???, Gocedonia.
Domingo 14 de septiembre, 2064
4:15pm
Khada trepó la columna del santuario hasta salir por una de las ventanas. Jadeante, saltó a la rama que tenía más cerca y escapó del templo, pero resbaló y se deslizó por la madera; en un movimiento bastante rápido, pudo aferrarse nuevamente a la rama y subir. Cuando ya estaba seguro, miró al suelo y soltó un jadeo. No era común en él fallar sus escapes, pero la situación era diferente, pues se sentía mareado y con náuseas. Saltó de rama en rama adentrándose en el bosque, y asegurándose de estar lo suficientemente lejos de la civilización, bajó ágil del árbol hasta llegar a la tierra. Se sacudió la ropa y estiró sus brazos; justo al hacer el último movimiento, dejó ver una mueca de dolor, uno de sus bíceps le dolía, pensó que tal vez fue por el brusco acto que hizo al aferrarse a la rama, así que no le dio mucha importancia.
Caminó sobándose el músculo. La mirada la tenía clavada en el suelo, contestemente suspiraba ansioso. Lo había conseguido, terminó su última prueba y estaba muy feliz por ello. Ahora sólo necesitaba probarlo. El viento soplaba, y aunque Khada no podía oírlo, sabía perfectamente que le estaba hablando. Frunció el ceño al no poder escuchar la voz de la corriente y su recelo creció más al recordar el día en el que los clérigos y monjes lo expulsaron del santuario.
"Idiotas." Pensó.
Ya no necesitaba los poderes celestiales, pues había encontrado otros que no necesitaban tantos protocolos: La energía oscura de Corvus. Siendo esta la fuerza que se resguardó en el bosque por varias generaciones, Khada logró encontrar su escondite gracias a libros y diarios en la biblioteca de Ismail, y liberarla después de tantos años. La gente de Erén se refería a aquel poder maligno como "El Diablo", pero ese era un simple apodo. Su nombre real era Corvus.
Corvus no era catalogado como un dios en los escritos sagrados, pero su enorme poder le dio con los años un lugar digno en las sagas y mitos más populares entre los pueblos del sur.
Su historia era bastante amarga:
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"Siglos antes de que Los Tres Mundos se crearan, existió un pontífice llamado Lambert Dahl. Su devoción hacia los dioses del Elíseo era tanta, que cada noche les ofrecía un sacrificio de ganado para que lo notaran. Él era muy creyente, y siempre siguió los protocolos para ser un buen ejemplo en la vida sacerdotal. No obstante, un día se enamoró, no pudo luchar contra sus sentimientos, y fue así como se alejó de la vida religiosa. Lo dejó todo para estar con la mujer de su vida, y del amor que se tenían nació un sano bebé. Todo pareció terminar bien para el ex pontífice. Pero tuvo una visión. Aquella visión le dijo a Lambert que cuando su hijo tuviera la mayoría de edad, vería una señal venida desde el manto estelar, y que esa sería su entrada al Elíseo, el hogar de las divinas deidades. Lambert sintió traicionado, ¿cómo era posible que él no tuvo ninguna respuesta de los dioses y su hijo sí, que recién acababa de nacer? El hombre se llenó de coraje y egoísmo. Una noche, cuando su hijo dormía, entró en silencio, y con sus propias manos le arrancó los ojos y después los comió. Ahora su primogénito ya no vería ninguna señal divina y eso lo llenó de tranquilidad. Los dioses al enterarse, maldijeron a Lambert convirtiéndolo en un demonio inmortal, condenado a ver el triunfo de su hijo. Adoptó el nombre de Corvus, haciendo referencia a su desquiciado acto: un cuervo que se tragó los ojos de su hijo."
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Khada llegó a un pequeño lago, se agachó, alejó su máscara y limpió la sangre de Zimbel que todavía reposaba en su mandíbula. Tomó agua entre sus manos y se refrescó para después ponerse a pensar. Debía de regresar al mismo sitio donde invocó al demonio, así que alzó la mirada y recordó el camino que debía seguir. Se quedó un buen rato pensativo, todavía seguía mareado y eso impedía que visualizara con claridad, era la primera vez que probaba la carne humana, su cuerpo no estaba acostumbrado.
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Vehemente [BORRADOR]
FantasyDesde hace siglos, los encantadores han adquirido conocimiento y poder, al grado de convertirse en individuos importantes dentro de la sociedad religiosa. Zimbel, un joven encantador, está atado a su pasado, dedicando cada segundo de su vida en reme...