Narra Dakota.-Por favor hazlo.- le estaba rogando a ese bicho asqueroso, que hiciera mi tarea, he estado muy ocupada en el spa, y pues obvio no he tenido tiempo para esas cosas. Son una gran perdida de tiempo para mi, Sami no tiene vida social. No tiene amigos divertidos, solo aburridos como él.
-Dakota, no haré por décima vez tu tarea en una semana.- se negaba a cooperar.
-Sami.- hice puchero y me puse en modo encanto ON. No quedaba de otra asi que tenia que usar mis encantos, nadie se resistia.
-Me niego.- exclamó, me levante, agarre sus mejillas suavecitas y pegué mis labios a los suyos. ¡Se sentía tan bien!. Nuestros labios encajaban y sin darme cuenta no queria ni podía parar de besarlo. Me gustaba como lo hacía, como se apoderó de mis labios, succioné su labio inferior, no podia parar, estaba sin duda alguna disfrutando del momento, un momento que todos mis amigos creían que era pararte de la mala jugada, pero que para mí, era más que un mal juego, algo que me estaba cambiando, me aterroriza la idea de enamorarme de Sami, asi que me separé y respiré con mucha dificultad, él hacia lo mismo, ambos estábamos necesitados de oxígeno.
La clase entera no podía creer lo que vio, claro ver a Dakota Emerson besar a un chico tan raro y sin ninguna pizca de lindo;aunque para mí si es lindo, muy tierno, tan inocente, tan caballeroso, tan sexy con sus anteojos que hacen resaltar sus pestañas tan levantadas, como si usara rimel, ¡STOP!.¿Yo estoy pensando qué?. Dakota, despierta. El punto es que no ando besando a chicos...bueno no a los feos...-Sí, haré tu tarea.- dijo Sami y sonrío como un bobo, él me hizo volver a la realidad, y la realidad es que no tengo que enamorarme de él, solo jugar con su jodido y feo corazón.
Mientras se limpiaba mi brillo labial, y escribía, lo observé, no podía creer que la capitana del juego, iba a ser la perdedora, porque sin negarlo Sami, el chico cerebro, me estaba gustando. Y mucho...-¿Sami?.- lo llamé.
-¿Si?.- respondió y me miro. Le quité sus gafas, en el instante en que lo hice protestó:
-Devuelvemelas, no puedo ver.- se las dí. Se las puso y sonrió e hice lo mismo.
-Me gustas.- confesé, y no era una puta mentira, era la jodida verdad, PERO los demás no tenían porque saber la verdad. Me sentí liberada al confesarselo.
Me miro con ojos vidriosos y dijo:-Dakota, tu...tu también me gustas.- confesó. Celebre dentro de mi.
-Podríamos intertarlo...si quieres.- fui directa. Le estaba pidiendo que sea mi novio. Y todo era parte de la mala jugada. Creo...
-¡Sí!.- gritó.- Si quiero ser tu novio.- sus ojos se iluminaron aún más.
-Bien Sami, pero no le digas a NADIE.- susurre.
Asintió.-Iré al baño. - le informe. Volvió a asentir.
-Te veo luego novia mía. - grito, le di mi peor cara, por suerte no escucharon.
Al llegar al baño, Tamara entró conmigo y dijo:
-El juego será fantástico.
-Aja.
-¿Y cómo lo hace?.- pregunto
-¿El qué?.
-Besar, dahh.
Rodé los ojos y con mala gana le respondi:
-Pues mal, obvio.-no iba a aceptar lo bien que lo hizo. Conociendo a Tamara, si le digo que lo hice bien, irá y le planta un besote, ella es una puta.
-Lo supuse.- Entro Santiago, Tamara, se lanzó en sus brazos fuertes y le dio un beso en la mejilla. ¿Desde cuando hacen eso?.
-Hola Santi. - saludo. Oh no, solo yo puedo decirle Santi.
-No le digas asi idiota.- grite.- solo yo le llamo de esa manera.
-Calmate, mi amor, yo solo te quiero a ti.- Santiago dijo, me derreti Santi pocas veces me llamaba así.
-¿Solo a mi?.- pregunte jugetona.
-Solo a ti.- me beso, por el rabillo de mi ojo vi a Tamara poner los ojos en blanco. Al parecer esto le molestaba.
-Daki, cuéntale que Daniel ya es tu novio.- nos interrumpió. Estúpida. ¿Daniel?
-Samuel.- dije.- y no me digas Daki.
-Como sea.- le resto importancia con su mano
-Ah, ¿si?.- dijo Santi.
Asentí.-Muy bien, lo mejor sería que lo invites a la fiesta de verano.- prosiguió.
-¿¡Qué!?.- exclame muy incrédula.
-Si, hazlo.- Tamara se unió.
-¡No!, ¿por qué haría eso?.- les grité. La idea de estar con Sami era tentadora, pero me asustaba el que podrían hacerle.
-Es tu novio, tienes que invitarlo.- dijo mi chico.
-Dame una buena razón.- le pedí.
-Porque pensará que de verdad lo quieres, ser invitado a la fiesta de verano siendo un nerd, no es nada común.
-Exacto.- Tamara dijo y se acercó más a mi novio.
Algo dentro de mi me decía que hacerle esa mala jugada a Sami no es lo correcto, él no se merece.-No lo sé.- les dije dudosa.
-¿Cambiaste de opinión? .- preguntaron ambos.
-No.
-¿Entonces? ¿Sientes algo por él?.- pregunto Santi.
-¡No!.- mentí, porque si sentía algo por él...
-Amor, no te olvides de lo que te hizo.
-No, claro.- lo cierto es que ya me estaba olvidando el motivo de nuestra mala jugada.
-¿Lo invitaras?.- dijo Tama.
- Lo haré. - y solo porque queria pasar tiempo con él.
-Promete algo.- dijo mi chico. Estaba sumida en mis pensamientos que apenas lo escuché hablar.
-¡Hey!.- volvió a hablar, movió una mano para llamar mi atención, esta vez lo mire.
-¿Ah?.
-Me tienes que prometermelo.- hablo nuevamente y cogio mi mano, entrelazo nuestro dedos y los beso. Me admiré por su muestra de afecto.
-¿Prometer qué?.
- Que no te vas a enamorar de Daniel.
-Samuel.- casi le grito, es que me molesta tanto que no sepan su nombre. Solto nuestras manos, levanto las suyas en forma de redención.
-Relájate.- se volteo hacia la salida.
-Espera amor, te lo... ¿prometo?.- sono más bien como una pregunta y no una afirmación. Me sentía tan mal por prometerle algo que ya había hecho, me sentía más perra que Tamara.
Me acerca a mi novio y lo abracé.-Te quiero.- dijo en mi oído.
-Y yo a ti.
Sonrió.- ¿Solo a mi?
- Solo a ti.- esa fue la mentira mejor dicha, ya que no solo lo quería a él, quiero a Sami, más que a él, más que a nada, más que a nadie.
-Ewww. Que asco dan.- dijo Tama, salio y Santiago la siguió. Me quedé sola en los baños, autoconvenciendome de que no amaba a Samuel Haynes, que solo es un capricho lo que siento por él, que pronto pasará...
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Mala Jugada
RandomSamuel, un chico nerd en el que ninguna chica pone ojo, ya que su físico esta por el suelo, es un joven que fue transferido a la Universidad de Oriente, con beca. Se le hace difícil conseguir amigos y pues claro una novia, pero sin poder elegir se e...