𔘓2/2𔘓
La mañana había llegado con tranquilidad y paz; no llamadas, no respuestas ni tratos indiferentes, solo ellos dos durmiendo pacíficamente.
Cuando el menor menos se lo esperó volvió a quedarse dormido, y al despertar Dante ya no estaba a su lado abrazándo, pero unos ruidos de un sartén y cubiertos, delataron que se encontraba en la cocina.
—Bien... aquí vamos.
Nathaniel se levantó de la cama, se cambió la pijama y bajó algo inseguro a la cocina, comprobando la presencia del chico.
—Buenos días, Nath ¿Cómo dormiste, corazón? —preguntó Dante mientras se acercaba al chico para darle un abrazo, uno que fue correspondido.
—Dormí... dormí bastante bien ¿Y usted?
—Me alegra mucho saberlo, Nath, yo también descansé muy bien.
Un par de mentirosos.
—Hice el desayuno ¿Comemos?
—Ohh claro, me parece bien. —respondió el menor con una sonrisa.
El desayuno fue tranquilo, a pesar de que ya había pasado una semana, Nathaniel no podía creer lo deliciosa que era la comida del mayor, hasta un cereal sería exquisito si el lo servía, era demasiado bueno con la cocina, o quizás influía el hecho de haber vivido 17 años en un orfanato comiendo lo mismo casi todos los días.
—Gracias, estaba realmente delicioso.
—Me alegra que te haya gustado. Ven, luego recogeré la mesa ¿Quieres ir a la sala? Vamos a sentarnos allá.
Mierda, mierda, mierda.
Ya sabía dónde terminaría todo aquello.
—Claro... ¿Por qué no?
Ambos se dirigieron a la sala, uno más nervioso que otro, y se sentaron en el sillón.
Parecía que el mayor había planeado ya todo aquello, pues habían en la mesita un pequeño plato con galletitas y dos vasos de agua.
—Nath, ya lo dije mil veces ayer, pero quiero disculparme nuevamente, no te merecías aquel trato que te di —dijo tomando la mano del menor mientras la acariciaba nervioso. —Te doy las gracias por abrirte a mi y decirme como te sentías, aprecio eso y te pido que siga siendo así... a excepción de los gritos y mal vocabulario, pero entiendo, y quiero que sepas que no era mi intención que te sintieras de tal forma, yo realmente te amo mucho, Nath.
El menor sonrió sintiendo una calidez en su cuerpo, aliviado y satisfecho con las palabras que había soltado el contrario, pero parecía estar esperando algo de él, un silencio se hizo presente en la habitación, y la expresión del mayor fue cambiando a una más neutra.
Mierda, mierda, mierda.
—Y-yo... Muchas gracias y no te preocupes estás más que perdonado... ehm... lamento el vocabulario que usé y mi tono elevado de voz, no me medí y realmente quería disculparme por eso.
El mayor sonrió por unos segundos.
— ¿Solo por eso, Nathaniel?
El lo sabía.
—Dante, si te refieres a...
—Oh, tu sabes a lo que me refiero, Nath.
La palabra nervios se quedaría corta para describir al menor, quien estaba nadando en un mar de emociones. Su plan había sido decirle al chico, pero ahora que estaba en la situación se dio cuenta que no era tan sencillo y el miedo no le cabía en el cuerpo, así que decidió tomar otro camino.
ESTÁS LEYENDO
̨𔓕 Be a good boy ̨𔓕
AléatoireDante, un joven graduado de las mejores universidades de medicina con el mejor promedio, siendo el estudiante más joven de su graduación, se hará cargo de un chico, Nathaniel, un estudiante de último año que quedará bajo su custodia, haciendo una di...