Narra Dakota.Estoy muy mal con lo sucedido de ahora, hacerle saber a los chicos que Sami no podía ver ni un carajo sin lentes, no fue lo mejor, no de vi de abrir mi boca, debi quedarme callada, ahora Sami me odia y estoy casi segura que me terminará. Mierda, nunca estuve tan preocupada porque alguien me llegara a terminar. Sami me importa y no debí de hacerle daño. Debo de inventar una buena excusa para que me perdone. No pegue ojo en toda la noche y lo más raro es que llegue temprano a la Uni.
La clase empieza y Sami, mi novio, aún no ha llegado, ¿no vendrá?.
Entra Sami, tarde pero llega. Bien por mi.-Hola Sami.- lo saludo con mi mejor y más grande sonrisa.
Él ni siquiera me miro, solo se sentó e hizo como si no le hablé, ahora sé lo que sentía él cuando lo hacía yo.-Sami, hola.- lo vuelvo a saludar. Me vuelve a ignorar.
Le toco su brazo y él agarra mi mano con un asco tremendo y la lanza fuera de si, seguidamente saca su pañuelo y lo pasa por donde había puesto mi mano. Siento ganas de llorar, llorar y llorar. Jamás, nunca nadie había hecho lo que él hizo, ahora sé lo que se siente. Pero me niego a llorar, no aquí, así que me trago mis lágrimas.
Al fin la clase acaba y obviamente persigo a Sami.-Sami.- lo llamo. Me ignora.
-¡Hey! Tenemos que hablar.- le digo cuando mi paciencia estalla.
-No.
-Si, me escucharás y me perdonarás.- le digo segura de mi misma.
-¿Hablar? Mmm no, no se me apetece, no contigo.- ¡Auch!.
-Puta madre, eres un necio bien pendejo.- le grito.
-Pendeja tu.- exclama enojado.
-Pero me amas.
-No...
-Mientes.- rezo para no sea verdad.
-Deja de fastidiar, ¿quieres?.- dice con la peor cara que le he visto hacer.
-No, no quiero.- le digo, rogando porque mi voz no se escuche quebrada.
Él se da la vuelta dispuesto a irse. No puedo dejarme hablando sola, será imbécil el nene.-No he acabado contigo.- le agarro el brazo.
-Estuviste ahí ayer, no hiciste nada para evitar que me avergonzaran.- me dice molesto e intenta zafarse de mi agarre.
-No, eso quiero explicarte, hablemos, ¿si?, ¿por favor?.
-No quiero que me vean contigo, además ya te han visto besarte conmigo y luego con Santiago, ¿qué dirán? ¿Qué mi novia es una puta? Uff no, que pena.- debo admitir que escucharlo decir eso me dejo sin aliento.
-Cállate y escuchame.- le grito y lo llevo a mi guarida, sí, el "baño". Sé que decirle para que me perdone, aunque no estoy segura que lo haga.
Entramos al baño y me dice:
-¿Quieres que te folle aquí? Aquí te folla Santiago ¿no?.- estúpido no se atrevio. Dejo que mi mano se estreche contra su suave, rojita y calientita mejilla.
-Soy tu novia y tienes que respetarme Samuel Haynes.
Él solo acaricia su-ahora más roja-mejilla.-Habla que tengo mejores cosas que hacer.- dice.
-¿Tu teniendo cosas que hacer? Imposible, a menos que sea de una tarea.- le espete.
-¡Habla ya!.- dice aún más molesto.
-Yo... no estaba ahí, fui a buscar mi...- ¿mi qué?, pienso.- mi bolso y cuando regrese no estaban en el campus, escuche risas en los vestidores y entre, al entrar te vi en tu lindo bóxer de spiderman, no tenías tus lentes y supuse que Santiago los tenía, mi ira estallo y grite que te los devolvieran, solo fue eso, créeme.- le digo tratando de no titubear o peor aún llorar porque es mentira. Él solo me observa, pero puedo ver que esta relajado, ya no esta molesto como al principio. Dentro de mi celebro.
-Bien.- dice él. ¿bien?
-¿Qué quieres decir con bien?, si no me crees pregúntale a cualquiera.- que no lo haga por favor, que no lo haga.
-Te creo.- me dice y sonríe. SI, lo engañé, bien por mi, se acerca y agarra mis manos.
-¿Me perdonas?.- me pide. Me esta pidiendo perdón, que estúpido...y lindo.
-No tengo nada que perdonarte bebé - le respondo y lo abrazo, luego lo beso, ya extrañaba sus tentadores y suaves labios. Me alejo en busca de oxígeno.
-¿Dónde aprendiste a besar tan bien?.- le pregunto sin poder evitar, siempre he tenido curiosidad, es que quien diría que alguien como él, lo haría hasta mejor que el puto de Santiago, si mi otro novio.
-No lo sé.- se encoge de hombros.
-No eras virgen, ¿verdad?.- se ruboriza. Y asiente lentamente.
-¿Qué?, jamás creí que lo fueras, eres un buen besador.- toco la punta de su nariz. Sonrío.
Tamara la cabeza hueca de mi amiga entra riéndose con Santiago, veo que sus manos están agarradas. Me entran celos, pero no puedo reclamarle nada a Santiago, no justamente frente a mi otro novio.
La risa de ambos acaban al verme.-Oh... hola Daki.- saluda la perra.
-¿Qué hay?.- dice Santiago, sus manos ya separadas.
-Hola.- les digo con un sabor amargo en mi boca.
-¿Disculpa estabas besuqueandote con tu otro novio?.- pregunta la imbécil de Tamara. Veo a Sami y este tiene una cara de confusión.
-Solo tengo un novio y si, si estábamos besandonos.
Tamara se acerca a mi chico, no a Santiago, sino a Sami, agarra la camisa de él con sus puños y le planta un besote, estoy estupefacta, no me muevo, no respiro, no los alejo, solo observo como Sami responde a su beso y la besa de igual manera en que me besa a mi, parpadeo y vuelvo a la realidad, sin poder evitarlo agarro el pelo de la zorra quita novios y la alejo.-¿Cómo te atreves?.- grito molesta. Me volteo hacia Sami quien limpia sus labios del brillo labial de la perra mal educada.- Y tú.- lo señalo.- nunca me lo espere de ti.
-¿Qué?, me beso y obvio no iba a dejarla ignora como tu no dejas ignorado a Santiago.- se defiende y sale del baño. Estoy confundida, muy confundida.
-¿No tienes nada que decir? .- le pregunto a Tama.
Asiente.-Si, tu novio besa más que bien, lo hace fantástico, ah y no hablo de Santi, tienes que prestarmelo, venga ya deja de ser una egoísta, somo mejores amigas ¿que no?.- me hace un guiño. Y sale, miro a Santiago y éste solo se encoge de hombros y también se va.
Samuel Haynes sin duda me esta volviendo loca.
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Mala Jugada
RandomSamuel, un chico nerd en el que ninguna chica pone ojo, ya que su físico esta por el suelo, es un joven que fue transferido a la Universidad de Oriente, con beca. Se le hace difícil conseguir amigos y pues claro una novia, pero sin poder elegir se e...