pero frente a mi, al menos exigiría el respeto que me merezco. 

Al cabo de unas horas en la sala común calentaba mis pies contra el fuego y comia pastelillos que Theo había robado del comedor.
—Escuche hablando a Harry sobre un beso que tuvo con Cho, odio andar contando chismes por ahí, solo porque eres mi hermano quiero asegurarme de que lo sabias ¿de acuerdo?— dije mordiendo un muffin de chocolate con chispas de caramelo.
—Lo sé, yo los vi—dijo Theo poniéndose una manta alrededor de los brazos.
—¿Y?— dije con los ojos abiertos como platos.
—¿Terminaron?.
—Si, pero trato de hablar conmigo toda la semana. Da igual sabes, no era gran cosa— concluyó intentando fingir que no le importaba, pero yo lo conocía.
Le regale una mirada des-aprobatoria y se rasco la nariz.
—Theo, rascas tu nariz siempre que mientes— dije sentándome con las piernas cruzadas imitando su posición.

—Odio que las personas mientan, pero quizá, la chica ha pasado por mucho— dije poniendo mi mano en su rodilla y dando unas palmaditas.
—Además escuche hoy decir a Harry que lo termino porque iba enserio con alguien más, y que la vez que se besaron lloró.
Hizo ademan de no importarle, pero se quedo pensando. 

La verdad la chica me daba un poco de tristeza, Cedric quien había sido su novio el año pasado había muerto en la copa de los tres magos.
Harry era el ultimo que había hablado con el, por lo que quizá se sentía atraída a estar junto a él por ello.
Y mi hermano era un jugador profesional de quidditch que prácticamente cambiaba de compañía cada semana. Por lo que, quizá en su lugar. Yo estaría peor.
Yo andaría con los 2

Mentira, pero si empatizaba un poco con ella, al menos como para permitirme escuchar su versión.

—Piénsalo, me voy a dormir— dije poniéndome en pie, viendo como entraba Thimothée de la mano de Pansy.
Traía unas flores preciosas cargando y ella me regalo una mirada desafiante.
Mientras el parecía culpable, aunque aun así paso junto a mi de largo.

La sangre me hervía y recorría mis brazos hasta subir a mi cabeza.
Lo odiaba, y lo haría pagar por lo que me hizo.



DIRTY SNAKES  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora