Capítulo 2

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Al llegar a casa mamá me saluda sonriente como siempre, pero yo no estoy de buen humor, la chica que me gusta ni siquiera se digno a mirarme, por lo menos los otros me miraban raro, pero ella ¡NO! No vio que toque al par de ella, puff...para ella no existo.

-Hijo estas muy callado, no has comido casi nada, ¿te duele algo? ¿la barriga? ¿te hicieron daño?.-interroga mamá con gesto de preocupación, me hace muchas preguntas.

-No mamá, creo que no tengo hambre.-le respondo

-Samuel, tu siempre tienes hambre, sabes que puedes confiar en mi y decirme lo...

-¡Tareas!, tengo muchas y no dejo de pensar en matemáticas, me quedaron dudas de el tema de hoy.- la interrumpo y le miento.

-Hay, pobrecillo mi bebé, cree que su mamá es tonta y le puede mentir, tu siempre le entiendes a todo, seguro has de tener sueño, ve a dormir un poco y no hagas bromas estúpidas.- me sonríe y asiento lentamente, mamá es astuta, pero por suerte no se le ha pasado por la cabeza que puede ser una linda chica la que ocupe mis pensamientos.

* * * * * * * * * * * * *

-Hijo se te hace tarde.- me despierta mamá

-Mamá, no quiero ir.- reniego.

-¡Samuel!.-exclama

-¿Qué?.- la miro y tiene una mano en la boca y la otra en el corazón.

-Tu...tu nunca reniegas para ir a estudiar.- titubea y sus ojos se ponen vidriosos. No quiero que llore, ella es bien sentimental asi que me levanto la envuelto en una abrazo y le digo:

-Era una broma mamita, no vayas a llorar ¿si?.- le beso la frente, soy mucho más alto que ella. Asiente.

-Bañate y baja a desayunar que ya todo esta listo. Ahora asiento yo.
Me baño, me pongo unos jeans algo flojos y un sueter a cuadros, mi estilo de siempre.

-Te hice los huevitos picados que tanto te gustan.- acerca más el plato a mi y le pregunto:

-¿Cuantos hiciste?.- hay muchísimo huevo en el plato, quizás son de avestruz o alguna ave gigante.

-Dos...

La miro y le digo:

-Mamá...

- Esta bien, calmate, hay cuatro.

-¿¡Cuatro!?.- grito, no podré comer tanto huevo. Ewww

-Hay hijo, tu no comes mucho y estas muy pálido y débil, necesitas engordar.- se toca el delantal y mueve las manos nerviosamente.

-Pero no creas que por comerme cuatro huevos me haré gordo.- le informo. Pone los ojos en blanco

-Samuel Haynes, come y no hables más, o ya no te compraré esos libros que tanto me pides.Oh Oh con mis futuros libros no.

-Mira como lo hago.- sonrío y me meto un gran bocado.

-Eso me gusta, si te pones gordito y fuerte podrás conseguir muchas chicas.-me dice.Ah Dakota, mi Dakota, la misma que no me miro.

-Sí mamá, pero para eso, tengo que dejar de ser un aburrido, un ñoño, un...un feo, ni las moscas se me acercan.

-Hijo eres igual de bello que tu padre

-Papá era feo, un aburrido, un simplón, nunca saliamos a pasear, porque el tenía miedo al mundo, y mira como llego a morir.- mamá me mira y se pone a llorar, la abrazo fuerte y al oído le digo:

-Lo siento mamá, a veces no puedo callarme y digo lo que siento y lo que pienso sin saber si eso dañará a los demás.
Limpia sus lágrimas y me dice:

-Lo sé, eso mismo hacia tu padre.- la muerte de papá, a mamá le afecto mucho más que a mi. Me despido y voy a la Universidad a ¿estudiar? Na, a ver a Dakota, mi futura novia.

Me siento en el mismo lugar y espero a que toquen para clase. La clase de matemáticas lleva como media hora de haber empezado y Dakota, mi Dakota no llega, pienso en lo linda que es y...

-Joven Haynes digame, ¿usted le entendio al ejercicio?.- ¡Que Mierda!, no le entendí, ni un solo número, maldita Dakota, ella me hace perder el uso de la razón.

-Emm...¿yo?.- pregunto

-Si, usted.-responde el Lic. con mala cara.

-De nuevo, perdón, el tráfico esta malísimo, mis disculpas.- interrumpe Dakota, mi Dakota, vino a mi salvación, sonrío como todo un estúpido.

-Da igual señorita, busque su asiento, y por favor jóvenes alisten sus cuadernos que pasare revisando la tarea del día de ayer.- comunica
Observo a Dakota, esta de mal humor y dice:

-Yo no la hice, de nuevo.- hace un puchero con sus perfectos labios rosas.

-Yo podría darte copia.- le digo tratando de que note mi presencia.

-¿Tu? ¿Y tu quién eres?.- preguntandome y viendome como un bicho raro.

- Si, yo, y mi nombre es Samuel Haynes.- extiendo mi mano esperando y rogando para que estreche la suya. Mira mi mano y luego la suya,la estrecha. ¡SI!. Acto seguido saca un anti-bacterial de su bolso y lo aplica en sus manos. Mi quijada se cae, sin poder evitarlo un ¡Auch! Sale de mi boca.

-Bueno pues quién eres no me importa, pero la tarea si, asi que toma.- y me lanza su cuaderno, ¿piensa que yo le copiaré la tarea?.

-Yo no te la copiaré.

-¿Ah no?.-dice y baja la mirada y se tapa los ojos y con voz dulce, pero chillona dice:

-Bueno mira.-extiende su mano y me enseña sus uñas.- ayer me hicieron la manicura y mis uñas se ven espléndidas, no quiero arruinarlas. ¿Podrías copiarla por mi? Te lo agradecería muchísimo.- y sonríe, sonrisa perfecta, y asiento. Ella aplaude como una niña.- gracias Santi.

-¿Santi?, soy Sam.-le digo con cara de mala leche.

-Cierto, entonces serás Sami, mi novio el futbolista más popular se llama Santiago y le digo Santi, como todo el día pienso en él, te dije Santi.- tiene novio Buu para mi, claro una chica tan linda como no podrá tener novio.

-No me importa como se llame tu novio.- le digo tratando de imitar su voz fresona. Me mira como si quisiera sacarme los ojos, pero luego recuerda que copio su tarea, sonríe y dice:

-Si disculpa Sami, no sé porqué te lo dije, ahora continua copiando mi tarea. Hago lo que me dice, es que me tiene hechizado soy todo un bobo cuando ella habla. Tocan para receso. Ella se levanta y no dice ni una sola palabra, ni gracias, ni pio.
Un chico gordito se me acerca y una chica también, ambos usan lentes igual que mi.

-Hola.-dice la chica con una sonrisa nerviosa. Es linda, pero no como Dakota, mi Dakota.

-¿Hola?.-les sonrío

-Soy Gustavo y ella es Antonia.- se presenta el gordito y ríe.- lo siento, siempre muero de risa al pronunciar su nombre, dile Tony o To, a mk dime Gus, a ti te diremos Sam.- y sonrien. ¿Cómo saben mi nombre?.

-Y por tu cara has de preguntarte cómo sabemos tu nombre, hemos investigado mucho de ti, y eres un buen alumno igual que nosotros y por eso queremos que seas parte del grupo R.- dice la chica y vuelven a sonreír. ¿Grupo R?.

-¿Grupo R? No sabía que habían grupos.- les digo

-Oh claro que si hay dos clases de grupos los R de Rechazados y lo P de Populares, nosotros somo los R y tu también lo eres, de lejos se nota que no eres popular, empezando por ese suéter a cuadros.- dice nuevamente la chica señalando mi suéter. Miro mi suéter ¿qué tiene de malo mi suéter? Pienso.

-¿Qué hay de malo con mi suéter?.-pregunto

-Ningún chico popular lo usaría.- comunica el gordito, digo "Gus". Asiente de mala gana.

-Vamos a la cafetería, el receso ya acabará.-dice "To".

-¿No vienes?.-dice Gus

-Ven. Se nota que no tienes con quien estar, somos los únicos que te hemos hablado, aparte de Dakota, para pedirte copia.- dice la chica y pronuncia el nombre de mi chica con voz fresona. Me levanto y voy con ellos a la cafetería, sin duda creo que ahora soy parte del grupo R.

Mala JugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora