S2: Capítulo nueve

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Jimin POV.


Tener a JungKook desnudo en mi cama, envuelto entre mis brazos y cubierto por las sabanas era la sensación más extraña, nueva y agradable que no había sentido en años. Su cuerpo blanco, suave y delicado me daba sensaciones realmente confusas, mi cuerpo había comenzado a sentir sensaciones y emociones completamente desconocidas para mí. Miedo, fue algo que jamás sentí antes, ni en los peores momentos en donde mi vida estuvo en peligro, y fueron muchas, pero ahora, desde que él está a mi lado y me permitió ser parte de su vida, aun siendo sólo dentro de la prisión, ese miedo, me asusta el pensar que un día se irá y me dejará. Esta era la primera vez que siento que mi vida realmente está en peligro.

Su rostro tranquilo, adormilado y adorable, me era imposible no sonreír al verlo dormir sin temerme y disfrutando de mi compañía. Gracias a JungKook tengo razones para sonreír una vez más y le estaré siempre agradecido.

—¡Oye, Jimin! —¡diablos! Es que mataré al puto que este molestando—. Maldición, abre de una puta vez tu maldita puerta.

—¡Cállate! —giré levantándome de la cama, tratando de no pisar a JungKook ni de despertarlo, aunque de seguro eso no tardaría mucho en suceder por los putos gritos afuera de mi celda—.

—¡Que abras! —me puse rápidamente mi pantalón y me dirigí a la puerta, quité el cerrojo y juro que, si no fuera por su rostro de preocupación, miedo y ansiedad, le partiría la cara ahí mismo—. Tenemos problemas Jimin, han pillado otro de tus vendedores y éste habló.

—¿Qué mierda? —miré de reojo y vi como JungKook comenzaba a moverse, despertando por el alboroto—. ¿Qué dijo? —Salí de mi celda, cerrando un poco para que mi acompañante no escuchara nada—.

—Dijo que trabajaba para alguien aquí dentro, le han pillado vendiendo en su celda ¡el muy hijo de puta vende en su celda! —soltó histérico—. Si dice nuestros nombres, estamos jodidos Jimin, no saldremos de aquí ni en veinte años más.

—Tranquilízate, TaeHyung —le ordené—. Dame cinco minutos y resolveremos esto.

—Apresúrate —regresé en mi celda y el rostro lleno de seriedad en JungKook me sobresalto por un momento—.

—¿Qué resolverán TaeHyung y tú? ¿Si sueltan no sé qué, por qué estarán jodidos? —se cubrió su hermoso cuerpo con la sabana y se levantó de la cama, enojado—. ¿Sigues ocultándome cosas Jimin?

—Ahora no JungKook —pasé de su lado y recogí mi remera del piso y me vestí—.

—¿Si no es ahora, cuando? —al girarme, lo tenía frente a mí, interfiriendo en mi camino—. Habla Jimin, ¿Qué mierda me estas escondiendo ahora?

—JungKook, por favor no me jodas ahora —le pedí tratando de no enojarme—.

—¿Te estoy jodiendo? —se ofendió y yo no tenía tiempo en este momento para aguantarle—. Habla Jimin ¿Qué me estas ocultando?

—¡Que no me jodas! —le grité enojado, pues si no resolvía el asunto ahora, estaba jodido, muy jodido—.

—Está bien —respondió enojado, caminó hacia su ropa, dejo caer la sabana al piso y comenzó a vestirse, es que cuando éste se enoja, es bien jodido ¡maldición! Y aunque quise quedarme y que no se largara enojado, no podía—.

—¡Apresúrate, Jimin! —gritó TaeHyung, ya con el calzado puesto abandoné mi celda sin mirar por última vez a JungKook—.

Rápidamente caminamos hacia el calabozo, que, según TaeHyung, era donde ya debería de estar el reo que estaba a punto de traicionarme. Los pasos de mi cómplice eran torpes y lentos, algo más le pasaba aparte del asunto del reo que estaba por soltar todo. Algo le preocupaba, pero como no me interesa, no le di importancia ni mucho menos le pregunté qué le sucedía. Llegando al calabozo se podía escuchar claramente los gritos de tortura que provenían del lugar, seguro Monster estaba encargándose de ese asunto y si era él, sería más fácil acabar rápido con todo.

Saga Jailed (JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora