S2: Capítulo dos

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Y tal como me informó Monster, los nuevos reos llegaron en la tarde. Muchos blanquitos (así los llamaban en la prisión), seguro eran extranjeros. Otros con miradas sospechosas y otros, simplemente asustados o eso era lo que querían que pensáramos. Nos ahorramos toda la mierda de la bienvenida, no estaba para eso, en cambio TaeHyung se dedicó a examinar a cada uno, eligiendo con quien jugaría. Éste jamás cambiaría su forma de ser, si, bien coladito que estaba de su novio muerto, pero eso no quitaba el hecho de que era un puto y le gustaba follar como conejo. Su novio muerto tuvo los cuernos tan grandes que ya no le cabían en la cabeza. TaeHyung era un puto de tomo y lomo, se buscaba caras bonitas y cuerpos bien formados y listo, terminaba en la cama con ellos y al día siguiente, si te he visto no me acuerdo. Siempre fue así, desde que lo conozco y aquí dentro, en la prisión eso no cambió, bien que metía a ciertos reos con cara de machos dominantes, pero que eran tan maricones como él o peor, claro, siempre haciéndolo sin que nadie lo notara. Él y su hermana son cortados por la misma tijera. Su hermana cambió cuando me conoció, dejo de acostarse con quien se le pusiera en frente por su maldito capricho al conocerme, aunque no puedo negar que la tipa es buena en la cama, fuera de esta, una pesada carga huevos.

Ahora mi preocupación estaba al máximo, los nuevos guardias tenían cara de no ser chantajeados, y lo peor de todo, es que uno de los cinco nuevos podía ser el enviado por el Mayor Kim o peor aún, los cinco podían estar bajo su mando.

Los reos nuevos fueron acomodados en celdas con un sólo reo o alguna desocupada, en total ingresaron veinte y cinco guardias, quienes temprano en la mañana comenzaron a ser esparcidos por módulos diferentes y guiados por Monster por toda la prisión para que la conocieran. Sus rostros fueron grabados en mi memoria a penas los vi, pues aún estaba el hecho de que un guardia ayudaría a los reos que ya están muertos, con el famoso incendio, para aprovechar la oportunidad y matar a TaeHyung, a Jeon y a mí, por lo que ahora, más que nunca debía estar alerta, observando todo y nada, tenía que estar alerta a cualquier amenaza que pudiera lastimarme, entre eso está incluido JungKook. Caminando hacia el comedor, me imaginé a JungKook, besando y abrazándolo, acariciando su cuerpo desnudo...cosa que sólo ocurriría en mi imaginación porque seguro él no me permitiría hacerlo en la realidad.

—Oye, Jimin —me llamó TaeHyung desde la fila, para recibir su almuerzo. Caminé hasta él, formándome detrás suyo—. Mira —me señaló con su dedo—. Parece que JungKook tiene un nuevo amigo.

Miré hacia donde señaló antes TaeHyung, viendo como JungKook estaba sentado en la típica mesa donde suele desayunar y almorzar, siendo acompañado por JongHyun, pero también de alguien más, uno de los reos nuevos. Estaban platicando muy cómodamente, hasta sonreía el muy...Jeon, sí, estaba sonriendo, pero ¿Por qué dejo de sonreír al verme? ¿y ahora me ignoras? Ya verás.

—Oh Jimin ¿estás celoso? —me preguntó todo burlón el malparido—. No sabía que podías sentir celos. Vaya, vaya, creo que aprovecharé eso.

—Como le pongas un dedo encima, te corto los huevos TaeHyung —lo amenacé y éste dejo de reírse—.

—Pero que malhumorado te has vuelto, Jimin —agarró su bandeja y se encaminó hacia la mesa donde se encontraba sentado JungKook—. Anda, ven con nosotros —me llamó, mientras JungKook hacia muecas de desagrado—.

Por lo que con mayor razón me dirigí a su mesa con mi bandeja en mano y me senté en su mesa, frente a él, recibiendo una mirada de molestia por parte de JongHyun y más muecas por parte de Jeon. Es que este chico me cabrea como no tiene idea. Y TaeHyung con sus burlas.

— ¿No presentas al nuevo, JungKook? —le dijo el idiota, mirando al reo nuevo—.

—Se llama...

Saga Jailed (JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora